𝐑𝐄𝐒𝐈𝐋𝐈𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀 - Psic. Quinn

- DESNUDA -

N.Y.E. Bar
Manhattan, NY.

–Aysel, pero nunca te ha importado que la gente sepa a lo que te dedicas. –Bella seguía sin entender mi preocupación.

–No es eso; él está evaluándome para no ir a la cárcel y yo le mentí sobre mi profesión porque tenía miedo de que no me creyera, a nosotras jamás nos creen, –aseguré – en especial a mí. –dije en voz baja.

Aunque muy dentro también era lo expuesta y vulnerable que me sentía ante él, los sentimientos, las emociones y algo más que no entendía, me hacía sentir pudor; nadie me había visto tan desnuda como él, y no me refiero al cuerpo.

–Tenías puesto el antifaz, tu maquillaje es muy cargado y traes una peluca negra, yo no creo que te haya reconocido Aysel.

–Puede ser, solo que al reconocerlo entré en pánico. Lo que no entiendo es en qué momento se afilió, ¿acaso él ya había venido?

–Averigua con Jamie, y si tienes algún problema él puede apoyarte, lo sabes. – Bella tenía razón, Jamie no iba a permitir que nada me pasara, pero yo no quería que tomara medidas tan extremas, no aún.

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Me cambié la ropa por un vestido, pero me dejé la peluca y el antifaz, y sin cruzar el bar llegué hasta su oficina con mi seguridad, justo como lo dijo Bella, él me apoyaría.

–No recuerdo haber sido yo quien lo aprobara. – Jamie de inmediato entró al sistema para revisar la fecha de afiliación, no era un nombre que él recordara.

–Estaba con alguien que jamás había visto tampoco. –le avisé recordando perfectamente el rostro de su acompañante.

–Fue la semana pasada, son los últimos socios afiliados, aquí está el registro; fue Rebecca quien los autorizó. Llegó recomendado junto a Connor Emery, ¿lo conoces? – preguntó.

Me sorprendí y recordé que en alguna ocasión Ivona mencionó el apellido de Connor. – Si, creo que es amigo del padre de Ivona.

–¿Eso nos traerá problemas con ella? – a su preocupación se sumó ella –¿Debo protegerla también? – Jamie sabía que la familia de Ivona no estaba enterada de donde trabajaba, y entendiendo su posición sabía que podría tener problemas.

–Hablaré con ella por la mañana, puede que me esté equivocando o sea un homónimo, te haré saber en cuanto me lo diga.

–Por ahora no bajes al bar hasta que no estemos seguros, tu espectáculo terminó así que ve a casa, evitemos todo contacto hasta que no sepas si te reconoció. –Jamie no escatimaría en nada que nos hiciera sentir cómodas.

–Lo haré, envíame el chofer por el elevador privado, por favor. – le solicité.

Coloqué de nuevo mi antifaz y di un abrazo reconfortante a mi Jamie.

–No permitiré que vayas a la cárcel, te lo prometo. – me aseguró y sus brazos me sujetaban la espalda y la cabeza, era tan paternal y cálido que dejé que el abrazo durara tanto como lo necesitaba.

Salí al pasillo y mi seguridad iba escoltándome, caminaba aún perdida en mis pensamientos y en tratar de recordar si el tal "Connor" era el mismo que llamaba a Ivona por la mañana; y si era así, entender la conexión con el psicólogo.

Salimos del área de alta seguridad y cruzamos un pasillo lateral a la zona entre el bar y los "privados", cuando frente a mi apareció él, apenas sus ojos hicieron contacto con los míos y de nuevo quedé estupefacta.

Frené y di la media vuelta, mi seguridad estaba preparada, sabía que era la señal para intervenir.

–Caballero esta área es exclusiva, ¿solicitó algún servicio? Alguien debería acompañarlo hasta aquí de ser así. – Oliver se acercó hasta quedar frente a Joseph y obstruir su visibilidad a mí.