CAPITULO 15

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  Hace una media hora que nos levantamos y créanme que fue salir de la cama ya que el cansancio físico y mental me están pasando factura, nos encontramos desayunando para luego ir a comprar nuestros atuendos para la celebración? Sigo pensando que con algo íntimo bastaba pero bueno.

—Hay algo que debo contarte—dice Dimitri luego de dejar el iPad en un lado. Asiento dispuesta a escucharlo—. El día que te encontré en el cuarto rojo venía de matar a uno de los guardaespaldas de Bianchi, había recibido una llamada de Danil confirmando que el hombre hablaría con la C.I.A, según lo que me contó Danil tenía nuestra ubicación. Quise deshacerme del problema lo antes posible.

—Entiendo.

—Debí decírtelo antes pero lo pasé por alto con todo lo qué pasó por la noche.

—Tranquilo, todo bien.

  No me molesta, solo pienso que debió hacerme informado antes de ir pero no es algo a lo que le vaya a tomar mucha importancia. Luego de desayunar vamos a la boutique donde yo compraré mi vestido, después de un rato bien nada me llama la atención.

—No hay nada que me guste—le digo a Dimitri quien se encuentra sentado en uno de los sillones frente a los probadores.

—Busca bien pequeña, seguro habrá algo que te guste.

  Luego de un rato, encuentro un vestido que me gusta y voy directo a probármelo. Salgo de el vestido y Dimitri alza su mirada hipnotizado por el vestido, es color negro con una abertura del lado izquierdo muy profundo, escote de corazón y diamantes incrustados haciendo la silueta de un corset, espalda cerrada por el cierre bajo y unos guantes negros, de accesorios trae anillos y pulseras de plata, sus respectivos tacones negros a juego.

—Te vez fantástica.

—Me lo llevo—digo emocionada a por fin haber encontrado algo que me gustada.

Dimitri paga y nos fuimos en busca de su traje, para cuando tenemos todo volvemos a la mansión para ir a arreglarnos, nos metemos a darnos una ducha y vestirnos, me maquillo quedando conforme con el resultado y coloco un labial rojo, perfume y todo mis cosas en el bolso, bajo viendo a Dimitri esperarme en la entrada con su traje color negro que le queda como anillo al dedo, me da una sonrisa y llego a su lado para besarlo susurrándole al oído.

—Ese traje resalta tus 23.5cm de humildad—lo escuchó carcajear y sacarme fuera de la mansión para irnos.

  La fiesta será en uno de los hoteles que tiene Dimitri aquí en la ciudad. Nuestro hogar es algo íntimo de nosotros por ende no queremos invadirla con los socios y conocidos de Dimitri. Al llegar me presenta con varios de sus socios, a su familia que se encuentra también aquí, mi padre y Alice también pero no nos acercamos muchos, nos detenemos frente a un señor rubio pero con algo de canas, barba rojiza y gordo, está acompañado de una señora un poco más joven que él ya que a señor le calculo unos 50 y a ella unos 40, lleva un vestido ceñido al cuerpo pero que le queda muy bien, nos dan una sonrisa cuando nos ven llegar.

—Pinche mocoso, escurridizo. ¿Cómo está mi buen amigo Dimitri?—habla en español pero no le reconozco muy bien el acento hasta que Dimitri lo presenta.

—¡Mi gran amigo el Güero Cruz, te presento a mi esposa Irina Volkov!, pequeña el es mi socio de México y un gran amigo, Carlos Cruz mejor conocido como el "Güero Cruz"— el señor me mira y escanea, agradezco mucho que no sea una mirada juzgadora y mucho menos perversa como otras.

—¡Un placer!—extiendo mi mano y la recibe para darme un beso en torso de está.

—Ella es mi esposa Rubí Cruz—me presenta a la mujer a su lado, la saludo y me sonríe amablemente.

Amor color carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora