13 de marzo.
Le gusta estar sentado en la terraza fumando con Taro, es el más callado de la familia Kimura, debes en cuando le llama la atención a sus hijos que juegan en plena nieve, bruscamente con la pequeña Anzu.
Pero hay un hecho que le llamo poderosamente la atención, Koji el mayor deja ver sus hermosas y grandes orejas de lobo.
—Son hermosas sus orejas— Dice Paris Asombrado.
—Solo pueden cambiar sus orejas y su cola— Serie al ver a Koji— Son híbrido, no pueden transformarse por completo, no tienen marca de alfa, pero tienen un aroma muy suave, Koji es más alto, su aroma es de ron y Ryu su esencia es de licor a café — Dice Taro— Tienen lo mejor de cada especie.
—Como me gustaría tocarlas— Dice Paris.
—Koji ven aquí, Paris, quiere tocar tus orejas— Dice mirando a Katashi, quien se acerca. Se burla de él directamente.
—Paris, solo mi novio puede tocar mis orejas... Pero si quieres dejar a mi tío por mí, asumiré la responsabilidad y viviremos felices— Dice el mayor de los gemelos acercándose, para que Paris, toque sus orejas.
—Nadie me cambiará, tú deja de coquetear con Paris— Dice Katashi.
—¿En serio que solo tu novio puede?— indeciso en tocar las orejas Paris, no quiere provocar la ira de Katashi.
14 de marzo.
Fueron tres días que estuvo en la casa de los padres de Katashi, aunque se sintió muy nervioso, al no saber qué podían pensar o esperar de él. Comprendió que eran muy unidos, nunca hicieron algo para hacerlo sentir incómodo, los sobrinos de Katashi, solo lo siguieron para poder saber si les podía enseñar a boxear, mientras Daiki, Taro y Haku se preocuparon solo de molestar a Katashi, la pequeña Anzu, si no andaba detrás de Fay, perseguía a Paris irritando a Katashi, mostrando lo territorial que podía ser con Paris.
Le gusta viajar de noche, le gusta que Katashi, lo tome de la cintura para ocupar su hombro como almohada. Pero lo que las le gusta es que Haku, subió la ventanilla aislante, dejando separada en dos ambientes el carro, adelante, Haku, Fay y atrás sin que los pueda ver u oír Katashi y Paris.
—¿Paris, cuando?— Pregunta directamente.
—Tú no conoces el significado de la palabra, esperar— Dice tomando la barbilla para besarlo.
—Si me sigues besado, como quieres que no me controle— Responde. Apoyándose en su lado izquierdo, para poder mirar a Paris.
—¿Debo para entonces?— Pregunta.
—tú puedes hacer lo que desee— Dice devolviéndole el beso, apretándolo contra su cuerpo.
—Katashi nos van a escuchar— Susurra.
—No lo harán, quedamos aislados aquí atrás. Vamos Paris, solo jugaremos— Dice tomando por detrás de la rodilla para dejar su pierna cerca de su cintura— ¿quieres jugar?— Le murmura en su oído.
—Solo jugar— Repite, abrazándose al cuello del alfa. Dejándose llevar por los labios de Katashi. Su corazón se acelera, el calor en sus mejillas empieza a aumentar.
—Paris— Puede escuchar la ronca y profunda voz de Katashi llamándolo, mientras su ágil mano se cuela por debajo de su ropa, llegando a su pezón, lo frota con sus yemas y estira con sus dedos, mientas ambas lenguas se enredan afuera de la boca.