Capítulo 3

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POV Sara

No sé por qué lo hice, pero acepté. De un día para otro estaba en un avión viajando hacia Barcelona dejando atrás mi antigua vida en Donosti. Al llegar al aeropuerto me encontré con Noa y me acompaño a su piso. Íbamos a vivir juntas, ya que yo no tenía el dinero suficiente para alquilar una habitación cerca de la ciudad deportiva. Sabía que la convivencia iba a ser difícil. Mi hermana y yo nos llevamos 6 años, así que estábamos en diferentes momentos de la vida, pero teníamos muchas ganas de empezar esta nueva etapa juntas.

Al día siguiente, me acompañó a las instalaciones. Me iban a presentar a mi compañero de trabajo, Jordi. En ningún momento vi a mi padre, y le tengo que agradecer a dios por eso, pero a mi hermana le molesto que no apareciera.

- Sara, te presento a Jordi, tu compañero hasta final de temporada, por lo menos - delante de mí apareció un hombre de unos cuarenta años, alto y musculoso que tenía una sonrisa de oreja a oreja.

- Encantado de conocerte, nos lo vamos a pasar bien - dijo Jordi.

- Lo mismo - respondí tímida. No era muy buena haciendo amigos, siempre me costaba conectar con la gente.

- Bien, pues yo ahora me tengo que ir a trabajar - exclamó Noa mientras me abrazaba - pásalo bien y conoce a la gente - me despedí de ella y empecé a hablar con Jordi.

Me enseñó las instalaciones y me presentó al resto del staff. Las jugadoras que no fueron convocadas para jugar con sus selecciones fueron apareciendo poco a poco por los vestuarios, ya que tenían programado un entrenamiento. Jordi me llevó a la sala de rehabilitación que es donde trabajaría ese día. Normalmente, trabajaríamos en aquella sala o en el gimnasio ayudando a las jugadoras lesionadas.

- Hola, ¿Qué tal Jordi? - dijo Jana al entrar en la sala.

- Bon dia Jana, ¿Qué tal va esa rodilla? - respondió mi compañero con entusiasmo.

- Bastante mejor la verdad... ¿Perdona eres la nueva fisio? - me preguntó al darse cuenta de mi presencia.

- Sí, soy Sara, encantada - nos dimos la mano.

- Encantada, espero que se te den bien tu trabajo porque en este equipo hay bastantes lesiones por cruzados - dijo con tono de broma y sonriendo mientras sentaba en una camilla.

- No te preocupes, sé muy bien lo que tengo que hacer con esta lesión - sonreí e intenté aparentar seguridad.

- ¿Te importa hacer hoy su sesión Sara? Tienes el informe de las anteriores sesiones en ese cajón - dijo mi compañero señalando un armario de la sala, el cual se encontraba al lado de nuestros despachos - Yo tengo que ir al campo con otra compañera.

- Tranquilo, ya me encargo yo - me puse nerviosa al saber que tenía que atender a mi primera paciente en ese momento.

- No tienes que estar nerviosa, si te han contratado aquí es porque eres buena en tu trabajo - me dijo Jana al ver que me temblaban las manos de los nervios.

- Todo esto es nuevo para mí. Estoy en un nuevo puesto de trabajo, en una nueva ciudad y no estoy acostumbrada a este equipamiento, pero gracias por intentar tranquilizarme - sonreímos las dos. Me puse feliz al ver que Jana tenía total confianza en mí a pesar de que nos acabamos de conocer.

Estuvimos hablando durante toda la sesión, incluso me hizo una pequeña descripción de cada jugadora del equipo para conocerlas un poco más. Después de la sesión, fuimos a ver el entrenamiento de las otras jugadoras. Era espectacular como jugaban, el físico que tenían, la potencia con la que entrenaban... En ese momento entendí por qué lo llamaban el mejor equipo del mundo del futbol femenino.

Te lo voy a volver a preguntar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora