𝐑𝐄𝐒𝐈𝐋𝐈𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀 - Psic. Quinn

- SECRETOS -

—Por favor, tranquilízate, Connor. — escucho la voz de Joseph tratando de calmarlo mientras Mara me entrega una taza de líquido caliente que huele bien.

—Tómelo señorita Ays, le prometo que le hará bien. — la mujer susurra para mí y me mira compasiva, pero también está asustada y no ha parado de disculparse por haber dejado entrar a Rebecca o Amanda... o como diablos se llame.

—¡¿Cómo es qué le permitieron hacer esto?! Debieron tener mayor seguridad, ¿dónde está Oliver? — Connor grita como un poseso.

—Oliver no está en el país, tenía que hacer algo especial. Ivona está tranquila ahora, le administramos un sedante que la hará dormir hasta mañana. — Joseph intenta explicarle.

—¿Por qué no nos llamó si se iba a ir? Pude estar al pie del edificio, contratar a la guardia del presidente si es necesario. ¿Y de dónde sacan ustedes sedantes? — es entonces que la intensidad en sus palabras llama mi atención.

—¿Por qué de repente Rebecca se volvió tan peligrosa para ti? — dejo mi té en la mesilla y me pongo de pie caminando hacia él. —¿Por qué actúas así?

Bufa de la rabia y miro a Joseph, él al igual que yo está sospechando y noto ese ligero movimiento en su ceja, es la señal de que su parte de psicoterapeuta está activo, entonces continúo hablando.

—Esta mañana yo vi a Rebecca en el bar. Me preguntó por Ivona, pero no había un interés especial por ella. ¿Acaso tú sabes por qué el cambio tan repentino? — no me mira a los ojos, los evade por todo el lugar y sigue moviéndose desesperado.

—¿Connor? — Joseph me secunda con un tono de mando que no puede ignorar y por fin comienza a hablar.

—Fue a verme a medio día. Imagino que después de hablar contigo. — pasa sus manos por el rostro al recordar. —Está fuera de control.

—¿Por qué? — evade mi pregunta mirando al pasillo de la habitación de Ivona.

—Me la voy a llevar, aquí no es seguro para ella. — responde y está a punto de dar un paso pero me interpongo en su camino.

—Te hice una pregunta. — le digo cansada; estoy agotada y ya no quiero lidiar con tonterías. Quizá mi apariencia lo convence y deja de resistirse, se relaja y comienza a hablar.

—No soporta la idea de que ella y yo estemos juntos y me lo hizo saber como ella acostumbra. — Joseph parece entender de lo que habla y se muestra indignado, pero yo sigo confusa.

—¿Cómo? — continúo cuestionando.

—¿También te puso un somnífero para obligarte a acostarte con ella? — la voz de Bella aparece en el otro pasillo que da a nuestras habitaciones.

—¿De qué hablas, Bella? — pregunto sin entender.

—Rebecca así abusaba de Jamie cada que él intentaba terminar con ella, se aprovechaba de lo que él estuviera bebiendo y cuando él ya no tenía voluntad, cedía ante ella. — mira a Connor. —Eso hizo, ¿verdad? — todos lo miramos esperando una respuesta.

—Me la voy a llevar. — dice autoritario, dejándonos con la incógnita y camina hacia su habitación.

Yo no puedo pensar más.

Jamie, ¿dónde estás?

Él sabría que hacer, él nos quitaría de encima a Rebecca y nos pondría a salvo a todas como siempre lo hizo, como siempre veló por cada una.

—¿Te pudiste comunicar con Oliver? — Joseph pregunta a Bella.

—Si, ya localizaron al objetivo y el primer acercamiento fue negativo de su parte, Christopher no quiere venir. Así que, lo van a invitar de otra manera en un par de horas y para medio día ya deben estar aquí.