Capítulo 11

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POV Sara

Estaba nerviosa, nunca había asistido a una cena tan elegante como esta. Mi hermana estuvo un rato intentando tranquilizarme, pero no lo logró.

- Estate tranquila, todo va a salir bien.

- Pero va a estar alguien de la junta presente, ¿y si es Joan Laporta?

- Laporta nunca viene a estas cenas, suele venir alguien más secundario.

- ¿Y si viene... Él?

- Él nunca se ha presentado en estas cosas. En los siete años que llevo aquí siempre viene Puig – me tranquilicé al escuchar que Andreu no vendría, ya estaba bastante nerviosa por la cena como para recibir una visita incómoda...

- Una pregunta, ¿Cómo se supone que vamos a ir?

- He pedido que nos recojan.

- ¿Y tu moto?

- Esta rota, por eso le he pedido a Alexia que nos venga a recoger – dije poniéndome los zapatos.

- ¿ALEXIA? – mi hermana gritó sorprendida – pero tú, ¿desde cuándo hablas con Alexia?

- Soy su fisio, tengo que hablar con ella – dije yo sin darle importancia – simplemente es una amiga y nos va a venir a recoger – mi hermana puso cara de sorpresa y yo intenté contener mis nervios e intentar sonar lo más normal posible. Aún sentía que era pronto para contarle que tenía algo con Alexia y, después de saber que hay gente que cree que Alexia sale con alguien, tenía menos ganas de contarlo.

Al de un rato, tocaron el timbre.

- Hola, Alexia – dijo mi hermana al abrir la puerta – pasa.

- Hola – empezó a mirar la casa – es muy bonita vuestra casa y estás muy guapa.

- Gracias, tú también estás muy guapa – Noa se acercó a mi puerta – Sara, Alexia ha llegado.

Yo salí y ahí estaba, preciosa como siempre. Llevaba un pantalón de traje negro, un top blanco y una americana negra. No pude evitar mirarla embobada.

- Estás guapísima – dijo ella rompiendo el hielo. Yo llevaba un minivestido.

- Tú no te quedas detrás – nos miramos y reímos. Noa vio toda la escena desde la puerta de su habitación.

Nos montamos en el coche de Alexia y nos dirigimos al restaurante. Por el camino nos estuvimos haciendo bromas todo el rato. Al llegar, aún faltaba mucha gente y ella decidió ir a hablar un rato con Jona. Yo me quedé con Noa en la barra tomando una copa antes de cenar.

- ¿Desde cuándo estás liada con Alexia? – yo me atraganté al escuchar su pregunta. Ella estaba seria mirando su vaso.

- ¿YO? ¿CON ALEXIA? ¡NO ESTAMOS LIADAS!

- Entonces porque me estás gritando – me miró manteniendo la cara sería. Yo no dije nada – Sabes que te podría decir un millón de motivos de por qué no puedes estar con ella.

- Noa no somos nada serio, por ahora. Ahórrate tu charla para el futuro – dije yo molesta.

- Sara, eres consciente de que te gusta una jugadora. Te podrían despedir...

- Pero no lo harán – dije segura – tenemos a Andreu en la junta.

- ¿En serio estás utilizando de excusa a nuestro padre? No tienes derecho a aprovecharte de su posición – dijo ella enfadada

- Ah, no tengo derecho, y ¿cómo se supone que conseguiste tú el trabajo? Solo le tuviste que llamar pidiéndole ayuda y te lo entregó en bandeja. Y lo peor es que lo hiciste sabiendo que nos abandonó. Siempre serás su favorita...

- No sigas por ahí, que tú también estás aquí por él y además él no pinta nada en esta conversación. Sabes que te puedes meter en un marrón por lo de Alexia, ¿verdad?

- Lo sé, pero hay algo en ella que... Me hace sentir diferente y, además, es preciosa – dije yo mirando a Alexia.

- Hasta un ciego podría llegar a admirar su belleza...

- Cierto, pero lo que siento con ella no lo he sentido con nadie, ni con Nico – dije yo volviendo a mirar a mi hermana - ¿Puedo ser feliz por una vez en mi puta vida?

- Haz lo que quieras, si te quieres acostar con ella, hazlo; ya eres mayorcita para tomar tus propias decisiones. Pero luego no digas que no te he avisado – me quede callada mirando mi bebida – Entonces lo que me dijo Andrea sobre lo de Alexia era cierto... Alexia está saliendo con alguien.

- Bueno, saliendo no estamos, pero se podría decir que tenemos algo.

Noa se quedó callada lo que faltaba del tiempo. Sabía que mi relación con Alexia pondría en peligro mi trabajo, pero estaba dispuesta a arriesgar todo por ella.

Cuando llegaron todas, nos sentamos en la mesa. A mi lado se sentaron Jordi y Noa. Alexia se sentó con la plantilla a unas cuantas sillas de mí, pero la podía admirar perfectamente. Estuvimos un rato hablando antes de que nos trajeran la comida y, por fin, llegó la persona de la junta que tanto estábamos esperando. Yo me ilusioné porque tenía muchas ganas de conocer quién era el miembro que asistiría. Cuando lo vi, mi cara cambio radicalmente de una llena de ilusión a una de enfado y rabia. Había venido, pero ¿Por qué tenía que ser él? Andreu se sentó al lado de Jona después de saludarnos a mí y a mi hermana con la cabeza. Ella le devolvió el saludo, pero yo me quedé paralizada.

- ¿Estás bien? – preguntó mi hermana al ver mi expresión.

- No, no lo estoy – dije yo enfadada - ¿Tú sabías que iba a venir?

- No, no tenía ni idea. Seguramente pensó que si nos lo decía no ibas a venir.

- Y no voy a estar ni un segundo más aquí, no puedo – intenté levantarme, pero mi hermana no me dejó.

- Ni se te ocurra irte – me agarró del brazo para mantenerme sentada – tú no vas a ningún sitio. Hay que intentar no llamar mucho la atención, es una noche para disfrutar. Así que tú te quedas aquí tranquila y, luego, si te quieres ir con tu noviecita, te vas.

- No es mi novia – dije soltándome de su agarre. Levanté mi mirada y vi que Alexia me estaba mirando preocupada. Me preguntó si estaba bien y yo le dije que sí. No quería estropearle la noche.

Durante toda la cena intenté ignorar la presencia de ese ser que tanto odiaba. No entendía como todo el mundo se podía reír con sus chistes, eran horribles. Después, nos quedamos en el bar del restaurante tomando algo. Yo estuve evitando a mi padre durante mucho tiempo, ya que se notaba que quería hablar conmigo. En un momento me acerqué inconscientemente a donde Alexia.

- Oye, ¿estás bien? Llevas toda la noche actuando rara – me miró preocupada.

- ¿Recuerdas cuando te dije que mi padre estaba en la junta? – ella asintió – Pues Andreu es mi padre – pude notar como su pasaba de preocupación a sorpresa.

- ¿Qué dices? ¿El mismo Andreu que ha venido hoy? – yo asentí – esto sí que no me lo esperaba.

- Oye, no quiero estropearte la noche, pero ¿nos podemos ir? No quiero seguir sintiendo al diablo persiguiéndome todo el rato.

- Claro, pero antes necesito despedirme de la gente y... creo que tú vas a tener una conversación un poco incómoda – dijo mirando a algo que estaba detrás de mí. Me di la vuelta y vi a la única persona con la que no quería juntarme.

- Alexia, me disculpas un momento, me gustaría hablar con Sara – dijo Andreu mirándola. Ella me miró esperando alguna señal. Yo le dije que se fuera.

- Bien, me despediré de la gente y nos vemos en la entrada, ¿vale? – yo asentí. Vi cómo Alexia se empezó a dirigir donde estaba todo el mundo.

- No sabía que eras amiga de Alexia.

- ¿Cómo lo vas a saber? Si ni siquiera has venido a saludarme desde que estoy en Barcelona – exclamé enfadada.

- Pensaba que no me querías ver.

- Y no quería, ¿qué haces aquí?

- Quiero hablar contigo de lo que pasó, de lo que nos pasó...

Te lo voy a volver a preguntar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora