—Solo cálmate un poco, Amaury, —digo al cubrir mi rostro con agua y frotar mis manos sobre el rostro.No seas un imbécil, solo cálmate.
Me miro en el reflejo siguiendo ese viejo hábito, notando como mi cabello está un poco mojado y mis ojos llorosos se vuelven más evidentes, así que me quedo aquí por otro rato disfrutando de la soledad que me ofrece el baño, pero esta paz no dura lo suficiente porque Olivia comienza a tocar la puerta del baño.
—¿Estás allí adentro? —Grita desde afuera.
¿Qué mierda hace aquí?
¿Por qué vino a buscarme?
En mis ojos aún son evidentes las lágrimas derramadas hace unos momentos, así qué me encierro en uno de los compartimientos del baño en espera de que Olivia se vaya.
—¡Amaury! —Grita de nuevo, pero está vez desde el interior del baño.
Mierda.
—¿Olivia qué haces aquí? —Pregunto al frotar mi cabello.
—La directora quiere que regreses y no puedo aceptar un no cómo respuesta, porque me dijo que no volviera si no ibas conmigo.
—Iré en un momento.
—Te esperaré aquí.
—¿En el baño de hombres? —Consulto.
—Aquí no veré nada que no haya visto antes.
¿Por qué tengo la sensación de que eso no es cierto?
Resignado y sin más nada a qué recurrir, salgo a lavar mis manos y a seguirla a la oficina de la directora.
—¿Contenta? —Rompo el silencio al pasar junto a ella.
—Más de lo que imaginas.
•••
El día aún no termina.
Estamos a la hora del almuerzo para así ver una última clase y después irnos a nuestras respectivas casas, desde ya comienzo a arrepentirme por lo de mi teléfono, perdí mis fotos, música, ilustraciones que no guardé, esto es una completa mierda.
Me quiero ir.
Como no quiero estar en las áreas comunes camino hacia las escaleras del último piso del instituto, me recuesto sobre los escalones y saco mi tablet para revisar y editar un dibujo que había dejado a medias.
Cuando desbloqueo el aparato y comienzo a modificar una ilustración, una persona se sienta a mi lado, más cerca de lo necesario y muy cerca para mí gusto.
—¿Cómo te has sentido? —Conozco esa voz.
—Bien no sería la palabra que yo usaría, —respondo a mi compañero de clases.
—Al menos es algo, ¿cierto? —Dice al llevar una mano en mi hombro.
—Podría decirse; —intento forzar una sonrisa para no hacer esto más incómodo de lo que ya es.
—Mira, no diré lo mismo que han dicho los demás porque se que debe ser agotador, pero... ¿en serio le arrojaste tu teléfono? —Dice con una risa espontánea, no como otras que están llenas de burla.
—Era lo único que tenía a la mano.
—Creo que yo también hubiera hecho lo mismo, —dice al apoyar los brazos en sus rodillas.
—Hubieras sido un completo idiota, —trazo unas líneas y hago una pausa cuando comprendo que acabo de insultarme.
—Yo no creo eso, todos tenemos una forma distinta de reaccionar a comentarios tan mediocres y ofensivos como ese.
Silencio.
Lo hubo por un rato, solo que este no se sentía incómodo, era... ¿relajante?, no lo sé, trazo mis dedos sobre la pantalla y por momentos llevo mi mirada sobre un mural que está frente a nosotros mientras él revisa unas cosas en su teléfono.
—Sé que tal vez sea raro; pero si necesitas alguien con quién hablar o un amigo dentro del salón puedes hablar conmigo, sé que este tipo de cosas son lo peor y a veces necesitamos alguien con quién desahogarnos, —no sé que decir.
—Gracias… enserio.
—No hay de que —dice al levantarse, debo admitir que pensé que era más alto que yo—, ¿vienes?
—No —respondo rápido—, estaré aquí hasta que comience la próxima clase.
—Vale, espero que no haya mucho lío con tú teléfono. —Dice al despedirse y bajar las escaleras.
¿Por qué todos quieren acercarse a mí hoy?
¿No tendrán algo mejor que hacer?
Que vengan con su lastima una y otra vez no mejorará mi estado de ánimo.
Para mantener mi mente ocupada y así no pensar en todo lo que me rodea, enciendo la tablet e intento dar fin a lo que no logré terminar hace unos minutos.
—Amaury Castillo, repito, Amaury Castillo, repórtese a la oficina de la directora, —suena por los parlantes que están cerca de mi.
—Perfecto.
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Solo quedaron recuerdos
Teen FictionMorirás, lo tienes claro, ¿cierto? La muerte es algo que puede llegar en cualquier momento, sin siquiera avisar en el preciso instante en lo que hará, todos sabemos que de su mano se lleva a los seres que más amamos, pero... ¿qué pasa si el vacío de...