Era un día de celebración, el premio de Castle y su 150 episodio al aire. Una vida entera dentro de aquellas paredes, compartiendo con las mismas personas, sus gustos y sentimientos, pudiendo abrirse, mostrando quienes son verdaderamente, sin tener que aparentar como delante de los fans.
Ese miércoles, Stana si decidió hacer el ATP, algo le decía que iba a necesitar el viento chocando su cara junto con las reflexiones que hacia durante ese tiempo. Igual que siempre, tardó varios minutos en el recorrido. Esta vez, al observar el parque, la lástima que se tenía a sí misma y nunca había aceptado, desapareció. Pudo ver aquellos mismos jóvenes de semanas anteriores y en vez de pensar en su vida, solo imagino que eran Nathan y ella los que paseaban por aquel jardín, jugando como ellos lo hacían, de la mano, besándose, al mismo tiempo que sus labios gritaban un Te Amo.
Mientras que caminaba por el pequeño pasillo entre caravanas y personas, identificó a Mark.
- Hola - saludó – Quería agradecerte por las flores, son preciosas.
- Sonrió – Me alegran que te hallan gustado, pero necesito hablar conmigo.
- ¡¿Conmigo?!
- Sí.
- ¿Pasa algo?
- No...o si. Quería hablarte de Nathan.
- ¿Qué pasa con él?
- Nada, pero – miró a su alrededor – será mejor que hablemos en privado.
- Vale. – dijo confundida, se estaba empezando a preocupar.
Al llegar al camerino de esta, ambos se sentaron y no dijeron ni una sola palabra por unos segundos.
- Stana, no quiero ser yo el que te diga...
- Mark, habla ya, sin rodeos.
- Solo mira esto.
Periódico, página 6....no pudo resistirse a que unas lágrimas cayeran de sus ojos... ¿por qué?
Mientras que la pequeña foto al lado del articulo describía a Nathan y Mikaela besándose, junto al titular ¿Segundas oportunidades? Se reencuentran, reviviendo viejos momentos, los ojos de ella se nublaban sin dejar que pudiera seguir leyendo aunque...de verdad lo quería hacer.
Aquellas palabras empezaron a destruir el mundo que había creado entre ellos, pero si le estaban haciendo lo mismo a Krista, ¿por qué a ella no? Porque se suponía que la quería, que confiaba en él.
Que haría ahora, como se enfrentaría él, a sus sentimientos. Comprendiendo que a lo mejor no fue buena idea dejarse llevar por ellos y que nunca debió darle una oportunidad. Era un mujeriego y eso no iba a cambiar nunca pero...sus palabras, sus besos, sus caricias, todo era mentira, que era especial para él, también. En ese momento lo único que quería era desaparecer, sintiéndose una estúpida al pensar que todo iba hacer distinto entre ellos.
Mark, acarició su hombro, tratando de ser comprensivo o sintiendo su dolor pero...¿de verdad lo hacía? Después vio en su cara que deseaba estar sola, y salió sin más.
Cuando estaba a una distancia apropiada del camerino, no puso dejar de sonreír y llamar por teléfono.
- Si....increíble, estuviste muy bien con el articulo y la foto espectacular, no sabía que tenías tanto talento...si, todo ha sido un éxito....nos vemos más tarde para festejar y darte los honorarios.
Para Stana el día no pintaba muy bien, tenía que fingir que era feliz mientras grabada y en la vida real, evitando cualquier contacto con Nathan.
Mientras que todos posaban para la foto, él había intentado quedar cerca pero agradeció que Molly se pusiera en medio, marcando la distancia y protegiendo sus sentimientos de él.
Todos disfrutaban de la noche, siendo la última por lo menos por un tiempo o... ¿para siempre? Stana aunque intentaba disfrutar no podía, y Nathan lo divisaba. Él había aprendido a descifrar el significado de su mirada, a veces ella intentaba cambiar su rostro pero sus ojos presumían sus verdaderos sentimientos.
- Babe, ¿como estas? – intento besarla, aunque ella movió la cara. Aquel gesto lo sorprendió, pero no quiso tocar el tema.
- Bien. – caminó hacia el pequeño dormitorio, recogiendo sus cosas.
- ¿Segura? Pude notar que te sucedía algo durante la filmación.
- Solo estaba un poco cansada. ¿Cómo te fue a ti la cena de anoche?
- Sonrió. – Súper bien, Mikaela me hizo recordar varios momentos y nos pusimos al corriendo con nuestras vidas.
- Ya me imagino que tipo de momentos...
- Vale, ya comprendo. Estas celosa por la cena. – la brazo, a lo que ella volvió a separarse – Venga amor, solo estuvimos hablando.
- ¿Hablamos? Vale.
- ¿No me crees?
- Pues si vas con tu exnovia a un hotel, sacan una foto de ambos besándose y me dices que no pasó nada... ¿Debería creerte?
- ¿De qué hablas?
- De esto. – le dio el periódico, el mismo que había hecho que todo el día se volviera un infierno.
- No...no, no puede ser posible – la miró – esto nunca pasó, nunca nos besamos, solo la llegue al hotel.
- Vale, te creo. – tomo su mochila, pero Nathan la detuvo.
- Te lo juro. Después de la cena la acompañé para que no tomara un taxi.
- Parece que a ti te gusta hacer eso, para después besarlas, ¿no?
- ¿De que hablas tú? Nunca nos besamos, amor.
- No me llames así.
- Tana, mírame a los ojos – la tomó del brazo y giro la cara – por favor, yo te amo...te juro por nuestro amor que nunca la bese.
- Vale, gracias por decirme que nuestro amor o si alguna vez sentiste algo por mí, no significó nada. – ahora sí que salió, sin más.
- Por favor, escúchame.
- No quiero.
Stana se retiró, mientras que las piernas de Nathan flaqueaban entre las pequeñas escaleras de la entrada del camerino. Su mundo también se le estaba derrumbado, la única mujer que amaba, después de que le diera una oportunidad para entrar en su vida, ahora se retiraba sin más.
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Y Si Te Quedas, Qué?
FanfictionLe quiero, por como es, por como me mira, aunque no seamos nada. Me duele cuando sus labios no solapan los míos, como sonríe al verla. Quiero decirte, pero tengo miedo a su rechazo, a su cambio y sobre todo a que nunca mas volvamos a ser los míos. N...