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Solo después de haber sido rechazado dos veces por el Emperador, se le permitió al Príncipe de Lafort, Nicholas, reunirse con la santa.

Al principio, Nicholas creía que la razón por la que el Emperador lo trataba injustamente era para insistir en su autoridad. Pero cuando miró de cerca, descubrió que la santa que aparecía en Jaskier no era del tipo de conocer a cualquiera, como tal, ella era muy exclusiva en sus apariciones.

—¿Qué edad dijiste que tenía?

—Cumple 21 años este año.

—Entonces, es una niña.

—Es del Reino de Hautean y bastante notoria.

—¿Por qué?

—Su notoriedad es bastante linda hasta cierto punto, pero ha causado algunos escándalos. No sólo ha metido un esclavo en su dormitorio, sino que se ha metido donde le ha dado la gana, es como una mujer de la calle. También hubo un rumor en el que abofeteó a una santa falsa frente al Rey, a la que luego procedió a agarrar y sacudir su cabello.

—¿Se supone que eso es algo especial?

—Estoy mencionando esto porque Hautean es un país anticuado.

Cuando Nicholas escuchó la explicación de su subordinado, se echó a reír.

—Bueno, bueno... Estaba preocupado sobre cómo persuadir a alguien lo suficientemente fiel y virtuoso para ser elegido por Dios, pero parecía que cometí un error.

—¿Vas a comprarla?

—Su madre es Isadora de las Mil Doradas, ¿se debilitará con dinero? No, voy a sugerir algo que ella ni siquiera puede conseguir con dinero.

Nicholas llegó al Imperio asustado de tratar con el astuto Emperador. Sin embargo, las cosas parecían haber resultado más fáciles de lo que pensaba.

—Primero tendré que decirle lo divertido que juegan los esclavos en el Este, lo buenos que son por la noche y los muchos placeres que conocen.

Nicholas sonrió y se frotó las manos.

—Elige chicos jóvenes y guapos y ponlos a todos en ropa de sacerdote.

***

Lara decidió hacerle un favor a Acerus.

Para el trabajo del templo, mientras ella diera sus órdenes, los sacerdotes apasionados se encargarían de ello por su cuenta. Y por eso, pensó que ahora era más urgente poner sus manos en el Este.

Lara era inteligente, pero no conocía en detalle la situación política de cada país. Entonces, antes de conocer a Nicholas, recibió todo tipo de consejos de Acerus e Isadora sobre La Unión del Este.

Unos días después, llegó una lujosa invitación de Nicholas.

—Él viene a encontrarse con la santa pero está organizando un banquete...

Fue un banquete para atrapar a Lara.

Nicholas fue audaz, celebró públicamente un banquete a pesar de que sabía que el Emperador lo estaba observando. Se decía que era famoso por su amplia red de contactos. A pesar de ser el Príncipe de Lafort, parecía conocer a suficientes personas como para organizar un banquete en Tarragon.

Pero la guerra se avecinaba en la frontera y Lara se enteró de la tensión resultante que circulaba en la zona fronteriza. A pesar de esto, Nicholas actuó tranquilamente como si no tuviera miedo en absoluto.

Lara pensó que Nicholas, naturalmente, haría una verificación de antecedentes de ella. Su infamia, que se había acumulado poco a poco desde que estaba en Hautean, había sido un tema candente del que cualquiera en el poder había oído hablar al menos una vez.

LaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora