Capítulo 15

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POV Sara

Han pasado unas semanas desde aquella noche. Han pasado muchas cosas desde entonces. Alexia se fue de vacaciones con las del equipo a Mallorca para poder desconectar antes de empezar a preparar la Eurocopa. Yo, por otro lado, decidí ir a visitar a mi tía y a mi prima, ya que hacía varios meses que no la veía y la echaba mucho de menos. Mi prima, Elene, tenía 5 años y, es verdad, que nos llevábamos varios años, pero me caya muy bien. Fue una de mis grandes razones por las que me quedé en Euskadi cuando Noa se vino a Barcelona.

Alexia y yo seguimos a lo nuestro. Nos vimos algunos días, pero a las dos nos habría gustado haber estado más días juntas.

Y ya era 5 de julio. Era un mes tranquilo, porque la mayoría de las del equipo estaban con sus selecciones preparando la competición europea de este verano. Mi hermana en julio no tenía que trabajar, pero yo tenía que ir una vez a la semana para las sesiones de las lesionadas por cruzado. Seguían en su estado de recuperación y había que continuar con la rehabilitación a pesar de que estaban de vacaciones.

- Jana, ¿Qué tal por Mallorca? – dije al ver que la jugadora entraba a la sala de rehabilitación.

- Muy bien, ha sido una semana intensa, pero bonita. Me habría gustado que hubieses venido tú también.

- A mí también me habría gustado ir, pero entre volver a Euskadi... No he tenido mucho tiempo para mí. ¿Qué tal está mi rubia?

- Sabes perfectamente como está, pero bien. En Inglaterra con las otras. Sinceramente, me gustaría estar con ellas ahora mismo, pero mi recuperación es lo más importante – dijo sentándose en la camilla sin ganas.

- Vamos, anímate... tú por lo menos vas a ir a verlas jugar.

- Oye, ¿y si vienes al partido de inauguración y le das una sorpresa a Ale?

- Jana, no puedo... - empezó a hacer pucheros y no tuve otra opción. - Vale, pillaré un vuelo e iré a ver algún partido.

- Ale se va a ilusionar mucho al verte, te lo aseguro.

Al de segundos entraron Bruna y Jordi por la puerta.

- ¿Qué tal está hoy mi muro favorito? – dijo mi compañero al acercarse a Jana.

- Con la misma rodilla jodida, pero con muchas ganas de jugar la siguiente temporada.

- Me alegro.

- ¿Qué hacéis aquí? ¿No tenéis sesión en el gimnasio? – dije yo dejando de hacer un ejercicio con la rodilla Jana.

- Sí, pero Jona me ha dicho que venga aquí – no entendía lo que estaba pasando – al parecer nos tiene que decir algo.

Yo seguí haciendo los ejercicios con Jana mientras esta hablaba con su mejor amiga. De mientras Jordi se fue un segundo a su despacho. Jona entró con la respiración agitada a la sala.

- Jona, ¿estás bien? – le pregunté yo poniendo mi mano en su pecho.

- NECESITO HABLAR CON VOSOTROS YA – gritó. Se fijó que Jana y Bruna estaban en la sala y rápidamente se puso derecho otra vez – Jana, Bruna salir de la sala. Cuando termine de hablar con Jordi y Sara retomaréis vuestras sesiones.

Ellas salieron de la sala con caras de preocupación. No sabían lo que estaba pasando, nadie lo sabía.

- ¿Qué ha pasado Jonatan? – preguntó Jordi serio.

- Acaban de llamar de la selección... Alexia... - no pudo terminar la frase.

- ¿QUÉ HA PASADO CON ALEXIA? – dije yo consumida.

- Alexia se ha roto el cruzado.

Se me paró todo el cuerpo. Noté como mi pulso empezó a bajar de golpe. Puede sonar un poco dramático, pero esto era lo último que me esperaba de todas las noticias que me podría dar. Noté como mis ojos se empezaron a aguar, ya que si el médico lo confirmaba, sabía perfectamente el cómo se sentiría.

- ¿Cómo que se ha roto el cruzado? – preguntó Jordi sin entender.

- Hoy por la mañana en el entrenamiento se le fue la rodilla izquierda. El médico de la selección lo ha confirmado, pero me gustaría que alguno de vosotros vaya cuanto antes a Londres para asegurarse.

- Yo lo haré – lo dije sin pensarlo, pero lo tenía que hacer. Sabía perfectamente lo sola que se estaría sintiendo en ese momento, el miedo que tendría.

- ¿Estás segura? Sabes que confío en tu trabajo, pero sabes que te vas a encontrar a una Alexia dolida, ¿verdad?

- Lo sé, pero tengo que ir.

- Pues tu vuelo sale en un par de horas. Aquí tienes el número del médico de la selección. Vete a casa, prepara tus cosas y vete para Londres pitando.

No tardé mucho tiempo y me fui corriendo al aeropuerto. Intenté llamarla para poder hablar con ella, pero no me cogía el teléfono. Al llegar a la capital inglesa, fui directa al hospital donde estaba.

- ¿Eres Sara Font? – dijo un hombre al acercarse a mí.

- Sí, soy yo.

- Menos mal que has llegado pronto, me llamo Eduardo, médico de la selección española.

- ¿Cómo está Alexia?

- Lo podrás ver por ti misma ahora mismo – me señaló la puerta de una de las habitaciones y yo entre.

- ¡Alexia! – dije yo sorprendiéndola. Me acerqué para abrazarla, pero no me abrazó de vuelta.

- ¿Qué haces aquí?

- Me han mandado del Barça para revisarte – vi cómo su expresión no cambiaba en absoluto, seguía en shock– oye, ¿Qué te pasa?

- Eduardo, ¿nos puedes dejar a solas? – el médico hizo caso y salió de la habitación.

- Oye, mírame – dije al agarrarle de la barbilla para que me pudiese mirar - ¿Qué te ha pasado?

- Estaba entrenando y de repente... - empezaron a salirle las lágrimas y yo la abracé sin soltarla ningún momento. Empecé a llorar con ella, porque veía que su mundo se había desplomado.

- Tranquila, estoy contigo – dije para intentar tranquilizarla.

- Tengo miedo.

- Lo sé, ahora mismo estás hundida, pero lo superaremos. Recuerda, somos un equipo – ella lloró durante un poco más de tiempo.

Después me puse a examinar su rodilla y, no se habían equivocado, se había roto el cruzado. Esa lesión haría que se perdiera no solo la Eurocopa, sino también una gran parte de la siguiente temporada por no decir toda la temporada. Nunca llegué a empatizar tanto con una persona. La persona que quería a mi lado estaba sufriendo por la misma lesión que me dejo a mí fuera de los terrenos de juego. No pude evitar volver llorar porque me sabía perfectamente por lo que tendría que pasar Alexia en los próximos meses.

Te lo voy a volver a preguntar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora