Morirás, lo tienes claro, ¿cierto?
La muerte es algo que puede llegar en cualquier momento, sin siquiera avisar en el preciso instante en lo que hará, todos sabemos que de su mano se lleva a los seres que más amamos, pero... ¿qué pasa si el vacío de...
Diminutas gotas comienzan a caer a mi alrededor sin ser lo suficientemente grandes para causar algún tipo de pánico que me haga caminar más rápido.
Mis manos van en el interior de los bolsillos de mi chaqueta e intento no pensar en todo aquello que acaba de pasar. Mi mente va y viene recorriendo un montón de escenas que desearía no recordar, pero siguen siendo constantes como el momento en que sucedieron.
Intento avanzar y dejar todo eso atrás pero es tan difícil dar todo de ti y aún así seguir cayendo sin saber cuándo tocarás fondo, si acaso es que existe uno, se me dificulta dar todo de mi y aún así sentirme tan derrotada, dudando si podré ver las luz al final de este gran túnel.
El cielo se torna en matices un tanto oscuras e intento despejar mi mente para dejar toda esa porquería atrás, pero no puedo, no es tan fácil como parece, así que camino sin quitar la vista del suelo mientras muero por llegar a mi casa.
Y no porque este fuese un lugar mejor, no porque este fuese un hogar o un espacio seguro, sino porque es el lugar donde nadie puede ver como me derrumbo, no es un lugar que me genere paz, pero es mejor que estar aquí. Es triste no tener un espacio que sea totalmente tuyo, uno dónde puedas tener una pizca de felicidad, así sea momentánea, pero una.
Después de unas cuantas cuadras estoy a unos metros de llegar, haciendo que mi respiración se trabe y mis piernas comienzan a temblar, deseaba llegar lo más rápido posible, pero ahora que estoy aquí no quiero entrar, no quiero enfrentarme a lo que me espera.
—Creí que nunca llegarías, para eso hubieras llegado más tarde, ¿no crees? —Protesta mi padre echado sobre el sofá.
—Solo necesitaba resolver unas cosas con una compañera del instituto, —digo al limpiar mi nariz con el dorso de la mano y cerrar la puerta.
—Eso no es una excusa, ni siquiera es una buena, ¿debo recordarte que tú no das las órdenes en esta y que no te mandas sola?
—Cómo digas papá, —dejo mi bolso sobre el suelo y camino hacia la cocina.
—¡Estoy hablando contigo! ¿Qué carajos crees que haces? —Grita al jalarme por el brazo y obligarme a mirarlo.
—Papá, —me asusto cuando la presión comienza doler.
—¿Dereck que mierda estás haciendo? —Grita mi madre al entrar a la cocina.
—Tu hija necesita aprender modales.
—¡Suéltala!, no pienso repetirlo, —logro safarme antes de que él logre hacer más presión y corro directo a mi habitación.
Casi caigo sobre las escaleras pero logro ingeniarmela para no hacerlo, mientras que los gritos que vienen de la cocina se hacen más fuertes con cada paso que avanzo, cierro la puerta tan fuerte como puedo y paso el seguro para estar un poco más segura; me arrastro hacia mi cama y me recuesto sobre ella para hacerme bolita y poder sentir como las lágrimas caen con mayor privacidad.
—Ya no quiero vivir así, —le digo al vacio que me acompaña.
Ya no quiero pasar por esto.
Ya ni siquiera puedo recordar la última vez en que esto fue diferente, esta rutina se ha vuelto repetitiva y rutinaria desde los últimos meses, pero sin importar el tiempo que pase, nunca podré acostumbrarme a algo como esto. Jamás pasará.
—Hija, soy mamá, ¿estás bien? —Quito la cabeza de mis rodillas sin lograr comprender el momento en que caí dormida—, hija, por favor; abre la puerta.
Lo pienso por un momento, pero me levanto un tanto somnolienta para hacer lo que dice.
—¿Ya acabó todo? —Consulto sin abrir la puerta por completo.
—Sí, ya sabes cómo es tu padre, —dice con una sonrisa que me resulta más que ofensiva.
—¿En serio crees que esto amerita la gran sonrisa que hay en tu cara?
—Tu padre es un gran idiota, si no me rio de vez en cuando, justo ahora estaría loca.
—Creo que ambos son tal para cual.
—¿Qué estás tratando de decirme?
—¡Qué eres mucho más idiota por estar con una basura cómo él! —Grito a centímetros de su cara y cierro la puerta mientras ella grita y polpea la madera desde afuera.
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Nota de autor
Cada vez falta menos para terminar con la historia y estamos a punto de saber el desenlace de estos personajes.
