- INCERTIDUMBRE -

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Viajaba dentro de un taxi reviviendo las escenas de lo que recién acaba de ocurrirme. Tras la ventana, las luces de la ciudad brillaban más y los colores parecían mucho más vívidos.

No puedo mentirme a mi misma sobre lo sublime de la experiencia, lo que aun no entiendo es cómo llegué a sentir esta atracción por él.

Apenas hace un mes lo odiaba y hoy lo besé; aún no sé cómo llegamos a eso y no me atrevo a ponerle nombre a lo que pasó. Solo sé que se siente bien cuando ante mi oscuridad, él me lleva a su luz.

Bajé del taxi y entré a uno de mis restaurantes favoritos; gracias a Jamie, podemos pasar de largo las reservaciones y las listas de espera. Él siempre hace buenos tratos.

Tomé la mesa y pedí mi platillo favorito; no era extraño verme sola en alguno de estos lugares, así sin compañía; pero esta noche en especial me habría gustado compartirla con alguien.

Miré a mi alrededor, una pareja cenaba a dos mesas de la mía, reían y se tomaban de la mano, me descubrí a mí misma sonriendo ante la escena. Porque la silla frente a mi, estaba disponible para ponerle un nombre y ya tenía uno en mente.

Fantaseé con esa idea durante el postre, lo imaginé hablándome sobre conexiones neuronales, procesos mentales y las técnicas cognitivo-conductuales.

–¿Me permite acompañarla señorita? – una voz masculina atrajo mi atención.

Le sonreí. –Claro que puedes. – y tomó asiento junto a mí.

–Es tan lindo hablar de negocios y poder decirle a un cliente potencial, que la hermosa mujer que está en la mesa de enfrente forma parte de nuestros mejores talentos. – Jamie me sonreía mientras tomaba asiento junto a mí.

Dirigí mi atención hacia la mesa de donde él provenía, el hombre vestido en ferragamo, que había acompañado a Jamie, me miraba fijamente y me sonrió para después salir del restaurante haciendo una señal a Jamie.

–¿Dejaste solas a Ivona y Bella con Rebecca en el bar? – le cuestioné prediciendo el drama.

–Si, no quiero imaginar lo que voy a encontrar cuando regrese. – cerró los ojos y suspiró.

–Jamie, ¿has averiguado algo nuevo sobre el asunto de papá? – es un tema que no quiero dejar pasar.

–No hemos podido acercarnos mucho, lo único que podemos ver del caso es que "P. Harrison" es la chica que declaró, Oliver está haciendo lo posible por averiguar su nombre completo.

–No puedo esperar más, voy a acercarme a mis contactos en Columbia. – dije resignada.

–Sabes que no es conveniente, hasta que se resuelva tu caso en la corte. –me advirtió.

–Faltan mínimo 13 semanas para eso, es demasiado, yo estaba muy cerca hasta que... – me detuve al recordar el evento y Jamie negó con la cabeza.

–Tengo que arreglar tu situación con el psicólogo; no puedes pasar una semana más allí. – me aseguró sin saber que no era algo que yo deseara ya.

– Estoy... bien, no hay problema con la terapia, no te preocupes. – Me negué a sus palabras rápidamente.

–Solo hazme caso Aysel, hay algo en él que no me agrada. – dijo muy convencido.

Era extraño, él mismo fue quien me había sugerido que asistiera y hoy tan repentino me decía lo contrario; aunque traté de convencerlo de que me dijera los motivos no mencionó más del tema; pero yo, no iba a dejar de asistir después de todo lo que he confiado, recorrido y avanzado junto a él.

𝐑𝐄𝐒𝐈𝐋𝐈𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀 -  Psic. QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora