CAPÍTULO 12

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Maximiliano Russo.

Me levanto treinta minutos antes de que suene la espantosa alarma, tengo tanto tiempo levantándome a esta hora que ya mi cuerpo y cerebro se acostumbraron a levantarse treinta o a veces diez minutos antes que la alarma suene, decido ir a darme una ducha notando por el balcón de mi habitación que se encuentra oscuro todavía, ya que a penas son las 5am, tengo que estar en el cuartel a las siete pero mi casa se encuentra en el centro y el cuartel saliendo de la ciudad a parte para que me dé tiempo de comer y vestirme tranquilamente me tengo que levantar a esa hora.

Salgo de la ducha y me coloco mi uniforme de la C.I.A, hace un tiempo trabajaba en la C.I.A en Estados Unidos y si soy Italiano pero luego de terminar mi estudios preferí ejercer mi carera en los EEUU, desde hace tiempo teníamos en la mira la Bratva de Rusia, ya que Dimitri Volkov el Zar de esta misma nos la puso muy difícil pero logramos seguirle el caso cada vez que podemos, supimos de él gracias a que mato a varios mafiosos en Estados Unidos y los pocos hombres de seguridad que dejaba vivos decidieron colaborar con nosotros por una rebaja de pena, cuando vimos lo peligroso que podría llegar a ser Volkov mis superiores decidieron mandarme hasta Rusia y poder seguir sus pasos más de cerca.

Me mudé aquí a Rusia temporalmente y trabajo en un cuartel secreto de inteligencia rusa, ayudándome a conseguir más sobre Volkov, todo era laboral hasta que supe que se había casado con Irina Sokolova ahora de Volkov, la sicaria pelirroja más buscada de Rusia y EEUU ya que le hacía favores a su padre y a la Bratva ocasionalmente, está a sido la causante de muchas muertes de políticos, gobernadores, mafioso entre otras personas, está a diferencia a su esposo es poco discreta y siempre deja huella por dónde pase, dejándole a sus víctimas un beso color rojo carmesí en cualquier lugar de su cuerpo, no sé lo que me pasa con ella que desde que me pusieron al mando de este caso no puedo sacarla de mi cabeza y mucho menos desde ese momento tan intimo en el velero y el callejón, el tiro que me dejo no hizo más que preocupar a mi superiores pero yo no le di importa, me sorprendió su forma tan poco sutil de decirme por texto que me dejo vivo solo porque quiso, pero solo sé que debo poner mi cabeza en control y ponerlos tras las rejas sin que vuelvan a ver la luz del sol.

Desde ese momento en el callejón tengo millones de dudas y preguntas pero cero respuesta, ¿por qué matar a los Bianchi?, ¿por qué matarlos a todos?, dejándome con la duda de porque empezó toda esta carnicería. Donato empezó a ser fundamental en la investigación gracias a lo que paso ese día, ya que ese caso se lo dejaron a la C.I.A de Italia.

—Concéntrate Masso— me digo a mi mismo saliendo de mis pensamientos para terminar de vestirme, comer e ir directo al cuartel.

Al llegar al cuartel me estaciono afuera del gran portón viendo a un guardia de seguridad, así me conozcan me piden la identificación que al verifica que todo esté en orden me deja pasar, estaciono en el parking y voy directo a mi oficina para seguir trabajando en el caso.

—Agente Russo los archivos que pidió— me encuentro a Megan James, una asistente y agente ocasionalmente que me autorizó la C.I.A de Estados Unidos para que me ayudara desde acá.

—Gracias agente James—veo como se sonroja de inmediato haciéndome poner de mal humor, James está atraída por mi desde que llegue a la C.I.A y se me ha insinuado millones de veces pero siempre que le recuerdo su lugar se hace la ofendida—Cuando puedas revisa a ver qué más puedes encontrar y lo haces llegar a mi oficina.

Asiente mientras se despide y camina a su oficina, ahorita estamos trabajando en unos archivos que conseguimos, se trata de un informante y un investigador que han logrado darnos información y mandan cada semana archivos con lo que pudieron recopilar sobre el Zar y la ahora Reina de la Bratva. Camino a mi oficina y abro los archivos sorprendiéndome con lo que leo.

Amor color carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora