Te lo voy a volver a preguntar...

Capítulo 24

POV Sara

2 meses después

En mes y medio se terminaba el año. Un año lleno de emociones. Esta noche, Ale y yo habíamos quedado para cenar. No era la primera vez que salíamos y no iba a ser la última. Siempre salíamos a los mismos restaurantes. O íbamos a un italiano o a un japonés.

- ¿Qué tal con tu padre? – me preguntó mientras terminábamos de comer.

- Por ahora bien, hoy hemos ido a dar un paseo por la Sagrada Familia. Ha sido un poco incómodo, pero se nota que quiere cambiar.

- Me alegro, pero te lo juro que si te hace algo... - se puso a la defensiva, pero yo le agarré del brazo.

- Tranquila, fiera – me empecé a reír – ¿Por qué la gente es tan violenta al pensar que me van a hacer daño?

- En mi caso, porque te quiero – no pude evitar sonreír y ponerme roja. Ella al ver que me sonrojaba se rio - ¿Cómo no voy a tener ganas de protegerte? Si eres lo mejor que me ha pasado en los últimos años.

- Ale, tú también eres de las mejores cosas que me han pasado. Eres la mejor – nos acercamos y tocamos nuestras frentes creando un momento mágico.

- Por cierto, me han llamado de Francia – dijo alejándose un poco y queriendo ver mi reacción.

- ¿Eso es lo que llevas meses escondiendo? ¿Te vas a Francia a jugar? – dije disgustada.

- ¡NO! Estoy jugando en el club de mi vida, nunca iría a jugar a Francia. Además, he renovado este año, no voy a renovar para luego irme.

- ¿Entonces?

- Tenías razón... Todo este tiempo has tenido la razón – no entendía nada y ella se dio cuenta – soy la mejor jugadora del mundo.

- No... - la miré sabiendo de lo que estaba hablando – júramelo.

- Te lo juro – dijo riendo al ver mi reacción.

- ¿TE HAN LLAMADO POR EL BALÓN? – ella asintió y no pude evitar gritar. Todo el mundo en el restaurante se nos quedó mirando.

- Pero no grites, loca – dijo intentando callarme – un poco de discreción, que eres la primera en saberlo. No se te puede contar nada.

- Te lo dije... Eres la mejor del mundo y nunca lo dejarás de ser.

- Gracias por seguir animándome pese a que hayan sido meses complicados. Gracias por seguir diciendo que soy la mejor. Gracias por ser mi apoyo. Te quiero.

- Yo también te quiero.

Junté nuestros labios en un beso suave. Al de poco me separé, ya que estábamos en un sitio público.

-Tengo ganas de llegar a casa – le dije coqueta mientras mordía el labio interior.

- ¿A si? ¿Y qué se supone que quieres hacer en casa? – dijo siguiéndome el rollo.

- Nunca se tiene a la mejor jugadora del mundo al lado – dije levantándome de la silla – Y me apetece... - me acerqué a su oreja para asegurarme que solo ella lo escuchaba – Me apetece hacerla mía.

- ¿A sí? – dijo ella mientras se le agitaba la respiración – ¿nos vamos?

Salimos del restaurante y nos dirigimos a su casa lo más rápido posible. Durante todo el viaje había una tensión que las dos queríamos resolver al llegar a su casa. Y fue exactamente lo que pasó.