Dimitri Volkov.Es que la odio.
No la soporto.
Estoy que la estrangulo.
Es el primer día de Alice quedándose con nosotros y ya quiero estrangularla, de solo saber que está en mi casa me inquieta, trato de que no se acerque mucho a Irina o a mis mellizos; mi nana la ama y no la culpa pero es que ella ama a todo el mundo, sin importar quien sea. Alice no es más que una niñata mimada que lo tuvo todo y la detesto por ser un dolor de culo, siempre queriendo aparentar lo que no es, intenta ser como su hermana y eso es algo que me hace tener un mal sabor en la boca, Irina no sabe lo que nuestro padres intentaron hacer que fue casarme con Alice antes de que yo ordenara que fuera con Irina y no con su loca hermana, me enteré de esto antes de que mi padre muriera pero no le veo relevancia como para que mi esposa lo sepa, estoy muy seguro que ni Alice sabe de esto y es mejor así.
Me encuentro en mi oficina terminando algunas entregas hasta que recibo una llamada de Killian Dávila viejo amigo y socio, Killian es dueño de la mafia mexicana más poderosa, el y su hermano son un dolor en el culo pero son buenos amigos, Irina hasta ahora no ha tenido el placer de conocerlos en persona pero los tiene presente.
Llamada entrante.
—No pensé que pudieras estar tanto tiempo sin mi—digo como saludo.
Carcajea a través de la línea.
—Estoy en Rusia, quiero verte.
—No soy tan fácil Dávila, invítame un trago primero.
—Habrá más que tragos—río.
—Estoy casado—le recuerdo—. Donde mi esposa sepa que ando en cosas malas me corta las pelotas.
—Que mujer ardiente Dimitri—volteo los ojos—. Que suertudote cabron.
—Cállate.
—Te enviaré la ubicación por mensaje.
Cuelga.
Recibo la ubicación pero la ignoro para seguir trabajando, bajo para almorzar cuando nana me informa que la comida está lista, beso a mi esposa al llegar a la mesa, Alice me mira y le saco la lengua al sentarme en mi puesto.
—¿Como le pondrán?—pregunta Alice y tanto mi esposa como yo la miramos confundidos—. A los mellizos.
—¿Que te importa?—ataco.
—!Dimitri! Yo no te eduqué así—dice mi nana y suspiro.
—Todavía no hemos elegido nombres—responde mi esposa a duras penas.
—Debería uno llevar mi nombre—sonríe.
—Ni porque fuera la única opción en el mundo haría eso—trate de callarme pero mi impulso pudo más conmigo.
—Ruso...—advierte mi esposa y me callo.
—No tengo apetito, saldré con unos amigos—se levanta de la mesa sin terminar su comida, veo a Irina con intenciones de reprenderla pero aprieto un poco su mano para que se contenga, me mira y niego—. Nos vemos luego familia— le da un beso de despedida a su hermosa tocándole cómo puede su abdomen.
La veo irse y miro a mi esposa quien está un poco pálida.
—¿Te sientes bien cariño?
—Solo son mareos.
Asiento.
—Odio que toque a mis mellizos.
—Odias todo lo que tenga que ver con mi hermana.
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Amor color carmesí
AléatoireMentiras, secretos, muertes, poder, alianzas, un matrimonio arreglado, guerras, odio y muchas cosas por contar. Un Zar. Una asesina. Un agente de la C.I.A. Una mala decisión cambió la vida de todos ¿Para bien? Nadie mas mejor que ellos mismos para a...