-¿Me veo bien?- Preguntó Emma dando una vuelta, quería que sus amigas le dieran su opinión- Ni siquiera pude traer otro tipo de ropa.
-Tomando en cuenta que nos engañaste para que viniéramos nuestros atuendos tampoco son tan apropiados- Kaya miró su falda corta estilo vaquera y su blusa favorita, la única que le gustaba, la turquesa.
-Emma, aparece ropa y ya, tus poderes no sólo sirven para conseguir cafés gratis- Le recordó Madison sonriente.
-Tienes razón- Chasqueó los dedos y en su mano apareció un vestido negro- Ahora ¿dónde me cambio?
-Estamos en un callejón, hazlo detrás de esos contenedores, no permitiré que te violen si eso es lo que te preocupa-
La sola mención de esa palabra hizo que Madison se tensara, sus hombros se pusieron rígidos, las náuseas le llegaron de golpe, ellas no sabían nada sobre ese asunto.
-Maddie, ¿qué sucede?- Emma posó una mano en su brazo, la humana estaba muy fría- Estás helada.
-La sangre abandonó tu rostro- Con cuidado Kaya levantó la cara de Madison- ¿Te sientes mal?
-No... Sólo... Fue un mareo-
-Si quieres mejor no entramos- Sugirió Kaya- Allí adentro estarán muchos vampiros.
-No, no se preocupen, Emma, cámbiate- Les sonrió- Sólo fue un mareo.
-Está bien, ahora vuelvo- No muy convencida Emma se alejó un poco y empezó a desvestirse.
-Luke es un idiota, mira que dejarnos detrás del local, en el callejón- Refunfuñó Kaya molesta.
La puerta que daba al interior del local se abrió y por ella salió Luke con una expresión seria, no venía a jugar y eso en él, era escalofriante.
-Vamos, ya estamos listos- Detrás de él salieron seis vampiros enormes, tenían toda la finta de asesinos y nadie dudaba de eso, vestían en su mayoría prendas de color negro.
-Todavía no, Luke, Emma se está cambiando-
-Bueno, mientras te presento, Maddie- Se hizo a un lado, para que pudiera ver a los vampiros encargados de su seguridad- Ellos son tu escolta, Klaus los escogió y son lo mejor de lo mejor.
-Señorita, nosotros la protegeremos, nadie la tocará- Uno de ellos dio un paso al frente e hizo una leve inclinación de cabeza- Será un honor protegerla.
-Gracias, encantada de conocerlos- Los vampiros mostraron una mueca parecida a una sonrisa.
-Discúlpalos, Madison, ellos no sonríen muy a menudo- La voz de Lukas hizo que se sobresaltara- Pero tranquila, yo también estaré junto a ti.
-Si, bueno, ya terminé ¿entramos?- El vestido verde colgaba de la mano de Emma, ahora traía puesto el negro y se veía fabulosa- Hay que poner la marca a nuestros amigos y quiero que sea para hoy.
-Tranquila, Emma, tenemos mucho tiempo para hacerlo- Luke caminó hacia ella y le puso una mano en la espalda baja, con suavidad la empujó un poco- Pero ellos también están impacientes, así que será mejor que nos apresuremos.
Los seis vampiros se posicionaron alrededor de Madison.
-Me siento muy pequeña, ustedes son enormes- Tuvo que levantar la cabeza para verlos- Los envidio.
Los vampiros le dedicaron una mirada divertida, esa humana les caía bien.
Al entrar al local se encontraron con un pasillo vacío y algo angosto, la escolta de Madison tenía que acomodarse en fila para poder pasar, sus amplios hombros chocaban con las paredes de los costados.