CAPÍTULO 2

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Siempre pensé que el día en el que me casaría sería con un hombre al que amará, que me hiciera sentir plena y feliz, que sería voluntariamente y rodeada de las personas que amo y me hacen feliz. Si alguien me fuera dicho que me estaría casando por ser vendida a él peor enemigo de mi padre me fuera reído, muchos pensaran que es por el bien de mi familia y por salvar a todo de una guerra pero yo no puedo verlo así.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho la chillona voz de Alice preguntarme por quinta vez porque tengo ojeras y si dormí bien. Con Alice no tenemos la mejor relación de hermanas pero cuando nos lo proponemos podemos ser un gran apoyo para la otra.

Quisiera que mamá estuviera aquí para reconfortarme con uno de sus abrazos, pero se que es imposible así que decido dejar de pensar en cosas tristes.

— ¿Estás bien Iri? — pregunta Alice con la preocupación pintada en la cara. Desde pequeña siempre me llama Iri y me tranquiliza estar bien con ella y poder tener un momento de hermanas.

— Estoy bien Ali — digo para calmar sus nervios.

Me doy un último vistazo en el espejo para abrir los ojos como platos al ver lo hermosa que estoy, mi vestido es igual al de una princesa, con una larga cola, una corona de diamantes color carmesí con dorado y mi hermoso ramo de rosas, mis pequeños accesorios color carmesí hacen la diferencia. Mis ojos se iluminan y cristalizan, no puedo creerlo.

A pesar de que no me estoy casando voluntariamente valoro mucho que Dimitri me tomara en cuenta para todo lo de la boda, no lo amo, no era el hombre con el que pensaba casarme pero tengo que admitir que es un sueño hecho realidad, el vestido, el lugar, la atención, todo.

— Te ves bellísima Iri — comenta Alice con sus ojos cristalizados, se que también quisiera que mamá estuviera aquí y que estuviera casándome en otras circunstancias.

— Tanto amor me marea, mejor ve a revisa si ya falta poco para poder salir de aquí — digo sonriéndole tratando de sonar chistosa.

La veo asentir con su cara de ternura y una de sus sonrisas que me alivian tanto para luego verla marcharse. Me doy vuelta para seguir en la búsqueda de el collar que me regalo mamá un hermoso colibrí con diamantes incrustados. Lo tomo en mi mano para recordar cuando mamá me lo regaló en mi cumpleaños número dieciocho.

flashback —

Me observó en el espejo sin poder creer que hoy estoy cumpliendo dieciocho. Sonrió al sentir la mirada de mi madre desde el umbral de la puerta de mi habitación, la miro a través del espejo para verla sonreír, esa sonrisa que solo a ella y a Alice las caracterizan, que te hacen sentir alivio y paz.

— La legalidad te queda de maravilla cariño, ya eres toda una mujer — afirma.

Me río por su comentario, es tan tierna.

— Gracias mamá, siempre tienes las palabras adecuadas para la ocasión ¿te lo había dicho? — comento haciéndola reír.

La veo adentrarse más a la habitando hasta sentir cómo se coloca detrás de mi, para quitar mi cabello y permitirle colocar algo en mi cuello. Observó la hermosa cadena de oro con un colgante de colibrí con incrustaciones de diamantes.

Trato de agradecerle pero soy interrumpida.

— Esto es para que no te olvides jamás de que mereces ser libre y feliz — dice con una sonrisa maternal.

— Ser libre y feliz — repito con una sonrisa

— Ser libre y feliz — sonríe .

Ambas nos reímos por el lindo momento.

Amor color carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora