Rayven Cartier.
Los hombres de Demir logran escapar de la estampida y pierden a los militares, pero no a nosotros. Los seguimos manteniendo una buena distancia hasta que vemos como entran en una especie de taller gigante.
—Ayers —le hablo a la mujer a mi lado—. Ve con las demás y rodeen ese taller. Luego toquen los tambores lo más fuerte posible hasta que alguien salga de ese lugar. Yo me ocupo del resto. —ella asiente y organiza a las otras mujeres antes de irse con ellas.
Yo organizo a los hombres al son de los tambores, aunque no dejo de mirar al Harper uniformado. Me resultó muy extraño que no le afectara la muerte de su hermano y mis pensamientos conspirativos me hacen creer que tal vez todo esto ya estaba planeado por él. Por mucho que quiera, no logro volver a creer en un Harper, incluso por ese Harper estoy dudando de El hombre y los suyos.
<<Tranquila Ray, hoy sabrás si son de confianza o no. Solo confía por esta vez>>
Pasan los minutos y los tambores logran hacer que salgan unos hombres de seguridad Demir. Yo necesito que salga Onan.
—Cuando les diga, salen de sus escondites y les disparan a esos hombres. No los vamos a capturar, así que apunten a matar. Confíen en mí —hablo por el intercomunicador que usan los hombres—. Luego regresan a sus escondites.
Qué El hombre me perdone, pero no pienso capturar a hombres de Demir que no son de utilidad.
Les ordeno a mis mujeres que dejen los tambores. Cuando todo está en silencio y los hombres de Demir miran en muchas direcciones con cierta confusión y adrenalina, doy la orden:
—Disparen. ¡Ahora!
Los hombres salen de sus escondites y disparan sin parar hasta que todos los hombres de Demir caen, e inmediatamente regresan a sus escondites.
Más hombres de Demir salen a atacar. Sin embargo, mantengo ocultos a los hombres y mujeres.
—Cartier —susurra Reed detrás de mí, quien está con otros tres hombres—, mira la puerta que los hombres de Demir dejaron abierta. Se ve una salida subterránea. —compruebo lo que dice y sí, se puede ver claramente cómo muchos hombres están alineados bajando por lo que parece ser una especie de túnel.
—Maldita sea. Se nos escapan.
—No. Mira el edificio de la joyería —ahora me habla Harper, señalando una propiedad y enfoco mi atención en ella desde nuestro escondite—. Lo estuvimos observando durante un rato y hemos notado que se está llenando, específicamente de hombres cuando se supone que debe estar cerrado.
¿Será posible lo que estoy pensando?
—Espera, si ese túnel lleva del taller a esa joyería, debe significar que guardan algo allí… Los Demir se especializan en armas… Ahí tienen el negocio de armas de Centauri. —si esto es cierto, no podemos esperar más.
Hago que la mitad de los hombres continúen atacando a los hombres de Demir mientras les ordeno a la otra mitad y a las mujeres que se retiren con cautela de sus posiciones para seguirnos hasta esa joyería y rodearla. Y justo cuando estoy a punto de ordenar que ingresen a esta a la fuerza, Onan sale por la puerta de atrás en medio de una llamada.
—No entiendes la mierda por la que estoy pasando, Ferit. ¡Tengo a los militares rodeando el taller! ... No me pongas excusas, hice lo que dijiste ... ¿Ahora es mi culpa? Me dijiste que le diera una advertencia al presidente por romper nuestro tratado públicamente ... Pues claro, qué mejor idea que darle una maldita advertencia con la sangre de un Harper. Mejor agradece que logré atraparlo ... Tú ni has podido encontrar a los otros tres. —veo como Harper se queda estático a mi lado.
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DAIMON - [Promesas, mentiras y traiciones]
ActionBilogía: Connor #2 Tu peor enemigo puede estar justo a tu lado; tal vez algún compañero, un amigo, incluso tu familia o alguna persona que te decía querer. Las personas son tan suceptibles a sus deseos, que te hacen desconfiar hasta de tu propio s...