Morirás, lo tienes claro, ¿cierto?
La muerte es algo que puede llegar en cualquier momento, sin siquiera avisar en el preciso instante en lo que hará, todos sabemos que de su mano se lleva a los seres que más amamos, pero... ¿qué pasa si el vacío de...
Hay instantes en los que puedo actuar como un persona normal, fingir que no está pasando nada en mi vida y por un momento, solo por uno muy corto, al fin olvidarme de todo.
Pero para mí desgracia; vuelvo a caer en estos lugares oscuros en donde lo único que puedo hacer es hundirme hasta tocar el fondo.
Doy vueltas por toda la cama y me aferro a las sábanas como si de alguna manera estas fueran a protegerme de algo, cuando por obvias razones no es así, cómo es costumbre, todos se fueron temprano y como un hábito, yo quedo solo una vez más.
El silencio del lugar inunda las paredes y aquí estoy yo; ahogándome entre todo, necesitando el apoyo de alguien sin tener una sola persona a mi lado, logré dormir un poco, más de lo que usualmente he podido, pero mi estado físico y mental es horrible; como si hubieran drenado toda la energía de mi cuerpo.
Me siento sobre la cama y noto que ya son las nueve de la mañana, tenía esperanzas de que fuese un poco más tarde, pero hasta el tiempo está jugando en mi contra, es estúpido; me quedo con la mirada sobre mi escritorio hasta que mi vista comienza a fallar y todo se torna borroso.
¿Por qué sigues con todo esto?
¿Por qué finges estar bien?
¿No sería mejor acabar con todo de una vez?
Llevo las manos a mi cabello e intento ignorar los pensamientos que vienen y van sin ser consciente de cuánto tiempo invierto en eso, después de unos minutos me levanto sintiendo como una sensación relajante corre por mis piernas.
Estando en el baño, me quedo bajo la ducha durante un rato mientras que el agua baja por mi cuerpo y el frío del suelo se aferra a mis pies, sintiendo como un montón de agua circula por mi rostro y como unas cuantas gotas caen de mis labios, pero los sonidos que vienen de mi cuarto roban mi atención y rompen con la tranquilidad del lugar.
Después de un bostezo; vuelvo a la habitación y me dejo caer sobre la cama haciendo que el agua que queda en mi cuerpo se aferre a las sábanas, tomo mi tablet, ya que tuve que pasar todo allí y un dedo descuidado me lleva a un chat grupal en dónde no quería entrar.
Sofia
Por este grupo ya nadie escribe.
Henrick
No todos podemos quedarnos escribiendo en nuestras casas todo el día.
Sofia
Si quedarte escribiendo te refieres a cuidar a tus hermanas todo el puto día y luego tener que ir a trabajar.
Sí, es lo que hago.
Pendejo.
¿Cuándo nos veremos? Hace mucho que no estamos los tres.
Henrick
No lo sé, tendríamos que hablar con Amaury.
¡RESPONDEEEEEE!
•••
Tal vez suene insensible, pero apago el dispositivo porque en realidad no quiero verlos, o a nadie mejor dicho; mi estado de ánimo se mantiene en un cambio constante, no estoy en mi mejor momento y no quiero lastimar a nadie.
Camino hacia la cocina para buscar algo de comer y el lugar se siente igual de deprimente, como si no hubiera ningún tipo de vida aquí, como si todo estuviera muriendo y de alguna manera me estuviera arrastrando consigo.
¿Por qué no lo haces tú también?
Tal vez no sea tan malo como todos piensan.
Respira... solo hazlo.
Tomo una barra de frutos secos y salgo de ese lugar cuando comprendo que estar aquí no me servirá de nada.
•••
Junto a una carretera mas transitada de lo normal intento pensar en que solo tengo dos amigos y en como los demás se fueron como hojas arrastradas por el viento.
Y no los culpo, mi vida es un desastre después de todo; pero puedo asegurar que no eran mis amigos, solo fueron personas que llegaron a mi vida de forma pasajera, tal vez para enseñarme algo o yo a ellos.
Ya no lo sé.
Y ya no me importa.
Otra vez me encuentro sumergido ante la multitud, en medio del bullicio de la ciudad y atrapado en las grandes edificaciones que se alzan sobre todo el lugar; intento concentrarme en una sola cosa, no sé en qué, pero intento hacerlo.
Al llegar a uno de los parques que está cerca del departamento, tomo la barra de frutas y me siento en una de las bancas a ver las personas pasar, a notar como todos podían tener una vida normal y yo intentaba recuperarla la mía, aunque no se muy bien como hacerlo.
Por más que evitara e intentara bloquear esa parte, era como si algo me detuviera y dijera todo lo contrario, este parque... este lugar, había sido testigo de muchos encuentros, salidas, paseos, cuando éramos esa unida familia que ya no volverá a hacer la misma.
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