Decenas de vampiros se encontraban esperando a su reina en la gigantesca sala de su casa, había hombres y mujeres por igual, ellos eran la guardia personal de Lilith.
Desde que Nathan los había llamado se habían preparado, por lo que les había dicho el joven vampiro su reina estaba furiosa, los Cazadores mataron a muchos de los suyos.
Oyeron como las puertas que se encontraban en lo alto de las escaleras gemelas se abrían, rápidamente miraron hacia allí y vieron a su creadora.
Pocas veces se veía a su reina vestida así.
Llevaba un pantalón de cuero, acompañado con una blusa y unas botas, todo estrictamente de color negro. No llevaba nada más, ningún arma, ella podía ser más letal que todo un arsenal completo.
-Esta noche veremos lo que los Cazadores hacen- Dijo con voz neutral- Y ellos sabrán de lo que somos capaces.
Todos los vampiros ahí reunidos sonrieron con verdadera alegría, a ellos les encantaba matar Cazadores.
-Decidí que yo personalmente asesinaré a los líderes, siempre vienen dos o tres- Suspiró- Como sé que les gusta matar Cazadores, dejaré que asesinen a el resto y como son tan cobardes serán muchos.
Darwel apareció detrás de Lilith y empezó a asignar líderes, para que dirigieran al resto.
-Gina, Tom y Brad, serán los líderes, los demás tendrán que seguirlos- Se cruzó de brazos- Gina, tu grupo se encargará de la parte trasera, Tom, el tuyo estará en los costados y por último, Brad, tu equipo estará en la entrada, sean lo más discretos posible, queremos sorprenderles y ver cómo se sienten acorralados.
-Pero, tengo que advertirles, no se dejen llevar por el enojo, verán a muchos vampiros muertos y torturados- Incluso Lilith tendría que controlarse- Pequeños, háganme sentir orgullosa.
Después de dar las últimas indicaciones todos salieron de la mansión, afuera los esperaban camionetas y autos negros.
Partieron en plena noche, ya casi daban las 12, esto iba a ser divertido.
La noche estaba completamente despejada, se podía ver incluso la luna.
-Hoy es un buen día para asesinar- Dijo Nathan- Es como ir a Disneylandia sangriento.
-Esto será mucho mejor que Disneylandia, querido- Lilith sonrió- Será la primera vez que sientan lo que es desgarrar el cuello del enemigo.
Tanto Luke como Nathan sabían que se dirigía a ellos, ya que Darwel era mucho más anciano y más experimentado.
El auto avanzaba rápido, ya habían dejado el bosque que rodeaba la casa de Lilith varios kilómetros atrás, incluso podían ver las luces de los rascacielos. Se estaban acercando a la ciudad.
Lilith sabía que ese noche descargaría un poco del resentimiento que sentía hacia los Cazadores.
Mientras pasaban por la parte decente de la ciudad, Lilith pudo ver a muchas madres con sus hijos en brazos, su corazón se encogió, cuando Klaus había nacido hace más de 100 años, ella sólo lo pudo tener a su lado unos cuantos meses, después su padre la encontró y quemó a su hijo frente a ella.
Su hijo.
Pronto lo tendría con ella, necesitaba abrazarlo y decirle que lo quería, ya era mucho tiempo separados.
Se parecía tanto a su padre, en el aspecto físico no, pero en el carácter eran casi iguales.
El padre de su hijo era el único hombre que había amado, tan fuerte y majestuoso, la había cautivado desde que lo había visto, todavía no olvidaba su rostro y tenía la certeza de que nunca lo olvidaría.