POV Sara
2 meses después
Pasaron varios meses y creo que fueron de los mejores meses desde que empecé a salir con Alexia. No tuvimos ningún drama más. Mi padre me dejó en paz y solo lo veía en los momentos obligatorios. Por otro lado, mi hermana se había echado novia ¡Por fin! Pero ahora tenía que soportar sus charlas de enamorada. Judit, la entrenadora de porteras, le pidió una cita delante de todas, la cara de Noa fue muy graciosa, la verdad. Hacían una buena pareja y se notaba cada vez que las veía juntas en las instalaciones. Las navidades pasaron enseguida, volví algunos días a Euskadi, pero en general las pasé con Alexia y su familia. Eli me acogió en su casa como una más de la familia. Y llegamos a enero, cuando se jugaría la Supercopa. Ale, por su parte, seguía con la recuperación. Ya podía correr y empezamos a hacer ejercicios con el balón. El simple hecho de tocar la bola la hacía muy feliz.
En la Supercopa, me senté a su lado para ver la final contra la Real. Como no era fisio del equipo no podía estar en el banquillo, pero en el palco por lo menos podía controlar a Alexia por si hacía algún movimiento raro al celebrar o al cabrearse. Obviamente ganamos el título.
- Esto se va a convertir en nuestro ritual. ¿Quieres sacarte una foto contigo? – me preguntó al coger la copa.
- Lo iba a hacer, aunque no me lo pidieras, así que sí.
Después del partido, el equipo viajaría a Barcelona seguido. Yo, supuestamente, no podía viajar con el equipo, pero Ale logró colarme en el tren. El día siguiente, las chicas decidieron salir de fiesta para celebrar el título.
Llegamos al pub todas juntas. Nos dieron una zona vip para que no nos molestaran, pero la mayoría estaba en la pista de baile. Yo al principio me senté en una mesita junto a Codina y a Aitana, mientras veía a Alexia y Mapi bailar. No podía apartar la mirada de ella.
- Se nota que estás enamorada – dijo Aitana al ver mi cara de embobada.
- Sí que lo estoy.
- Qué bonito es el amor – dijo Codi tomando un sorbo de su baso – en Italia todo lo relacionado con el italiano se relaciona con el romance – Aitana y yo la miramos extrañadas - ¿Qué pasa?
- Gracias por la clase... supongo – dijo Aitana al reírse.
- ¿Sara sabes hablar algún otro idioma?
- Soy de Euskadi, así que euskera.
- ¿Qué dices? – dijo Laia sorprendiéndose – Dime algo en euskera.
- Alexiaz maiteminduta nago eta berarekin dantza egitera noa (Estoy enamorada de Alexia y voy a bailar con ella)
- Y ¿Qué significa?
- Tendrás que descubrirlo tú solita – empecé a reír y me levanté para a bailar con mi rubia. Aitana también empezó a reír ante la cara de Codina.
Yo me acerqué a donde Alexia. Al tocarla se asustó, pero al de unos segundos se pegó a mí. Estuvimos bailando muy juntas durante mucho tiempo. Sonaron música de muchos artistas y no podíamos disfrutar más. Cada canción que pasaba me sentía cada vez más cómoda. Pero el cansancio y la sed aparecieron.
- Oye, voy a la barra a por algo – le dije en la oreja.
- Vale, si me necesitas estaré aquí.
Tarde un rato en llegar a la barra. Había mucha gente, pero podía ver perfectamente a mi novia desde la barra. Ella también me estaba mirando. Teníamos un imán que conectaba nuestros ojos.
-Hola, guapa – dijo un chico al sentarse a mi lado en la barra - ¿quieres algo de beber?
Yo lo miré un segundo, pero seguido volví a mirar a Alexia. Ella paró de bailar y se puso seria al ver que alguien que no conocía estaba hablando conmigo. Empezó a venir a donde mí con rapidez. ¿Alexia celosa? Por lo menos parecía que estaba celosa.
- Ya he pedido mi trago, pero gracias – le respondí al chico.
- Déjame pagártelo – me sonrió – y luego si quieres podemos bailar un poco.
- Deja que me lo piense – dije jugando con él mientras miraba a mi novia.
Alexia se puso a pocos metros de nosotros para poder escuchar la conversación, pero tuve una mejor idea.
- Oye, guapa, ven aquí – le dije a mi rubia y ella se acercó – me llevas mirando el culo un buen rato. Así que, como los dos queréis bailar y hacer otras cosas conmigo, vamos a ver que podéis hacer para conseguir una oportunidad conmigo, el que me diga la mejor frase para ligar tendrá su recompensa.
Pude ver como Alexia me miraba con cara de duda al principio. Estaba celosa y se le notaba en la cara. Pero, al verme segura, confió en mí y cambio su cara a una cara traviesa. Al ver su cara sabía que iba a ganar. Los dos aceptaron la propuesta.
- Si las miradas pudieran matar, serias un arma de destrucción masiva – dijo el chico regalándome una sonrisa.
- No ha estado mal, ahora tú – le señale a la rubia que me miró con una sonrisa que me enamoró.
- Siempre pensé que Disneyland era el lugar más feliz de la Tierra, pero eso era antes de tener la oportunidad de estar aquí junto a ti.
- Pero bueno chicos... os tenéis que esforzar un poco más – dije haciendo que el chico se frustrara un poco, pero Alexia me seguía mirando de una manera seductora.
- Sabes que, he apostado con mis amigos a que no sería capaz de iniciar una conversación con la persona más guapa de este bar. ¿Cómo crees que deberíamos gastarnos su dinero?
- Eso es otra cosa... - miré a Alexia – Oye rubia, tendrás que decir una muy buena frase para superar lo que ha dicho.
- Disculpa, ¿tienes hora? Es que quiero recordar el momento exacto en el que me enamoré de ti.
- No tengo hora, ¿pero cuándo te enamoraste de mí?
- Me enamoré de ti en el primer momento que te vi en aquella grada – nos miramos y no pude evitar mirarla embobada y sonreír.
- Lo siento chaval, pero gana ella – vi como su cara pasó de una excitada a una frustrada.
Cogí mi bebida y me fui con Alexia a una mesa para poder estar a solas.
- Nunca había creído en el amor a primera vista, pero eso fue antes de verte a ti – yo sonreí y la besé.
- Sabes que ya hemos terminado la lucha de las frasecitas ¿verdad?
- Sí, pero, como no quiero que vuelva a pasar, te voy a volver a enamorar con frasecitas cursis.
- No hace falta volver a enamorarme, ya estoy totalmente enamorada de ti.
- ¿A sí? – asentí y se acercó y juntó nuestros labios – va ahora te toca a ti. Dime una de tus frases.
- Eres tan hermosa que has hecho que me olvidara de la frase que iba a usar para ligar contigo – se empezó a reír – No, es verdad. Eres tan preciosa que al mirarte se me olvidan las palabras.
- Quiero que nuestro amor sea como el número Pi: irracional e interminable – volvimos a besarnos, pero esta vez con más cariño. No podíamos haberle dado un mejor final a una noche como aquella.
ESTÁS LEYENDO
Te lo voy a volver a preguntar...
RomantizmSara es una fisio cuya hermana trabaja en el FCB como CM del equipo femenino. Un partido, una cena y una mirada cambian su vida y decide aceptar ir a vivir a Barcelona. Ahí se encontrará con un pasado que la traumó, un presente que la apoya hasta la...