Dimitri Volkov.La ida el hospital es más desesperante de lo que pensé, el cuerpo desvanecido de mi esposa se encuentra sobre mi mientras Danil maneja a toda velocidad para llegar a tiempo, tengo las pelotas en la garganta y el miedo a perderla no se va. Estos últimos meses han sido muy caóticos ya que solo hemos vivido en hospitales, persecución, ataques y solo un poco de tranquilidad. Al llegar al hospital una doctora nos recibe llevándose a mi esposa en una camilla tratar sus heridas, pienso en todo lo sucedido.
El segundo padre de mi esposa la traiciono e intento violarla.
Mato a sus padres por amor ella...
¿Quien hace eso? ¿Que tan enfermo tienes que estar para hacer eso?
Me arrastro por la pared hasta que toco el piso, tomo mi cabeza en mis manos, el haber recuperado a Irina me da una paz que es imposible explicar con palabras, las horas pasan y no recibo respuesta alguna por parte de los enfermeros o doctores, nadie me informa nada y siento que nos nervios me están matando, nana no para de llamar y le dije a Danil que fuera a descansar aunque no quería dejarme solo, lo obligué. Veo a la doctora que atendió a mi esposa salir de una habitación viniendo hacia a mi con una sonrisa ¿coqueta?
Espero Irina no se entere de esto.
«Me mataría de ser así».
—Hola, buenas noches. Me llamo Anyaa Kozlova y seré la doctora a cargo de la señorita Irina Sokolov—me sonríe, humedece sus labios y yo enarco una ceja.
Sonríe levemente.
—Volkov—corrijo—. Irina Volkov, es mi esposa—sus ojos se abren como platos pero aún así no dice nada, quiero reír.
—Disculpe—carraspea—. La señorita ya se encuentra estable, tuvo varios cortes muy profundos que se convirtieron en hemorragias pero pudimos controlarlas, tendrá que estar varios días de reposo—habla—. Cero movimientos bruscos y nada de relaciones sexuales por los momentos ya que podrían afectar en la cicatrización de las heridas, es solo por un periodo corto—asiento—. Y enhorabuena señor Volkov.
Sonríe forzadamente y yo no entiendo lo que quiere decir con ese enhorabuena.
—¿Disculpe?
—La señorita está embarazada—quedó estático, mis respiración se corta, mis manos sudan y un pitido no para de sonar en mi cabeza—. Tiene dos semanas de embarazo, es algo que apenas comienza pero desde ahora les recomiendo llevar este embarazo con calma y sin nada de estes para la señorita ya que será un embarazo de alto riesgo, notamos que había tenido un aborto anteriormente así que es mejor no arriesgarnos.
Mis ojos se abren con desmesurada sorpresa al oír la información, me quedo congelado un momento en mi lugar ¿Embarazada? ¿Mi esposa?
¿Un bebé?
Entonces...
Todo cuadra
Los desayunos en Brasil, las arcadas, el mareo y que últimamente se le antojaba mucho las fresas con crema.
—¿Alto riesgo?—susurro aún en mi trance.
Asiente.
—El feto esta bien, sin embargo Irina no lo está, sufrió muchas heridas las cuales si no tienen el cuidado debido pueden afectar al bebé, algunas de las hemorragias lograron traspasar al estómago su matriz está débil aunque las heridas no llegarán más profundas ¿entiende?—asiento—. Las heridas deben cicatrizar correctamente y tener el cuidado indicado y así podremos evaluar cómo va evolucionando tanto el bebé como ella, espero que no sea por mucho tiempo.
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Amor color carmesí
Ngẫu nhiênMentiras, secretos, muertes, poder, alianzas, un matrimonio arreglado, guerras, odio y muchas cosas por contar. Un Zar. Una asesina. Un agente de la C.I.A. Una mala decisión cambió la vida de todos ¿Para bien? Nadie mas mejor que ellos mismos para a...