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Lara lo había pospuesto por un tiempo porque la historia de Demian salió inesperadamente, pero en realidad tenía algo que decirle a Sebastian.

—Sebastian, tengo algo que decirte.

—Seguir.

—Planeo revelar sobre la corrupción del padre para que la madre pueda divorciarse fácilmente.

—¿Perdón?

Su cabello castaño grisáceo, engrasado y arreglado con esmero, estaba un poco desorganizado.

Al mirarlo a la cara, parecía que estaba en un aprieto, por lo que Lara se lo dijo antes de que Sebastian pudiera decir algo.

—El padre ha estado proporcionando drogas al Templo de la Gloria durante años.

—¿Perdón?

—Es una droga que no solo está prohibida tanto en el Imperio como en Hautean, sino también en la mayoría de los países del continente. Porque está hecho por un hechicero negro.

—Mi lady, espere un segundo.

—Tenemos que volarlo ahora, mientras todo el país está ruidoso con la aparición del hechicero negro.

—Ven aquí.

Sebastian se acercó a Lara. Su rostro se endureció y se puso pálido.

Cuando Lara tomó su mano, Sebastian la llevó al carruaje.

—Vamos.

Sebastián empezó a hablar sólo después de que el jinete hizo partir el carruaje.

—¿Cómo supiste sobre eso?

—¿Eso es importante?

—Lo es.

'¿Qué debo inventar para responder a eso?'

'No puedo simplemente decirle que regresé en el tiempo y que esta es mi segunda vida. Tendré que poner una buena excusa.'

—Ese engreído Templo de la Gloria hará cualquier cosa si es un pedido de mi padre. Así que los vigilé porque parecen sospechosos.

—¿Eso es todo?

—La relación entre el padre, el príncipe y el templo es más estrecha que nunca. Si se deciden, no es gran cosa para ellos hacer una santa.

Lara mezcló hábilmente hechos, mentiras y suposiciones.

Sebastian la miró con una mirada en blanco. Se quitó el sombrero, se lo puso en la rodilla y comenzó a hablar lentamente.

—En realidad sobre eso... Madame Isadora ya lo sabe hasta cierto punto.

—¿Qué?

No pensó que su madre no sabría nada.

Pero no esperaba que su madre ya lo supiera en este momento.

—Tanto la señora Isadora como yo ya sabemos que el marqués de Bailey está cometiendo un crimen imperdonable. Pero el marqués... es tu padre, así que solo fingimos que no sabemos nada para no molestarlo tanto como podamos.

—No tienes que hacer eso.

—La señora Isadora está preocupada por ti. Tiene miedo de que, si algo sale mal con Marqués de Bailey, las secuelas lleguen a Mi lady.

'Soy el obstáculo una vez más.'

Lara no pudo ocultar su suspiro.

'¿Qué tan pesado era yo como los grilletes de mi madre?'

LaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora