Extra: Fluyendo (Parte 2)

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Rayven Cartier.

Me despierto lentamente y veo a Benjamín durmiendo a mi lado. Me muevo un poco y esto hace que él también se despierte. Su mirada se encuentra con la mía y dudo en que decir porque siento que voy a dañarlo todo, pero me voy a arriesgar.

—Benjamín —llamo su atención—, sobre lo de anoche... ¿Qué quisiste decir con que yo decidiría ser la única?

—Bueno… —queda pensativo—. Ya no importa, olvídalo. No creo que decir lo que pienso sea una buena idea. —se arrepiente.

Me siento en la cama y lo miro con una ceja levantada.

—Dime lo que piensas y te diré si es una buena idea o no.

Lo escucho suspirar.

—Pero me respondes en serio, sea negativa o positiva tu respuesta, sin burlas. —me confunde un poco, pero acepto.

—Sin bromas, lo prometo.

—¿No te gustaría intentar algo conmigo, Rayven?

Muevo los ojos como una idiota, quedándome inmóvil. <<¿De verdad dijo eso?>> Cuestiono lo que creo haber escuchado una y otra vez. Sin embargo, por su mirada paciente y nerviosa, confirmo que sí lo dijo.

—Tú... ¿quieres intentar algo conmigo?

—Sí, si quieres... —mi pecho se mueve, aunque me abstengo de responder porque en el fondo algo me detiene.

—Nunca he tenido nada serio con alguien y tal vez no soy lo que esperas de una relación. No quiero que te decepciones.

Benjamín se incorpora, quedándose a mi lado.

—Yo tampoco he tenido nada serio con nadie, ni una relación. Tal vez también te puedes llevar una decepción.

Le sonrío y él hace lo mismo.

Pienso las cosas por un momento y me digo a mí misma que deje de ser tan problemática, no se cohiba y acepte lo que quiere.

—¿Nos decepcionados juntos, Demonio? —digo como proposición.

—Nos decepcionados juntos, Altanera. —afirma y me acerco para besarlo. Él me sigue en el beso, haciéndome sentir bien.

Cuando nos separamos, me atrevo a preguntar algo:

—¿Por qué pensaste que te diría algo burlón siendo un tema serio? ¿Tengo tan mala imagen?

—Es que la única vez que me atreví a decir algo así, solo recibí una risa burlona y algunas palabras aún más burlonas. No quería recrear esa escena de nuevo. —Ni siquiera pienso en preguntar quién lo hizo porque es muy obvio y porque nadie volverá a hablar de esa persona nunca más.

—Dejemos esos recuerdos diez pies bajo tierra, justo donde está esa persona. Hermosa imagen. —ambos reímos.

—La mejor imagen.

De repente recuerdo dónde estamos y la hora. Me levanto rápidamente y empiezo a vestirme, dejando a Benjamín confundido.

—¿Qué sucede? —pregunta, mirando cómo me visto.

—Ya es tarde, y tu familia debe estar a punto de levantarse. Y... demonios, si me ven aquí, qué vergüenza. Van a pensar e imaginar todo... —lo escucho reír y por eso lo miro mal—. ¿De qué te ríes, idiota?

—De que ya lo hacen, incluso piensan que somos amantes. Ahora que lo analizo, todo esto parece obra suya... Sí, esa es mi hermosa familia.

—Pero no les voy a confirmar nada. Primero muerta que descubierta. —termino de vestirme y acomodo mi cabello. Benjamín se levanta y empieza a vestirse.

DAIMON - [Promesas, mentiras y traiciones]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora