Capítulo 25 (+18)

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POV Sara (+18): LA LECTURA DE ESTE CAPITULO NO ES OBLIGATORIO, SOLO ES UN PLUS.

Ella abrió la puerta mientras yo la miraba. Mi miraba era seductora. Ella me miró de vuelta y me agarró de la mano para que entrara. Sin aguantar más, al cerrar la puerta, me lancé a su boca sin poder evitar el chocarnos con el recibidor por la fuerza. Ella me siguió el beso. Yo la agarré del cuello para intensificar nuestro beso y ella, al principio, metió sus manos por debajo de mi camiseta, pero luego bajo sus manos a mi culo para juntarnos más. Las dos notamos que la temperatura de nuestros cuerpos aumentaba. Inconscientemente, nos dirigimos a la zona de la isla de la cocina. Me puso en contra de la isla, lo que hizo que se me abrieran un poco las piernas. Ella aprovechó ese espacio y metió su pierna entre mis piernas. Levantó la rodilla haciendo contacto con mi centro, lo que provocó que gimiera en su boca. Abrí un momento los ojos para poder observar cómo sus ojos castaños estaban llenos de lujuria, provocó que me calentara. Empezó a quitarme toda la ropa. Yo hice lo mismo hasta quedarnos desnudas. Ella volvió a hacer ese mismo movimiento con la rodilla, pero esta vez apretando directamente mi zona húmeda. Al ver lo excitada que estaba, me agarró del culo para levantarme y llevarme a la cama. Me tumbó en la cama e intentó levantar la cabeza. No lo logró, ya que le agarré del cuello para que se cayera encima de mí.

- ¿Sabes que quiere hacer la mejor jugadora del mundo? – yo la miré con las pupilas dilatadas – Quiere follarse a su novia y quiere que tenga el mejor orgasmo de su vida.

Acto seguido devoró mi pecho, lo que hizo que me saliera un fuerte gemido. Mientras se comía uno, empezó a juguetear con mi otro pezón con sus dedos. Viendo que mi zona estaba muy húmeda, acercó dos de sus dedos a mi boca para que los chupara. Con sus dedos bien lubricados, entró dentro de mí creando un gemido callado, ya que me besó para que no se escuchara. Sus dedos entraban y salían a toda prisa, sin parar. Agarré las sábanas por toda la satisfacción que estaba sintiendo. Al ver la cara de placer que tenía, no dudo ni un segundo y bajo su cabeza para que pudiera terminar. Introdujo un tercer dedo al mismo tiempo que empezó a chupar toda mi zona, lo que hizo que llegara al clímax. Al terminar, se acercó a mi cara y me beso. Fue un beso agresivo. Bajé mis besos a su cuello, lo que hizo que ella también empezara a jadear. Le mordí el cuello y soltó un grito.

- ¿Estás bien? ¿Me he pasado? – le dije yo preocupada. Pensaba que le había hecho daño.

- ¿Cómo voy a estar mal? Acabo de follarme a mi novia, como para estar mal – dijo al acariciarme la cara.

Me dio un último beso suave en los labios, se tumbó en mi pecho y se abrazó a mí. Nos quedamos dormidas, agotadas.

Te lo voy a volver a preguntar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora