10 de marzo.
Que tan mal podía empezar su día, la primera nevada había comenzado muy temprano en la madrugada y todavía le daba vueltas el beso de Katashi, eso no estaba en sus planes, había vuelto a terminar todo, no a dar oportunidades, su humor hoy no era el mejor, no saldría como lo tenía planeado, se quedaría a maldecir el clima, que ponía a la capital del reino cubierto por ese odioso manto blanco.
Lava su cabello mientras el agua cae, masajea el condicionador con furia, sabe que lo está esperando en la entrada del edificio, pero se toma más del tiempo que usaba todos los días, no le importa, hoy tampoco asistirá a terapia, comprende, que no debe faltar y lo ha postergado más de lo que debía, pero en verdad desea quedarse en su cama y dormir.
Seca su cabello mirando lo mucho que le ha crecido, lo toma en una coleta arriba de su nuca dejando poco cabello sin tomar, no lo cortaré, piensa. Se sobresalta cuando oye los fuertes golpe en su puerta, termina de ponerse un pantalón deportivo, una camiseta blanca poniendo un sweater gris, con cuello alto y unas zapatillas.
Su sorpresa fue que el que golpea muy enojado era Katashi, a su lado con una inmensa sonrisa en su rostro se encuentra Mark, cubriendo su cuerpo solo con bata blanca de algodón.
—Hoy es el día más feliz de mi vida— Dice sin saludar, entrando directo a la vivienda de Paris— Amin, comenzó hacer el nido. ¿Dónde está mi maleta?— Paris le indica el fondo del pasillo, donde se encuentra una puerta.
—Eso quiere decir que empezó a robar tu ropa— Paris, mira de reojo a Katashi, que no deja de mostrar lo enojado que se encuentra.
—Hoy cuando me bañaba, robo la ropa que usaría para ir a trabajar, que estaba sobre la cama... le pregunte si la había visto, pero me contesto que yo estaba loco, que nunca deje las prendas de vestir en la cama... cuando quise sacar ropa del armario y trataba de escoger algo, se dedicó a gruñir, inconsciente cada vez que intentaba sacar algo— Dijo poniéndose su traje de oficina en el pasillo— Estoy seguro, de que no cedió cuenta que me mando en bata al trabajo... y doy gracia que no quería la bata o me manda desnudo a la calle.
—Eso quiere decir que se siente seguro, estoy feliz— Dice Paris.
Mark, entra en la sala de estar ya vestido con la bata enrollada en su brazo.—Traeré otra valija con ropa, si Amin, encuentra algo lindo de lo que llevas puesto, entrégaselo, lo pondrá en el nido, cuando nazca nuestro cachorro dormirá sus primeros días, o hasta que Amin lo decida en el nido, podrá reconocer tu olor, formarán un lazo de familia— Le explica para retirarse— Adiós Paris.
Y se fue tal como llego, pero esta vez vestido.
—Me molesta verlo, entrar con tanta confianza a tu hogar— Por fin dejo salir la voz, Katashi.
—No me importa si te molesta, escuchaste porque estaba aquí, deberías conformarte con eso, deja de hacer un berrinche— Pidió Paris.
Katashi, trato de cambiar el semblante para preguntar.
—¿Dónde iremos hoy?.
—Yo no saldré, me quedaré aquí, tú puedes hacer lo que quieras hoy— Camino buscando su notebook para trabajar.
—Estás enojado, ¿hice algo mal?— Pregunto aproximándose donde estaba sentado Paris, quedando de pie a su lado
—Me besaste, parece que no tienes claro las reglas de este mes— Dijo Paris, sin levantar la vista.
—Me disculpo. . . si puedo hacer lo que quiera ¿Te molesta si me quedo aquí?
—Si estás en silencio, puedes quedarte— Respondió.