POV Sara:
Después de cenar nos fuimos a dar un paseo por la playa de la concha. Mi hermana echaba mucho de menos la brisa del mar Cantábrico. Al llegar a un bar, mi hermana empezó a hablar con unas personas. Al principio, no sabía quiénes eran, pero luego me di cuenta de que eran las jugadoras del Barça. Miré a cada una de las ellas, solo hubo una que me devolvió la mirada. Era ella... la chica a la que le rechacé la foto. Ella no despegó la mirada de mí en ningún momento, pero yo empecé a sentirme un pelín incómoda y miré al suelo. Sabía que mi relación con Nico había terminado, pero me sentía mal cuando me encontraba en alguna de estas situaciones.
- Lo siento es que estamos organizando una cosita para los fans.
- Tranquila, no pasa nada – me quedé pensativa durante unos segundos y pregunté insegura – Una duda. ¿Cómo se llama la chica rubia, ojos castaños, alta, fuerte...?
- ¿¿Alexia?? ¿Por qué me preguntas por ella? – preguntó curiosa.
- Sin más, me ha venido la curiosidad – respondí nerviosa.
- Es muy maja, pero no le gusta que le graben mucho. Es muy reservada.
No sé lo que paso, pero algo esa noche algo cambio en mí.
POV Alexia
Jugamos muy bien contra la Real esa tarde. Es verdad que teníamos que mejorar algunas cosas, pero estaba contenta por los goles que marcamos. Cuando terminó, me acerqué a la grada para firmarles la camiseta a algunas fans y mi mirada fue directa a una dirección. No podía apartar la mirada de ella. Me entró una sensación rara en el cuerpo que me impedía concentrarme en otra cosa que no fuese ella. Me percaté de que la chica estaba buscando a alguien más en el campo. Sentí la necesidad de ayudarla y decidí acercarme poco a poco. Les firmé la camiseta a unas chicas que estaban al lado suyo y me empecé a poner muy nerviosa. Sentí una punzada en el estómago al notar su mirada.
- ¿Tú también quieres una foto? – le pregunté sin entender muy bien lo que me pasaba y a la espera de su respuesta.
- No hace falta, gracias – en ese momento me quede paralizada. No me esperaba esa respuesta. Empecé a sentir como mis piernas temblaban y volví corriendo al vestuario para que no pudiera ver mi cara enrojecer. No entendía lo que me acababa de pasar.
- ¿Estás bien? – me preguntó Mapi al ver que estaba distraída pensando en aquella chica misteriosa.
- Sí... Solo estoy cansada.
Después de cenar, decidimos ir todo el equipo y el staff a un bar para celebrar la última victoria antes de la última ventana de selecciones. En un momento vi como Noa, la CM, entraba por la puerta; era la única del staff que no había cenado con el equipo. Empezó a hablar, pero no presté mucha atención a la conversación porque la vi. Era ella. Qué posibilidad había de encontrarme con ella otra vez. Estuvimos mirándonos durante unos cuantos segundos, pero ella bajo la mirada. En un momento, escuché como Leila le preguntaba a Noa quien era la chica que estaba con ella. Respondió que era su hermana que vivía en la ciudad y que habían ido a cenar. Yo aún la seguía mirando, no podía despegar mi mirada de ella a pesar de que lo intenté muchas veces. Cuando se marchó, sentí algo raro en mí, algo que no sentía desde hace tiempo. Intenté no darle muchas vueltas más y volvimos al hotel.
El día siguiente, en el avión a Barcelona, Jona me empezó a hablar sobre el problema que teníamos con los fisios.
- Eloi ha tenido un problema personal y no podrá continuar como fisio del equipo – me dijo preocupado. Como capitana del equipo tenía que saber este tipo de problemas del staff. – La junta directiva ya está en busca de alguien que pueda sustituirle.
- ¿Pero encontrarán a alguien para después del parón?
- Supuestamente, sí – se notaba que estaba preocupado. Últimamente, habíamos tenido muchas lesiones y no podíamos estar solo con tres fisio, habría sido demasiado trabajo para solo tres persona.
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Te lo voy a volver a preguntar...
RomanceSara es una fisio cuya hermana trabaja en el FCB como CM del equipo femenino. Un partido, una cena y una mirada cambian su vida y decide aceptar ir a vivir a Barcelona. Ahí se encontrará con un pasado que la traumó, un presente que la apoya hasta la...