- ¿La señorita Katic? – Stana abría la puerta de su apartamento.
- Si soy yo.
- Entrega especial de parte de la persona que más la ama en el mundo. – él se cubría la cara con un hermoso ramo de flores, tratando de cambiar su voz, un poco. Aunque Stana no estaba demasiado segura, pudo diferenciarlo al momento.
- Ah, debe de ser Marko o Gigi...espera a lo mejor es Mark. – jugó con Nathan.
- No... – sabía que ya lo había descubierto – no, los dos primeros también la aman pero, es de alguien más especial...él es muy guapo, alto...Un partidazo para cualquiera – ella rio - aunque yo solo soy el mensajero, pero ahí está la tarjeta.
- Vale. – se acercó un poco, y tomo la pequeña tarjeta blanca que acompañaba un lirio del mismo color.
Aunque no fue mi intención crear cúpulas en tus ojos o ver como tu sonrisa desaparecía...me siento responsable por lo mismo. Tu amor fue lo mejor que me paso, y no quiero perderlo por nada.
Nathan
¿Me perdonas?
- Lo escribí yo...dijo el caballero pero no por eso deja de ser cierto.
- Una sonrisa se le poso y cerró los ojos por un momento - Supongo que el mensajero espera una propina.
- Pues si...y también que sea muy generosa. – se quitó las flores de la cara y se quedó deleitando su cuerpo. Aunque era temprano, y andaba aun en pijamas, era delineado por un pulóver amarillo sin mangas, mostrando sus hombros.
- Que tonto eres - rio - La puedes poner ahí – señalo una pequeña mesa alrededor del sillón.
Ambos entraron.
- Pues entonces, ¿ya me dará la propina?
- Es que, estaba pensando cuando te merecías...
- ¿Unas pequeñas gomilonas de Canadá ayudaran a elevarla? – sacó un paquetico.
- Eres un sobornador, siempre te gusto torturarme con eso, ¿verdad?
- Pues sí, soy un fanático a torturarte, aunque prefiero hacerlo en otras circunstancias y contigo... – saco una del paquete, dirigiéndosela a la boca, sexy y lentamente, logrando que ella siguiera ese recorrido, mordiéndose el labio.
- Calla!!! – prefirió cambiar de tema - ¿Cuánto más tendría que darte para poder probar una de esas? – señalo donde tenía las demás.
- Pensó – yo diría unos 10 besos más...100 Te Amo y....
- ¿Qué?
- ¿Las quieres o no?
- Eres un bandido pero acepto. Ahora dámelas – estiró su mano.
- Movió la cabeza, denegando – Primero la propina.
- ¿No? Las gomilonas, primero.
- Las tengo yo, así que me das la propina o me las como todas. – tomó otra más.
- Vale... - se acercó a sus labios, sus narices chocaron...y después deposito unos cuantos besos en la cara.
- Eres mala.
- Sonrió – dijiste besos...no en dónde.
- Igual, mala.
- Venga, si quieres te comparto.
- Vale, aunque todavía me debes el resto de la propina. – dijo pícaramente.
- ¿Ah si? Ya no me acordaba – se metió otro en la boca.
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Y Si Te Quedas, Qué?
FanfictionLe quiero, por como es, por como me mira, aunque no seamos nada. Me duele cuando sus labios no solapan los míos, como sonríe al verla. Quiero decirte, pero tengo miedo a su rechazo, a su cambio y sobre todo a que nunca mas volvamos a ser los míos. N...