- ACUERDOS -

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Apartamento de Ivona, Bella y Aysel.
130 William, Manhattan, NY

Jamie se ve enojado, está sentado frente a mi y no me habla solo me ve; a su lado, pero de pie detrás del sofá, está Oliver; él fue quien tuvo que recogerme a las afueras del edificio de Joseph, para que Jamie no nos viera llegar juntos.

Le pedí que no revelara la dirección a Jamie, que dijera que fue por mi a un restaurante donde estaba con amigas; aunque realmente él no sabe con quién me encontraba, me prometió no decir nada y como yo guardo uno de sus más grandes secretos, tenemos un trato.

Las chicas ya estaban en el bar, los mejores agentes de seguridad las escoltarían todo el tiempo como a mí, Jamie había contratado más personal. Y por lo pronto los servicios sexuales dentro del bar están suspendidos para todas las chicas.

Nerviosa frotaba mis manos sobre las rodillas, sentía como si hubiera hecho algo malo en el colegio y el director estuviera por reprenderme. No soporto más el silencio.

—Por favor, Jamie dime algo. — le suplicaba con mi rostro de inocencia, no quería un regaño, pero no soporto que no me diga lo que pasa.

Refunfuñó un par de veces, miró un minuto hacia la ventana y por fin habló, aunque muy molesto. —¿Sabes lo preocupado que estaba? ¿Tienes idea de las cosas horribles que pasaron por mi cabeza imaginando dónde estabas y con quién? — exhaló fuertemente. —...y las horribles cosas que te pudieron estar haciendo.

Jamie realmente nos quería, no somos solo chicas del bar, le importamos y nos quiere de manera tan genuina que se ha vuelto nuestra familia, él es como el hermano mayor que ninguna de nosotras tuvimos.

—Estoy bien, solo salí de la ciudad con unas amigas, — mentí, mentí y no me enorgullezco, pero no me arrepiento de nada. —necesitaba aire fresco y fuimos a un bosque aquí cerca, no teníamos señal. Además, creí que si estaba fuera podía dejar de preocuparme por todas estas cosas.

—Ays, no soy dueño de tu vida, pero quiero que entiendas el nivel de peligro por el que ustedes podrían estar pasando. — bajé la mirada para que continuara con el sermón, pero el teléfono de Oliver interrumpió todo y Jamie paró esperando que fuera una noticia sobre Noah.

Oliver se alejó un poco hacia la cocina y apenas se escuchaban susurros de su voz. Jamie se mantenía alerta esperando, mientras acomodaba su traje y el elegante reloj en su muñeca. Oliver se acercó, con un sutil parpadeo asentía y me hizo sentir tranquila.

—Noah despertó, ya lo interrogó la policía, al parecer fue un asalto común como todos los de esta ciudad, no hubo camionetas siguiéndolo ni otras personas involucradas; —Jamie suspiró con un poco de alivio pero la tranquilidad aun no volvía a él —fue saliendo de un restaurante antes de subir a la camioneta por eso estaba en el suelo junto a ella.

—¿Tienes segunda versión de nuestros contactos en la policía?

—Si, ellos confirman que solo fue un asalto, incluso mencionan que ya tienen una línea de investigación, solo necesitaban el testimonio de Noah para descartar un ataque directo.

Entonces el ambiente dejó de ser tan pesado

—¿Pero cómo está Noah? — aunque haya despertado su salud nos sigue preocupando.

—Contusión menor, solo esperan algunos resultados de estudios que le practicaron y quizá mañana lo dejen ir a casa para que termine de recuperarse. — era un alivio para todos escuchar eso.

—Bien, el nuevo plan es este. — la voz de mando de Jamie se activó. —De ahora en adelante, ninguna va a la calle si no es con alguien de seguridad, así sea para ir por un café. —enfatizó mirándome —Oliver, necesito de ti amigo, — él se acercó con toda la disposición. —necesito que fuera de tus actividades de coordinación con el personal, vivas con las chicas por un tiempo, necesito a alguien de confianza vigilándolas desde dentro mientras duermen, ensayan y están en este lugar. —Oliver me miró asombrado y yo entendía bien el porqué. —¿Tienen una habitación disponible? — se dirigió a mí.

𝐑𝐄𝐒𝐈𝐋𝐈𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀 -  Psic. QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora