Rayven Cartier.
Respiro hondo y compruebo que los papeles están en mi bolso mientras sigo caminando por las calles del centro de Diamond city. Hoy es el primer día del nuevo año y por Klein sé que El hombre y sus hombres están aquí, incluidos Benjamín y sus hijos.
Tardé varios días en volver porque no podía regresar sin lo que me pidió Harper.
"Las cartas... las hice. Están en mi habitación en la zona muerta. Encuéntralas, lee la de Sky y Nikolay y entrégalas todas por mí... Por favor"
Su petición llegó a lo más profundo de mis pensamientos. Fui quien le dió esa idea y, al igual que yo, nunca pudo entregarlas personalmente. Sin embargo, planeo cumplir su última voluntad. No será lo mismo, pero es algo. No pensaba leer la carta que le escribió a Sky y Nikolay, pero por suerte lo hice, ya que ahí habla de un regalo que tenía para ellos, así pude traerlo conmigo. No leí las que van dirigidas a Benjamín y Reed.
Llego al lugar donde se encuentra la casa presidencial original y me abro paso entre la gran multitud de personas que hay afuera. Veo como todos los ciudadanos miran hacia la casa con fotos de sus difuntos en mano. No están discutiendo, solo los están mostrando en honor.
—¡Rayven! —escucho a Klein gritarme y sigo su voz hasta que lo veo.
—Por fin. Ya iba a llamarte.
—Yo aparezco cuando debo —me sonríe y niego—. ¿Cómo estás? Muchos han preguntado por ti en estos días, incluso Lindarte, pero yo no dije nada. ¿Me dirás lo que estabas haciendo?
—¿Bien, y tú? ... Muchas gracias por no decir nada. Estaba buscando algo que me encargó uno de los hombres de El hombre que murió y también hablé con Reynolds.
—Bien también... ¿Reynolds? ¿El que te ofreció trabajo?
—Sí. Y creo que llegamos a un acuerdo.
—¿A cuál?
—Necesita un armero moderno que le enseñe y explique bien todo el proceso de creación porque planea crear armas con su tecnología incluida, creo que tomaré esa propuesta porque se puede hacer a distancia, dura unos meses y él vendrá cuando lo requiera... Por cierto, él puede vendernos cámaras modernas a bajo precio. Luego le daré esta información a Lindarte.
—Eso suena bien. Y las cámaras aún más, eso ayudaría a la seguridad. ¿Sabías que los dispositivos fueron bloqueados apenas murió el presidente? Que loco.
Eso si lo supe. Parece que los dispositivos estaban vinculados a la autorización presidencial y, al morir el presidente, todos sus autorizados mueren con él.
—Oye, ¿y dónde están Benjamín y sus hijos? —indago.
—Vi a Benjamín hace un rato en la calle y sus hijos se fueron con Narkissa. Ella iba a llevarlos a donde enterró a los Petrov.
Levanto mis cejas ante eso.
—¿Solos? Klein, Sergei sigue ahí afuera, ¿y si...? ¿Y si trata de llevarse al niño? No confío en ese Petrov. Dime que sabes dónde fueron enterrados los Petrov.
—Sí lo sé. Leah está con ellos.
—¿Por qué tu hermana está con ellos?
Klein se ríe.
—Mejor vamos por ellos.
Ambos salimos de la multitud. El castaño me guía hacia donde deberían estar los demás mientras me cuenta detalladamente todo lo que ha pasado. Desde la muerte del presidente, la condena de los hombres de JJ, la desaparición de Sergei, la forma de organizarse de Lindarte. Le veo potencial a esa organización, más que nada porque se ve como los ciudadanos están colaborando para arreglar las ciudades afectadas, usando su propia mano de obra porque ya tienen apoyo. <<Lindarte no podía fallarme, no me equivoqué con ella>>
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DAIMON - [Promesas, mentiras y traiciones]
ActionBilogía: Connor #2 Tu peor enemigo puede estar justo a tu lado; tal vez algún compañero, un amigo, incluso tu familia o alguna persona que te decía querer. Las personas son tan suceptibles a sus deseos, que te hacen desconfiar hasta de tu propio s...