03 de mayo.
Haku se apresura con sus sobrinos para ir a recoger a Fay, Desde lejos puede ver el cabello blanco de su omega, a la salida de la cafetería donde trabaja, pero la figura de su ex terapeuta lo tapo impidiendo verlo, estaciono el carro lejos del lugar donde siempre que recogía a Fay lo aparcaba.
—Siempre tuve dudas, ¿es un alfa verdad?— Les pregunto a los gemelos haciendo sacar sus narices por la ventanilla, para que pudieran sentir el aroma del ex terapeuta que tapaba a Fay.
—Es un alfa, esconde su aroma— Respondió Koji, podía confiar en sus sobrinos, ellos tenían el mejor olfato del reino, no tuvieron que postular ese año para ser rastreadores, el mismo instituto privado les había ofrecido una beca, para tenerlos como alumnos destacados.
—Ustedes, vayan por Fay yo tengo una charla privada con Robín— Era así como se llamaba el antiguo terapeuta que Fay, nunca más volvió a sus secciones.
Miraba las calles y callejones hasta que dio con uno que no contaba con cámaras de vigilancias, si Katashi era celoso, no se comparaba con la furia de Haku, la diferencia era que Fay, nunca había visto a su alfa enojado.
—Robín tanto tiempo sin encontrarnos— Dijo abrazándolo por los hombros para guiarlo por la calle donde no había una cámara.
—Si tanto tiempo— Dijo nervioso mientras seguía los pasos de Haku.
—Tengo un lugar, que siempre recordaras— Dijo metiéndolo en el callejón oscuro sin nadie cerca. Empujándolo con fuerza más adentro.
—¿Qué te sucede?— Dijo molesto Robín, mostrando sus colmillos enojados, pero sintió como el puño de Haku en su cara.
—¿Qué me sucede? Me sucede que, era una mala idea que Fay saliera conmigo, tú se lo dijiste en tus supuestas secciones— Dijo dándole otro golpe en su estómago.
—Lo de ustedes nunca va a funcionar— Le grito en la cara.
—También era una mala idea, que tuviera un gato, que tuviera amigos, una casa, que yo lo marcara— Dijo atrapando el cuello de Robín con sus garras acorralándolo contra la pared.
—Suelta, no puedo respirar— Se quejaba tratando de soltarse de Haku.
—Pues te tengo una mala idea para ti, ya lo marque y vivimos juntos— Le daba palmadas burlescas en su cara.
—No, no, no, tú, no pudiste— Le reclamaba, sintió una fuerte bofetada que hizo que sangrara su nariz.
—Claro que pude, él me lo pidió, como le podría decir que no a mi omega— Se burlaba dando otra fuerte bofetada. Sin soltarle el cuello clavando más sus garras.
—Te arrepentirás maldito Haku— Lo amenazo, haciendo que Haku, lo soltara solo para sentir el pie de Haku en sus costillas, haciéndolo caer en el piso mojado.
Haku, doblo sus rodillas, para quedar cerca del cuerpo lastimado.
—En serio pensaste que algún día Fay iba a ser tuyo— Dejo salir su risa irónica de su boca. Poniéndose de pie para marcharse.
—Fay, va a saber lo que me hiciste— Le gruño.
Haku lo volvió a patear varias veces levantándolo varios centímetros del suelo.
—Pero que pedazo de mierda de alfa eres, ni siquiera puedes ganarle a alguien menor que tú. Aléjate de Fay, él es mío, porque él me lo pidió, me das risas, cuantos años llevas persiguiéndolo y nunca conseguiste nada.