EXTRA

433 24 6
                                    


Dimitri Volkov.

En estos ocho años mi vida ha cambiado bastante, mis mellizos ya tienen ocho años y al pasar del tiempo parece que sus travesuras se ponen peores. Irina y yo estamos de maravilla, mi esposa y yo estamos tratando de conseguir otro bebé pero convencerla no ha sido nada fácil. Seguimos llevando el negocio por lo alto, con duro trabajo ya que los niños nos quitan demasiado tiempo, están empezando el colegio y mi esposa es algo sobre protectora, ni hablar de lo sucedido los primeros días de clases.

                                  Flashbacks

Estamos fuera del colegio de los niños esperando a que salgan, tratamos de siempre sacar un tiempo para venir por ellos, Irina le agrada esto y mientras ella esté feliz, yo igual. Esperamos paciente pero salgo del auto a toda velocidad cuando veo a Ludo, mi hija, venir corriendo hacia nosotros con sus ojitos hinchados.

—¿Que sucede pequeña demonio?—no responde—. ¿Ludo que ha sucedido?

La cargo en mis brazos me solo llora sin parar escondida en mi cuello, su madre toma a Atlas en brazos.

—Atlas...—este nos mira atento—. ¿Que le sucedió a tu hermana?

—La mamá de una niña asquerosa le dijo cosas muy feas de ustedes padre—le pregunto que fue lo que le dijo y este suspira—. Le dijo "tus padres matan personas" "son malos"  "no quiero que mi hija sea tu amiga niña malcriada "

—¿Eso dijo?—pregunto y la intensa mirada de furia de Irina me hace tragar.

Nuestros hijos saben lo que hacemos, poco a poco hemos estado entrenándolos, son parte de este mundo al igual que nosotros, si ellos quisieran elegir otro camino se les aceptará y respetará cosa que no es el caso, Atlas ama todo lo que tenga que ver con la fabricación de la droga, tanto que pidió tener un mini laboratorio y quiere que le pague sus clases de bioquímica. Ludo por su parte ama ver a su madre limpiar las armas, le gusta pelear y el entrenamiento junto a Danil. Que esa vieja chismosa haya dicho eso es querer una bala entre ceja y ceja, cuando se trata de mis hijos Irina es una jodida loca, luce tan sexy como mamá celosa que la follo luego de sus dramas.

—¡Es ella padre! ¡Es ella!—mi hijo nos señala a una señora que aunque intente lucir joven y sexy con la ropa que lleva puesta parece un bollo mal amarrado, es rubia y aunque intenta caminar en tacones se tropieza un par de veces hasta lograr meter a la niña al auto. Mi esposa me pasa a Atlas para que lo tome de brazos.

—¿Que demonios? ¡Irina, pequeña!—la llamó cuando la veo caminar como una leona enjaulada hacia la mujer—. ¡Nena!

Esto se pondrá bueno.

Está la toma desprevenida tomándola del cuello cortándole la respiración, la señora comienza a gritar pidiendo ayuda, la madre de la niña se logra soltar pero Irina le da una cachetada tumbándola al piso mientras se le sube encima.

—¡Como eres de descarada!—otra cachetada—. ¡Donde te vuelva a acercar a mis hijos juro que te meto una bala aquí!—apunta a su frente.

—¡Suéltame jodida zorra!

—Miren a la gran fina mujer de clase, con las mejores marcas de autos, con sus yates de lujo por la costa, el mejor colegio y presumiendo todo su sucio dinero y llamando zorra a otra mujer—le da otra cachetada rompiéndole el labio, la mujer patalea pero mi esposa no le da tregua alguna—. Sin duda alguna la clase y finura no es parte de ti, careces de ella jodida zorra, tú hiciste sentir mal a mi hija, es una niña ¡una niña!

—¡Yo no haría eso!

—Mami es genial—dice mi hijo desde el auto riendo por el espectáculo que está dando su madre y yo asiento como bobo babeando por mi mujer.

Amor color carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora