Lo tomo entre mis brazos y él se recuesta sobre mi pecho, debo admitir que su olor si está un poco mal y antes de volver a usar esta sudadera debo lavarla, pero debo hacerlo bien esta vez.
Camino entre las edificaciones que son de un par de décadas pasadas y por algún motivo, esta zona me generaba algún tipo de paz, una sensación de seguridad que el resto de la ciudad no permite darme.
Es agradable poder sentir algo más que todos esos sentimientos llenos de mierda, se vuelve algo refrescante; la noche ha caído y muchas personas salen de sus hogares y otros del trabajo para abarrotar las calles, lo bueno es que falta poco para llegar al departamento.
Las escaleras se sienten eternas, supongo que es el agotamiento de todo lo que he caminado, pero al menos el frío me golpea el rostro junto cuando abro la puerta.
Mierda.
—¿Y eso qué es? —pregunta mi padre de pie junto al umbral.
—Eh... ¡un gato! —Respondo con una gran sonrisa y una risa forsada.
—Eso ya lo sé, ¿qué hace en mi casa? —Dice al acercarse a mi.
-—Iré al grano, ¿me lo puedo quedar?
—No.
—¿¡Por qué!?
—Tener mascotas no es nada fácil y genera un gasto adicional al presupuesto mensual.
—¡Yo puedo cuidarlo!, puede estar en mi cuarto si no lo quieres en el depa, también puedo comprar una caja de arena y comida con mi mesada. Si me compras un teléfono antes; —digo por lo bajo.
—Eh...
—¿¡Qué es eso!? —Grita Ashley al entrar a la sala— ¡Es hermoso!
—Es un gato, posiblemente pueda quedarse si convences a papá.
—¡Papi!, ¡papi!, ¡papi!, ¡papi!, ¡papi!, —repite unas cuantas veces al dar pequeños saltitos junto a él—, ¿nos lo podemos quedar?
Me asomo junto a ella con una mirada culposa.
—Está bien, —responde con pesadez.
Mi hermana da pequeños saltos por todo el lugar y me quita a Noah de los brazos, luego tendrá que lavarse las manos... y la cara.
¿Noah?, ¿lo llamaré así?
—¿Dónde conseguiste ese gato?, —pregunta mi papá junto a mi.
—Eh, no querrás saberlo.
—Estaba en la basura, ¿cierto?
—Sí —respondo después de una carcajada.
—El olor lo delató ¡Y a ti! —Comienza a reír junto a mi luego de pasar las manos por mi cabello— llevaré a tu hermana por un ducha, hagan lo mismo.
Minutos después estoy en el baño de mi cuarto con Noah entre las manos y sobre el lavadero para así dejarlo limpio, el agua que sale de su cuerpo es de matices grises; supongo que por el sucio que se adhería a él, este intenta salir en más de una oportunidad pero no puedo soltarlo hasta que esté totalmente limpio.
Después de bañarlo su pelaje parece tan poco como si este se hubiera ido por el lavado, o tal vez sea el agua, eso espero.
Al salir del baño lo llevo en una toalla para acostarlo en un cama improvisada que hice unos minutos antes; pero parece que dormir es lo último que quiere hacer, maúlla una y otra vez y juega por toda la toalla.
—¡Amaury! —Llama Ashley al otro lado de la puerta— debemos ir a comer.
—Voy -digo sin notar que ya estaba detrás de mi.
—¿Como dijiste que se llamaba?
—Noah. —Ya lo había decidido.
—¿Noah?, ¿por qué ese nombre?
—Así se llama el protagonista de mi libro favorito —Respondo con nostalgia al recordar todo el tiempo que llevo sin leer, un buen tiempo para ser sincero.
—¿El de el estante?
—Sí... -Respondo con lentitud al recordar lo que está junto a el- vámonos.
Por primera vez en unos cuantos días estamos todos reunidos otra vez, se siente extraño estar sin ella y ver su lugar vacío en la mesa, es desgarrador. Muevo la comida en mi plato sin tener el apetito suficiente como el resto de los presentes, ya que soy el único en tener la comida como si no la hubiese tocado.
—¿Cómo les ha ido ambos? —Pregunta papá al romper el silencio.
—La universidad ha sido un tanto estresante, son muchas las cosas que debo hacer en el poco tiempo que nos dan. —Duran un par de minutos hablando sobre temas universitarios, hasta que se fija en mi.
—¿Y tú? —Me señala con el tenedor.
—Desde el asunto del teléfono no he ido a clases, ya que estoy suspendido.
—No me refería a eso.
—Sobre el asunto de mamá... es como una montaña rusa dando un montón de vueltas.
—Solo debes superarlo. —Comenta Nancy con naturalidad.
—¿Disculpa?
—Estar triste no ayuda de nada, ya ha pasado una semana.
—¿Y solo por eso debo olvidar todo y hacer como si nunca la conocí?
—No, pero no actúes como si eso hubiera pasado ayer.
—¿Eso tiene importancia?
—Si actúas como un tonto todo el tiempo, sí.
—Prefiero ser un tonto que un imbécil.
—¡Basta los dos! —Grita mi padre al golpear la mesa— Nancy comportate, eres la mayor, comienza a actuar como tal y tú, deja de seguir sus estúpidos juegos.
—Con cada día que pasa soporto menos a esta familia. —Grito al cerrar la puerta de mi cuarto.
Foto solicitada por Sol-deOlux
Así es la parte de la ciudad que Amaury narra en uno de los párrafos.
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Solo quedaron recuerdos
Ficção AdolescenteMorirás, lo tienes claro, ¿cierto? La muerte es algo que puede llegar en cualquier momento, sin siquiera avisar en el preciso instante en lo que hará, todos sabemos que de su mano se lleva a los seres que más amamos, pero... ¿qué pasa si el vacío de...