04 de febrero
Katashi, abre la puerta con las llaves regaladas por Paris, ha hecho un gran esfuerzo para poder llegar asta este momento.
Deja que Paris, entre primero para cerrar la puerta detrás de él.
Puede ver como, desplaza las cortinas de su habitación, dejando encendida las pequeñas lámparas de la mesa de noche, que se encuentran al lado de su cama.
—Y yo, que quería más luz, para ver tu cuerpo desnudo— Dice Katashi, abrazando a Paris, puede percibir los leves y tímidos temblores, que recorren la anatomía de su omega.
Acaricia su mejilla con su nariz.
—¡Tan suave!— Dice acercándose a los labios Paris —¡Tan fríos!— examinando con su lengua calidad, cada rincón de la boca, empujando con su cuerpo a Paris, para recostarlo en la cama.
Con su mano ágil, desabrocha la camisa, dejando a la vista sus rosados y erectos pezones, se aproxima, para suavemente lamerlos. Puede ver la respiración, agitada de omega, abriendo su boca, para dejar salir sus primeros gemidos.
Siente que con cada segundo que pasa su miembro se va poniendo más duro, baja la mano, para bajar el cierre y el cinturón, para quitarles los pantalones.
Se arrodilla separando las suaves y blancas peinas del omega, dirigiendo su mano hacia la entrepierna, acariciando por en cima del bóxer, el miembro deseoso de ser tocado.
Viendo como la respiración agitada hace mover su estómago.
Se abalanza sobre él, para besarlo. Mientras ambos cuerpo sé frotan, insinuando tímidas embestidas.
—Pequeño capricho Paris, te aré el mejor sexo oral de tu vida - Le gruñe directamente en la cara, para arrancarle la poca ropa que aún queda puesta. Para dejarlo boca abajo en la cama.
—Solo necesitó que subas tus caderas un poco y abras tú piernas para mí.
Un sumiso y agitado Paris, obedece sin hablar, sintiendo como el alfa, acomoda su cabeza entre la cama y su verga, la que toma con su mano para masajearla con sutiles movimientos arriba y abajo, mientras que con la lengua caliente lame la punta del húmedo, venosa y tibio miembro.
Mientras que con la otra mano aprieta las lechosas nalgas.
Los movimientos de caderas de Paris, son cortos y suaves, siente el calor bajando por su espalda, siente como los dedos que antes presionaba, ahora juegan rozando su entrada húmeda, por el lubricante natural de su excitación.
Dejando salir pequeños gruñidos de placer.
—Puedo sentir como te gusta - Pero Katashi, solo puede oír los gruñidos de Paris.— Muévete un poco más rápido— Le ordena el alfa, quien ha empezado a succionar el miembro del omega, introduce un dedo en el estrecho y apretado canal sacando y metiendo, para encontrar la próstata la cual aprieta, cada vez que la roza.
—Sí, sí, alfa, me gusta, sí— Él rimó de las caderas de Paris, empiezan a aumentar, para entrar en la boca caliente de alfa, siente su miembro ser tragado, mientras que sus paredes se contraen, cada vez que el alfa roza, de manera brusca su zona más sensible.
La respiración de ambos aumenta, junto con cada embestida que da Paris, en la boca del alfa, siente el delicioso calor que lo consume por completo.
—Quiero acabar... Katashi hazme acabar - Sus movimientos bruscos, los provoca un segundo dedo entrando y saliendo masajeando, su cuerpo empieza a colapsar, baja un poco más sus caderas, para poder entrar más profundo, mientas que los dedos entran y salen más rápido.
