-Yunuen... -
Al oír la voz de su amigo unas increíbles ganas de abrazarlo se apoderaron de ella, los ojos se le volvieron a llenar de lágrimas, todavía no creía que Klaus estiviese allí, vivo.
Con el dorso de su mano quitó las lágrimas, levantó el rostro y lo observó, esperaba encontrar la mirada ciega de Klaus pero lo que encontró fue que el ojo que se encontraba sin vendas la analizaba de los pies a la cabeza.
-Klaus... - Su voz sonaba estrangulada- ¿Puedes ver?
Trató de no reír y con mucho esfuerzo lo consiguió, tendría que fingir demasiado bien, una "tímida" sonrisa se extendió por su rostro.
- Sí, al fin puedo verte- La confusión de Yunuen era evidente- Sucedió hace más o menos un año, mi vista comenzó a sanar lentamente.
Klaus sabía que ganarse de nuevo a Yunuen era algo primordial, ya tenía a Alison de su lado y gracias a ella habían logrado grandes avances con respecto a a los Cazadores, si la pelirroja aceptaba unirse a él nada lo detendría.
-No sabes cuánto sufrí al enterarme que habías desparecido- Le dijo de repente- Tu muerte era segura.
"Aquí empieza el teatro" pensó Klaus.
-¿Porqué me llevaron esas... Cosas?- Preguntó, realmente le dolió referirse a los vampiros así- Ellos eran demasiado fuertes y rápidos.
-Eres parte de una familia importante en nuestro mundo...
-El hombre que me encontró los llamó vampiros- Puso una cara de confusión.
-Sí, Klaus, eran vampiros- Frunció el ceño- Todos nosotros, tu familia, somos los encargados de que esos monstruos dejen de existir, los cazamos.
Apretó los dientes al oírla hablar de esa forma de su raza, ellos eran más superiores de lo que los humanos llegarían a ser jamás, tenía que cambiar de tema o no controlaría lo que saldría de su boca.
No tuvo necesidad de hacer nada, parecía que Yunuen tampoco quería hablar sobre ese tema, otra vez se le quedó mirando embobada, sin decir nada.
-Sé que me veo deprimente con todos éstos aparatos pero no es para que me mires así.
-Has cambiado- No sólo físicamente, la forma de expresarse era distinta.
-Tú también, ya no eres tan alegre como antes- Era algo que había notado desde que la miró por primera vez, algo no encajaba.
-Lo sé- Trató de sonreír.
Un silencio incómodo se instaló entre ellos, no sabían qué decir.
-Ven aquí- El lado dominante de Klaus salió a flote- Es la primera vez que te veo, quiero apreciarte bien.
Yunuen acortó los pasos que los separaban, ahora se encontraba al lado de la cama donde Klaus tenía un plano completo de su cara.
-Eres hermosa- En esos momentos desearía tener sus ojos de vampiro, los colores y texturas eran más nítidos con ellos.
Las mejillas pálidas de Yunuen se tornaron de un color rojo cereza, aún tenía sentimientos hacia Klaus y no sólo de amistad, él no sabía lo que sus palabras le hacían a su corazón.
-Sería raro decirte que eres hermoso, así que me quedo con guapo.
-Soy más que eso, soy sexy- Arqueó una ceja- Acéptalo.
-Está bien, está bien- Pasó una mano por el cabello de Klaus- Eres sexy.
-Ahora que me has confirmado algo que ya sabía...- Yunuen rodó los ojos-... ¿Podrías traerme algo de beber? Mi garganta está seca.