Capítulo 36 Olivia, parte 2

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25/04/2023

Es extraño lo que ha pasado todos estos días y me entristece saber que podría ser mi culpa, prometí estar ahí para él y ahora siento que no pude cumplir con eso.

No puedo creer que no cumpliera mi promesa.

¿Qué clase de amiga soy si no pude cumplir con algo tan simple?

Sentada casi en el borde de mi asiento doy pequeños golpes contra el piso sin que sean tan fuertes para cuasarme algún tipo de dolor. Es la única forma en la puedo liberar mi estrés, aunque ahora no está haciendo el efecto que necesito.

Olivia

¿Estás bien?

Supe lo que pasó con tus amigos.

Y lo que pasó cuando saliste.

¿Cómo te sientes?

Noto que los mensajes aún no le han llegado y sigo dentro del chat en espera de alguna respuesta. Solo hasta que siento a una persona tomar mi hombro.

—¡No por favor, no me lo quite!

—¿Olivia, qué pasa? —Consulta Esteban al sentarse a mi lado.

—¡No me asustes así!

—Solo te toqué —alza las manos y comenta entre risas—, ¿qué pasa contigo?

—Es Amaury.

—¿Está bien? —Pregunta sin dejarme continuar— He notado que está un poco raro conmigo.

Me detengo a pensar por un momento, no creo que... le haya dicho, debe ser otra cosa, espero.

¿O tal vez?

¡Quiero saber!

¡No comentes nada!

—Hace días lo detuve por el pasillo porque lo noté un poco raro, como si estuviese cada vez peor; me dijo que él era un problema, una especie de defecto y luego me dejó allí.

Me alivio al escuchar que no era lo que pensé.

—Estos últimos días ha empeorado un poco y creo que soy la culpable de todo eso. Por no ayudarlo.

—Olivia —toma mi mano y hace una pausa—, no puedes ayudar a todo el mundo, es imposible, hiciste todo lo que estuvo a tu alcance, no puedes culparte por esto.

¿En serio lo hice?

¿Hice todo lo que estuvo a mi alcance?

Ahora que lo pienso; creo que no.

Es un sentimiento amargo.

Si fuera cierto eso no hubiera pasado. 

¿Entonces para qué conté mi historia? ¿Para generar lástima? ¿Para después dejarlo solo? Nada de eso tuvo sentido entonces, ¿para qué lo hice?

El asunto da vueltas por mi cabeza y no me deja pensar en otra cosa; no hice todo lo que podía hacer, no brindé una verdadera ayuda.

Es desgarrador pensar en eso.

—¿Si dices que no fue mi culpa por qué me siento así? —Mi voz se vuelve mas aguda de lo normal.

—Porque eres un amor, eres una gran persona que en ocasiones te preocupas mas por los demás que por ti misma. Es tu forma de ser y es así como eres, por eso te sientes así, no porque seas culpable de algo o porque seas una mala persona.

—Sabes que por eso eres mi mejor amigo, ¿cierto? —Intento abrazarlo pero el asiento me lo dificulta un poco.

—¿En serio? Pensé que Amaury me había quitado ese puesto. —Dice entre risas.

—Estuvo a punto, —me burlo.

Hace un gesto dramático y minutos después llega el docente para dar inicio a la clase que inicia veinte minutos tarde; después de quedarme dormida por casi una hora, se hace la hora del receso y salimos a la cafetería.

—Se siente raro no tener a Amaury cerca. —Comenta al colocar la mano en su asiento.

—Es cierto, aunque tuviese la música a todo volumen y solo fuera poco lo que lograra escuchar de nuestra conversación, es raro no tenerlo aquí. —Miro su asiento e intento recrearlo con mi imaginación.

No sé parece en nada.

¡Es horrible!

Esteban intenta decirme otra cosa, pero queda en segundo plano cuando veo al estúpido de Bryan pasar frente a nuestra mesa, sino fuera porque el golpe me dolería hubiera saltado sobre él.

—¿Qué haces aquí? —Pregunto al detener su paso.

—¿Y tú quien eres?

—En este momento eso no importa. ¿No te cansas de molestar a los demás? ¿Quién eres para creerte tanto?

—¿No tienes algo mejor que hacer? Dile a tu novio que te de una distracción. —Intenta pasar junto a mí y vuelvo a quedar en su camino.

—¿Por qué Amaury está expulsado y tú sigues aquí?

—Porque es un hijo de puta. ¿No crees?

—¡Hey! Su madre está muerta, imbécil. —Esta vez habla Esteban detrás de mi.

—No seguiré perdiendo mi tiempo con ustedes. —Ahora si dejo que se vaya.

—Para mí el odio es una palabra y un sentimiento un tanto feo, pero Bryan es tan repugnante que es lo único que me causa.

—Si te soy sincero, sigues siendo muy sutil, si dijera todo lo que pienso sobre él estuviese censurado en este momento.

¡Me encanta como lo defiende!

Cuando sale del lugar volvemos a nuestros asientos y le enviamos varios mensajes en espera de una respuesta, sé que es posible que no responda, pero lo hará en algún momento.

No dejaré de insistir.

No dejaré de insistir

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