Aquellas palabras hicieron un agujero demasiado profundo en su mente. Claro que había pensado en ello, tiempo atrás, cuando eran felices, no en aquella situación, no como un modo de escape. Y para nada, era la propuesta que tanto había imaginado, soñado y que tan subreal parecía tiempo atrás.
A ella era a la que más le dolía, lo amaba, sufría por ello, pero que podia solucionar una boda? Aun estaba casada, y ante aquella situación no imaginaba que Mark fuera respetuoso y aceptaría tal locura, no él.
- Te escuchas? - dijo desde el mismo sitio. - es una locura, una maldita vía para solucionar cosas que no pueden ser simplemente. Años atrás tome una decisión, una errónea, lo comprendo, y ahora solamente tengo que pagar por ello. - se giro, por fin, pero sus ojos eran tan débiles que la mirada siguió por otro pequeño tiempo mirando a la nada.
- Pero Joder, - se acercó, y le acarició las mejillas. - miranos, después de todo aquí estamos, juntos, con lo malo y lo bueno, y no voy a dejar que tengas que pagar sola. Yo quiero estar ahí, comprendelo. - besó cada partícula de su rostro.
- Puede que lo comprenda, pero no solucionará nada, Mark seguirá siendo el mismo. Quiere lastimarnos y sabe como. - soltó un suspiro, uno profundo y lleno de melancolía
-No le dejaremos, las cuidare. Os haré feliz, lo prometo. - levantó la cabeza de Stana para que sus ojos se compenetraran.
- Si es que no entiendes. - suelta varias lágrimas y se quita de su amarre. - Ya no se trata de si te creo o no, ya no es nosotros, es nuestra hija, y tienes que entender que cualquier decisión la afecta. - se tapa la cara con sus manos, y espera unos segundos solo sintiendo como sus corazones latian.-Soy la primera en defender lo nuestro, y fue la última en rendirme, porque Sabia que esto no podia quedar así, pero ahora es algo más, algo más grande que ambos... - su cuerpo deja de esforzarse por ser fuerte, por aparentarlo, y cae al suelo sin desgana.
- se acerca rápidamente, y la sostiene el en sus brazos, como siempre debió ser, porque ellos debían ser. Su sosten mutuo, su picó y pala para todo. - Estas bien?
- Si, no fue nada. - y hubo un silencio doloroso por varios minutos.
- lo se, - continuó Nathan. - todo lo que somos y seremos por no rendirte, por ser tu, por eso ahora yo seré tu apoyo, tu realidad y no dejaré que te alejes, no ahora. - la abrazó tan fuerte que su aire suspiró como laberinto para sus pulmones.
- Como serás cabezota. - río por fin, después del momento donde sólo eran corazón y sentimiento.
- Tuve una gran maestra. - besó su frente.
-Pero es que...
- Dime Tana, habla conmigo.
- Esta era la idea que menos esperaba de una proposición de matrimonio, no quiero que seas una escapatoria, quiero ser libre para estar contigo, no quiero que marquen como debo vivir. No quiero que seas mi otra opción, quiero que seas la única, y sobre todo que Sophia y yo,... Y tu, sean felices. - sus miradas aún chocaban como agua en plena sequía.
- Seremos felices juntos. No hay otra opción y te prometo que buscaré al mejor abogado pero Mark no se saldrá con la suya, y mucho menos dejaremos que venza sin haber luchado antes.
- Y es que después incluso me pregunto, como te quiero tanto. - ahora fue ella quien dio el paso. Beso sus labios con delicadeza, con la paciencia de media vida por delante pero con la experiencia de un siglo a su lado.
Sus labios se solapaban, mientras que sus lenguas se convertían en una, y jugaban aún llenas de amor y descubrimiento, como dos adolescentes, como dos enamorados, como ellos y nadie más sabría jamás.
Al Cambiar de posición sus manos se rozaron y Nathan sintió las cicatrices de las que ella había hablado cuando su partida.
- Nunca me has contado que pasó? - preguntó, con sus frentes juntas.
- Locuras que uno comete por amor. - lo besó con delicadeza otra vez.
- Cuéntame... - dejó aquella palabra en el ambiente.
- No es bonito de contar. - cerró los ojos.
- Pero yo quiero saberlo, quiero conocer más de ti cuando... Yo no estaba para cuidarte. - acarició su mejilla, y aquellas palabras sonaron a reproche, a enfado.
- Nathan... - no era su culpa, ella lo sabía, no era la culpa de nadie.
- Solo habla por favor. - se acomodo en el suelo y la sentó en su regazo.
- Cuando me enteré que habías muerto. - comenzó con cuidado, no quería herirlo, por aquello nunca había querido hablar del tema - me vine abajo. - hizo una pausa, y recordó. Nathan solo la observaba, sin pronunciad palabra alguna. - acabábamos de pasar todos los obstáculos, o al menos eso creía. Y no habíamos tenido tiempo suficiente para nosotros, para ser verdaderamente feliz, para ser libres, y pasa eso... Pensé que había sido la broma de más mal gusto de la vida. - El comenzó a cariciar sus brazos, ante la tristeza en cada una de sus palabras. - No lo creía, me negaba a hacerlo, y para nada deseaba vivir en un mundo donde tu no estuvieras, tu eras mi mundo. - sollozo. - y simplemente lo hice, me deje llevar, solo deje de pensar. - unas lágrimas cayeron, y Nathan las limpió.
- Lo siento, tanto, tanto, jamás me perdonaré por lo que has pasado.
- No, no es tu culpa. - le sonrió. - Por eso no he querido hablar...
- Pero es que así me siento, si yo no... - Stana le colocó el dedo en los labios para que dejara de dañarse.
- Además me diste lo más bonito también. Aquel día, algo me dio ganas de volver a vivir. Fue cuando me dijeron que estaba embarazada, que iba a ser mamá; mamá de un pequeño fruto de nuestro amor. Eso me dio fuerzas, porque iba a tener un pedazo de ti en mi para siempre. - se tomó un tiempo para admirarlo y volvió a decir en silencio que estaba ahí, que lo estaría esta vez para siempre.
- Ahora me tienes a mi. - la beso.
- Ya, - río - extraño verdad. - el asentó.
- Ven. - y entonces fue cuando la tomó en brazos y la llevó hasta la habitación. No quería más pasado, no quería más Mark en su vida, por primera vez quería vivir, sentir, disfrutarlo como la primera vez en aquel reencuentro, sin más, convirtiéndose en uno; en una mezcla de fuerza y debilidad, de día y noche. Una, que siempre sería complementaria y estaría ahí para acompañarlos en su recorrido por esta locura llamada vida.
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Este se lo quiero dedicar solee__rg nunca olvides lo que te quiero y que estoy aquí pequeña.
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Y Si Te Quedas, Qué?
FanfictionLe quiero, por como es, por como me mira, aunque no seamos nada. Me duele cuando sus labios no solapan los míos, como sonríe al verla. Quiero decirte, pero tengo miedo a su rechazo, a su cambio y sobre todo a que nunca mas volvamos a ser los míos. N...