CAPITULO 59

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Bali, Indonesia.

Las emociones que siento desde que mis pequeños se movieron era felicidad pura, no sabía cómo se sentía respirar felicidad y ahora mismo lo siento, tengo un esposo maravillo, mis mellizos y eso es como tenerlo todo, eran unos de los momentos más felices y entonces, nos relajamos. Nos encontramos en bali-Indonesia festejando la felicidad, festejando el amor y la familia. Y si, ha sido un viaje familiar que he organizado yo, vino Danil, Kirill, Verá, mi marido y yo. Recién aterrizamos y estamos yendo directo al hotel.

Dejamos las maletas en la suite para bajar a comer algo. Comemos MIE GORENG que consiste en fideos asados y verduras. El viaje ha sido un poco agotador ya que fueron 14:18 horas, volvemos a la suite para descansar.

Al despertar disfrutamos de las ricas comidas de bali, paseamos en can am por toda la zona. Tuvimos un rico descanso en unas tumbonas cerca de la plaza y luego terminamos en un bar cerca del hotel, bebimos hasta tequila hasta el cansancio.

•••

A la mañana siguiente nos levantamos muy temprano gracias a los cambios de horarios son 5 horas por delante de Moscú, luego de salir de un largo baño me coloco un vestido floral y veraniego, se ciñe a mi figura haciéndome lucir mi panza más grande, Dimitri va informal pero acorde al lugar, salimos de la habitación cuando estamos listos encontrándonos con todos en el living del hotel. En el hotel donde nos encontramos es uno de los míos, y si es un sueño total, me enfoco mucho en que mis empresas y negocios tengan lo mejor, y lo he logrado claramente. Desayunamos algo ligero y salimos a conocer bali.

Bali es mejor conocido por sus playas, volcanes, su cultura y matrimonios espirituales. Hoy decidimos empezar por las playas, Kuta, la estación balnearia. Mejor conocida por sus olas y su maravilloso equipo de surf. Me quito el vestido quedando el un traje de baño de dos piezas que hace relucir mi panza, me meto al mar dejando que las olas me lleven con ellas, siento un cuerpo detrás de mi y Dimitri me sonríe, me abraza por la espalda acariciando mi bulto dejado del agua.

—Me encanta verte feliz—murmura besando mi cuello.

—Tú y mis hijos me hacen feliz.

Sonríe y ambos nadamos un poco, rentamos unas motos de agua y un amargo recuerdo viene a mi.

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Miro a Dimitri y cuando me asiente empezamos a disparar y lanzarnos a una de las motos, nos ponemos en marcha a la orilla mientras Dimitri acelera viendo como la C.I.A nos persigue en una lancha disparando sin importar nada, disparo mientras Dimitri me pasa su teléfono que logro tomarlo de la tumbona antes de todo esto.

— Llama a Danil — es su mano derecha en guardaespaldas, quería darle el día libre pero con todo esto no se podrá.

Cómo puedo llamo y me pongo el teléfono en el oído mientras trato de disparar al mismo tiempo, escucho cuando Danil contesta pero se le escucha muy poco así que decido hablar callándolo.

— Danil nos emboscaron, tienes que venir por nosotros, estamos en la isla. Ya sabes lo que tienes que hacer — cuelgo guardando el teléfono en el chaleco de Dimitri.

— DISPARA NOS ALCANZAN — grita mi esposo, acelerando.

— ¡Me estoy quedando sin balas! — gritó, viendo que ya casi llegamos a la isla.

Pero cuando volteo para seguir disparando siento un gran dolor en mi hombro haciendo que me pierda el equilibrio y caigo de la moto.

— ¡IRINA! — es lo último que escuchó

Amor color carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora