Morirás, lo tienes claro, ¿cierto?
La muerte es algo que puede llegar en cualquier momento, sin siquiera avisar en el preciso instante en lo que hará, todos sabemos que de su mano se lleva a los seres que más amamos, pero... ¿qué pasa si el vacío de...
—No es que trate de ignorarte, ya que no lo hago, pero debes entender que también es difícil para mí, antes tenía una fuerza de apoyo y ya no la tengo, ahora estoy solo, haciéndome cargo de dos adolescentes y una niña de seis años.
Hubo silencio por un momento.
—No es que te deje a un lado a propósito o que me guste hacerlo, es solo que no lo notaba; pensé que necesitabas espacio y es lo que intentaba darte, hasta que dijiste lo que pasaba y te dejé tener a Noah en un intento de remediarlo.
—Ahora entiendo que también ha sido difícil para ti, es algo que me costaba ver, pero cuando te concentras tanto en ti y en tus propios problemas, solo piensas que los tuyos son peor que los demás y te aferras eso, olvidando que todos luchamos con algo. —No sé de dónde sale todo eso.
—Es cierto, por eso paso tantas horas en el trabajo, para entretener mi mente, para agotarme, para mantenerme fuerte, no puedo mostrarme débil ante ustedes, porque si no me tienen a mi, no tienen a nadie en quién apoyarse.
—Siempre te tendremos a ti, —dijo Nancy al salir de la cocina— y a nosotros, podemos apoyarnos mutuamente, aunque discutamos la mayor parte del tiempo, —pone una mano en mi hombro.
—Me alegra oir eso, pero ya es un poco tarde y deberíamos alistarnos para dormir, —se levanta para acercarse a nosotros y darnos un abrazo antes de irse.
—Buena actuación, —comento al caminar a la cocina y buscar un poco de cereal.
—Sabes que molestarte siempre ha sido mi pasión y si estoy mintiendo, necesito un puta nominación a Óscar, no importa que no gane.
—Eso solo lo dicen los perdedores, —respondo una última vez antes de entrar a mi cuarto y sentir las garras de Noah en mis pies.
•••
La brisa que genera la noche traspasa la capa de tela que cubre mi cuerpo y llega directo a mi piel, debo admitir que estar aquí de nuevo es más que agradable, volver a subir y sentirme bien conmigo mismo, a pesar de todo, hoy fue un buen día.
La oscuridad del suelo genera un buen contraste con toda la luz viene directo de los demás departamentos y establecimientos de la ciudad, el ruido que llega de las calles y los demás sonidos que genera la noche.
Mientras me acomodo en la superficie que en realidad nunca supe que es, ¿una chimenea?, no lo creo, suena mi teléfono iniciado una notificación, la luz que genera la pantalla afecta mi vista por un momento hasta que bajo el brillo para leer con mayor comodidad.
"Olivia te ha agregado a un nuevo grupo", se refleja en la pantalla.
Miembros:
Tú.
Olivia. [Admin del grupo]
Esteban.
No tengo su número registrado, pero su nombre se asoma en la parte inferior de los dígitos, por un momento lo pienso, pero al final decido sumarlo a mi lista de contactos.
Envían unos pocos mensajes los cuales leo sin mucho detenimiento y respondo algunos otros sin prestar demasiada atención, en ocasiones siento que envío algo fuera de lugar, pero lo ignoro y solo sigo leyendo.
Hasta que una pequeña intuición llega a mi mente, ¿será cierta? pregunto vagamente.
Amaury.
Oye... ¿puedo hacerte una pregunta?
Esteban.
Sí, dime.
Amaury.
¿Por qué de repente decidiste hablar conmigo?
Me aterra la respuesta.
E
steban.
¿Por qué la pregunta?, ¿no debí haberlo hecho?
Amaury
No es eso, solo es que me cuesta creer que puedo agradarle a alguien.
Esteban
No entiendo cómo hay personas que puedan creer eso, siempre le agradaremos a alguien y muchos otros nos odiarán sin ningún motivo.
Solo no pienses en esas cosas.
Amaury
Vale, disculpa por el mensaje.
Esteban
No te preocupes por eso, nos vemos mañana.
Me despido él y apago la pantalla del teléfono para así bajar a mi cuarto, ya que la temperatura de mi cuerpo ha descendido todo el rato que llevo aquí arriba, bajo las escaleras con rapidez pero aferrándome con fuerza del trozo de metal que sirve de escalón y soporte.
A Henrick nunca le gustó subir aquí, dice que le aterra estar en la escalera, pero cuando llevas haciendo esto gran parte de tú vida, el miedo es algo que dejas atrás.
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