Lara

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El banquete de repente creció en tamaño. La apariencia del emperador fue igual de grandiosa. Acerus era el dueño del Imperio Tarragon que conquistó el continente y llevó a la victoria a la Gran Guerra de los Demonios y se convirtió en un héroe emperador.

—¿Qué debería vestir?

Acerus gimió y preguntó. Parecía sufrir lastimosamente como una persona con malestar estomacal después de comer mucha carne en mal estado. Demian se recostó en una silla y apoyó las piernas sobre el escritorio, mirando el receptor mágico de larga distancia instalado en su habitación.

—Si es para esto, cuelga.

—Eres un idiota sin corazón. ¿No puedes pensarlo seriamente? Imagina que ha pasado un tiempo desde que viste a la santa. ¿Qué te pondrías?

Cuando Acerus preguntó enojado, Demian se preocupó brevemente. Nunca lo había pensado, pero él ha estado sintiendo la necesidad de dinero estos días.

Como hablaban de tener citas tan normales como los demás, los dos salían juntos todos los días y deambulaban por Hautean. Restaurantes, especuladores, teatros, parques, mercados, etc. Montaron un ferry por el río y leyeron libros todo el día en la biblioteca. El problema era que Demian no tenía dinero.

El costo de sus citas provino de la billetera de Lara. Para ser exactos, cada vez que los dos tenían una cita, salía de la bolsa de dinero que les dio Isadora, diciendo que eran lindos.

'¿Tengo que ganar dinero?'

Era un dios, por lo que podía ganar dinero o robarlo. No fue difícil. Sin embargo, hasta ahora, no sintió la necesidad en absoluto, así que simplemente no lo hizo. Cuando Demian estaba teniendo tantas preocupaciones, Acerus dijo con un sonido enfermizo de nuevo.

—He perdido algunos músculos estos días, ¿puedo volver a ponerme en forma después de una semana de ejercicio? A Eunice le gustan los músculos de mi pecho mucho más que yo... ¡Ayudante! ¡Amigo, ven aquí!

—¿Por qué me llama de nuevo?

—¿Tienes algún esmoquin con una camisa profunda? Desde el pecho hasta el ombligo...

Demian frunció el ceño mientras escuchaba la conversación que salía del auricular.

—Piérdete.

—Oye, espera un minuto... ¡Oye!

—Tipo loco.

El receptor perdió su luz. Demian ya no pudo contener a su ayudante de Acerus al otro lado del auricular y finalmente lo escuchó murmurar "loco".

***

Los alborotadores de la alta sociedad están de vuelta. Fueron Eunice Dvonn y Ximena Swabi. Tan pronto como las dos aparecieron en la entrada del salón de banquetes, los ojos de los nobles se abrieron. Con su diseño poco convencional y su color intenso, solían entrar orgullosamente al salón de banquetes con un atuendo bastante llamativo.

—¿Qué diablos es ese traje...?

—¿No lo sabes? Son famosas. Tienen un temperamento horrible, se emborrachan, y salen con muchos hombres...

—¿Famosas?

—Hay un campo de esclavos. Es un baile nocturno, ¿sabes qué? Los niños que entran y salen de allí cambian de amante todos los días.

—¡Qué escándalo!

—Es porque aún son jóvenes e inmaduras. Deben administrar bien su reputación y vivir cómodamente con su cónyuge, lo que deciden sus padres.