POV Sara
Me fui a casa y le conté todo a Alexia. Ella me abrazó y beso por muchas horas. Ella era mi familia y siempre lo sería.
Ya la temporada terminada, Alexia tendría un par de semanas libre antes del Mundial. No lo pensamos dos veces y nos fuimos a Ibiza. Los primeros días fuimos a una casa con Mapi, Engen, Leila y otras cuantas amigas.
- ¿Qué tal por las tierras inglesas Lei? – preguntó Ale.
- Pues la verdad es que bien – le salió una sonrisita – puedo decir que estoy feliz.
- Vale, ahora puedes decir quién te gusta – dije deduciendo lo que su cara intentaba decir.
- ¿A MÍ? – dijo sorprendida – A mí no me gusta nadie.
- Claro, y yo soy alemana, no te jode – dije haciendo que todas se rían excepto Leila – has sonreído como cuando Alexia sonreía antes de estar conmigo.
- Lo confirmo – dijo Mapi llevándose una mala cara de la catalana.
- Bueno... puedo decir que la liga inglesa es más física... – dijo cambiando de tema.
- Eres una aguafiestas y una cabrona – dije molesta – Pero continua que lo físico también me interesa...
- Osa que a ti te interesa todo, ¿no? – dijo Alexia mirándome con cara pensativa.
- Claro, como debe de ser. Te recuerdo que soy fisio – dije haciendo que se rían - ¿Entonces físicamente es más difícil?
- Bastante más la verdad.
- Pues igual me viene bien ir a Inglaterra, habrá trabajo de sobra – dije en broma para ver la cara de la rubia. Alexia me miró con el ceño fruncido.
- Tú no te vas a mover – me dijo acercándome más a ella – te quiero a mi lado.
- Si lo dice la reina...
- Entonces, ¿Qué vas a hacer con lo del trabajo, Sara? – dijo Mapi.
- La verdad es que no tengo ni idea. Estoy echando currículos, pero no he recibido ninguna llamada, así que...
- Bueno... el tiempo lo dirá.
- Sí, por lo menos puedo vivir estos momentos con vosotras y, especialmente, contigo – dije dirigiéndome a mi rubia.
- Crearemos momentos inolvidables – juntamos los labios creando un beso bastante caliente.
- Hola – dijo Leila – Os recordamos que estamos aquí. Si queréis follar, ir a una habitación...
- Lo siento, ya paramos – dijo Ale al separarse.
Fueron días increíbles, pero, para los últimos días en las islas, nos fuimos a un hotel en la costa para estar más solas. Era un hotel pequeño y solo para mayores de edad, así habría menos posibilidades para encontrarnos con gente que conociera a Alexia. Uno de esos días estábamos en la piscina tumbadas en un par de hamacas.
- Amor, ponte bocabajo – dijo sería – a este paso se te va a quedar el culo blanco.
- Una pregunta, ¿tú tienes un problema con mi culo?
- ¿Qué me pasa con tu culo?
- No paras de mirarlo y de tocarlo – me miró sorprendida – no estoy diciendo que no me guste que me lo toques, lo que pasa es que parece que tienes una adicción.
- Tengo una adicción – dijo riendo – desde cuando no puedo tocar algo que es mío.
- ¿Tuyo? Alexia Putellas tienes una jeta... – le dije siguiéndole el rollo - ¿Estás conmigo porque te gusta mi culo?
- Me gusta tu culo, pero me encantas tú y creo que eso es más importante.
- A mí también me encantas. Pero aun tienes pendiente cumplir un reto eh.
- El pelo...
- Eso es – dije riéndome – ¿cuándo te lo vas a teñir?
- Vamos a hacerlo a lo grande así que me lo teñiré para el mundial.
- Así me gusta. Te convertirás en Barbie futbolista, pero bueno para mí siempre serás mi rubia.
Se acercó y me dio un pico.
- Podría estar aquí todo el día – dijo mirándome.
- No mientas – dije riéndome – estás deseando volver a tocar un balón.
- No lo voy a desmentir, pero me gusta pasar estos ratitos contigo.
De un momento a otro, se nos acercaron un grupo de chicos.
- Hola chicas – empezó uno de ellos – ¿os podemos invitar a una bebida?
- No, gracias – dijo Ale – estamos bien.
- Por favor, solo queremos pasar un buen rato.
- Oraingo mutilek ez dute ulertzen zer den ezezko bat (Los chicos de ahora no entienden lo que es un no)
- ¿Eso es euskera? – dijo sorprendiéndose – Ay ba la hostia Patxi – dijo haciendo una imitación pésima del acento.
- ¿Queréis jugar? – dijo al final la rubia juguetona, ellos asintieron – pues juguemos. Si haces más flexiones que yo, os pagamos una ronda de bebidas, pero, si gano yo, nos lo pagáis a nosotras y nos dejáis en paz.
- Hecho – dijo el chico.
- Pero ¿tú estás loco? – le dijo un amigo – esa es Alexia Putellas, la mejor jugadora de futbol del mundo. Te va a machacar.
- Solo es una chica. Le voy a dar hasta una ventaja, las voy a hacer con una mano.
- Ale, ten cuidado con la rodilla – le dije yo preocupada.
- Tranquila, estoy bien – dijo preparándose – esto te gustará.
- Ya te digo, lo voy a disfrutar y mucho. Que empiece el espectáculo.
Los dos se pusieron en sus posiciones. El chico empezó haciendo las flexiones con una mano, pero se arrepintió al ver que Alexia seguía teniendo fuerzas para continuar. Al de pocas flexiones el chico se cayó.
- Un par de cervezas a su cuenta – le dijo a la camarera. Y se acercó a donde mí - ¿Te ha gustado?
- Mucho – se rio, la acerqué y la besé.
Los chicos se quedaronde piedra al ver nuestro beso. Fue un momento muy gracioso, uno de los mejores,diría yo. Después de esos días, donde hicimos de todo, llegó la hora de volvera Barcelona. Alexia tenía que ir a Benidorm para formar parte de la prelistadel mundial. Yo, como no tenía trabajo, iba a ir a ver los partidos y la iba aanimar como si fuera su fan número uno. Me daba igual con qué camiseta estabajugando, yo la animaría siempre.
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Te lo voy a volver a preguntar...
RomanceSara es una fisio cuya hermana trabaja en el FCB como CM del equipo femenino. Un partido, una cena y una mirada cambian su vida y decide aceptar ir a vivir a Barcelona. Ahí se encontrará con un pasado que la traumó, un presente que la apoya hasta la...