Amor color carmesí

CAPÍTULO 18

Dimitri Volkov.

Después de lo qué pasó en la bodega abandonada no hemos hecho mucho la verdad, el negocio nos ha tenido un poco ocupados gracias a que ya no hacemos las entregas personales a socios que apenas estén comenzando gracias a Hasan, de vez en cuando solemos ir para ayudar a Ahmet a empacar.

Entre Irina y yo las cosas están bien hasta dónde caben, hemos estado jugando un poco en el cuarto rojo y compartiendo más como pareja, de la C.I.A no hemos sabido nada, al perecer sólo encontraron a los hombres que le matamos a Hasan, de él y su hermano no hay rastro y es mejor que siga así, el hijo de Donato es un problema que también me tiene con la mente ocupada.

—Dimitri te están llamando—Irina me hace salir de mis pensamientos y contesto la llamada.

Llamada entrante...

—Pero como se nota que cuando hay santos nuevos, los viejos ya no hacemos milagros— habla del otro lado de la línea uno de mis mejores amigos y socio Damon O'Conner, es estadounidense y se la maneja con la venta de armas.

—Serías santo de brujería negra porque bueno como la magia blanca no creo que seas—lo escuchó carcajear y sonrío—. ¿A que debo el honor de tu llamada?.

—Somos mejores amigos ¿acaso no puedo llamarte de vez en cuando para saludar?—pregunta y le respondo con un no—. Tengo a unas personas interesadas en comprar FHRM, pero quieren ver las reacciones de esta en persona y que su dueño esté presente.

—Sabes que no puedo viajar Damon, tengo demasiado trabajo aquí y muchas cosas que arreglar. Hasan intentó matarme de nuevo y tengo que ocuparme de ese idiota—suspiró con pesadez, por mucho que me gusta que Damon me traiga clientes nuevos esta vez pasaré—. ¿Quienes son?

—Son de todas partes del mundo, un mexicano, un coreano, francés e italiano por los momentos. A parte necesitaba que me ayudarás a conseguir un armamento que me robaron—carcajeó.

—¿Quien se atreve a robarte y que no sepas quién es?

—Un idiota que no sabe con quien se mete—gruñe—. Oye y disculpa otra vez por no poder ir a la coronación de tu esposa, Madeline no se sentía bien para viajar.

—No te preocupes con la Isla que le compraste a mi esposa y que sigo sin decirle es suficiente disculpas, ¿como sigue Made?—pregunto curioso, Madeline es su esposa y mi mejor amiga, nos conocemos hace tiempo y nos llevamos muy bien, por problemas personales no pudieron asistir a la boda y mucho menos a la coronación. La vida de Made es muy complicada y entiendo eso—. Mándale saludos de mi parte.

—Los apreciara bastante. Está un poco preocupada con está reunión de socios, es importante que asistas Dy.

—No puedo ir Damon, veré que puedo hacer. Te llamo después.

—Tienes que darme una respuesta hasta la noche, hablamos luego.

  Cuelgo y miro de nuevo a mi esposa, después que nos levantamos tomamos una ducha y desayunamos desde entonces estamos en mi oficina pasando el día entre llamadas y entregas que y teníamos pendiente, por mucho que quisiera ayudar a Damon no puedo tirar todo aquí e irme, necesito saber que ha pasado con Hasan y que la C.I.A no tumbe las entregas de esta semana que son muchas.

—¿Quien era?—pregunta mi curiosa esposa.

—Mi mejor amigo, no te había hablado de él ¿verdad?—niega y decido que es el mejor momento—. Damon O'Conner, es mi socio y mejor amigo, nos conocimos cuando nuestros padres era socios y a Damon lo llevaban a las reuniones como a mi, platicamos y entrenábamos juntos a veces, es estadounidense y el más buscado de EEUU por ventas de armas y distribución de mi droga, no pudo asistir a la boda ni a la coronación porque su esposa Madeline era trata de blanca, el la saco de ese mundo y su proxeneta la está buscando por cielo, mar y tierra, he incluso un tiempo la tuvimos aquí porque él había invadido su mansión en Las Vegas—murmuró mientras sigo concentrado en los papeles pero puedo ver su cara de asombro—. Es una de mis mejores amigas, los tres hemos sido muy unidos y su relación no ha sido fácil, quieren que vaya a Las Vegas para una demostración de los efectos de mi droga con unas compradores pero no puedo asistir.