Dimitri Volkov.Estos días son mi esposa no han sido buenos y tengo que admitirlo, gracias a que le he ocultado lo de la carta la he descuidado, me la paso todo el día en mi oficina trabajando buscando al dueño de la carta pero no encuentro nada. El día que mi esposa se fue de mansión como buen esposo si estaba desesperado ya que no quería que se fuera pero la entendí, a parte de que sabría a dónde iría, siempre tengo a una docena de hombre alertándome de sus movimientos así que solo por esa razón le doy su espacio, aunque no sea sola. Las noches han sido duras y su olor ya no se siente en la cama pero trato de respetar su decisión, pronto volverá.
Cuando supe que vino a una disco de inmediato supe de quién fue la idea, obviamente reprendí a Madeline por alcahuetearle las ideas a mi esposa pero ella solo se rió en mi cara, diciendo que ella merece divertirse. Me encuentro sentado en una silla en la oscuridad de una esquina admirando a mi esposa bailar todas las canciones que suenan, es uña disco latina, solo música en español y algunas en inglés pero aún así logro entenderlas. Una canción se adueña de la pista y todo comienzan a gritar y levantarse para bailar.
—¡ Apart de Ricky Blaze!—grita el dj y todos se alocan.
Mi esposa no está muy concentrada en lo que habla el Dj ya que solo baila como si no hubiera un mañana, me levanto de mi puesto y parece notarlo ya que me mira atenta mientras menea su cintura de un lado a otro, miro a mi alrededor notando que casi todos los hombres la observan fascinados por sus movimientos, baja un poco para volver a subir sin dejar de moverse poniendo a babear a más de uno, mira a su alrededor notando lo que ha causado sonriendo victoriosa. Su sonrisa desaparece haciendo aparecer la mía cuando avanzo moviendo mis caderas al ritmo de la música demostrándole que no es la única que sabe cómo llamar la atención.
Las mujeres enloquecen y pelean para acercarse, nos las culpo ya que no todos los días ves a un dios griego moviendo sus maderas de una manera tan sensual y con mucho estilo. Le guiño un ojo y sonrío mientras avanzo cada vez más, escuchó varios suspiros y quiero reírme por tanto descaro por parte de las mujeres. Llego hasta dónde está Irina y la tomo de la cintura sin dejar de movernos para hacerla bailar sobre mi bulto, nos movemos al ritmo de la música y ella no deja de restregarse sobre mi.
—Promise I'll keep ya closer to my heart —canto en su oído haciendo que mi voz salga mas grave de lo normal, me toca tomarla fuerte de la cintura ya que siento como sus piernas se aflojan haciéndome sonreír en su cuello ya que está dándome la espalda pero aún así no deja de bailar—. Come for me
En menos de cinco segundos de voltea para mirar, salta sobre mi comiéndome la boca como si no hubiera un mañana.
Al parecer a alguien se le despertó el apetito...
La tomo de la cintura para seguirle el beso, nos separamos cuando nos quedamos sin aire.
—Nos vamos casa—informó sacándola de ese lugar, asiente extasiada.
—Mi auto...
—Ya se lo llevaron a casa.
Nos subimos en la camioneta y no paro de besarla ni un segundo, al llegar a casa subimos directo a la habitación .
—Follame—pide al llegar a la habitación.
Me prende esta versión de ella. Así sin tabú para hablar a la hora de seducirme, esa jodida actitud me pone a mil, me mata así, descarada y dispuesta a darle la espalda al mundo cuando se trata de mí.
Dicen que el mundo es un equilibrio de lo bueno y malo, débil y fuerte, para mi no es más que basura que dice la gente para hacer que te lo creas, pienso que cuando llega una persona con la cual compartes lo mismos demonios y se fusionan pueden ser inquebrantables como lo de nosotros.
ESTÁS LEYENDO
Amor color carmesí
CasualeMentiras, secretos, muertes, poder, alianzas, un matrimonio arreglado, guerras, odio y muchas cosas por contar. Un Zar. Una asesina. Un agente de la C.I.A. Una mala decisión cambió la vida de todos ¿Para bien? Nadie mas mejor que ellos mismos para a...