Capítulo 34

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POV Alexia

"Sabes que estás enamorada en el momento en el que puedes tocar las estrellas sin llegar" fue la última frase que dijo antes de quedarnos dormidas sobre la gran toalla que nos cubría. Fue una noche inolvidable. Nunca me había sentido tan cómoda con ninguna otra persona.

Pero, a pesar de todo, era hora de volver a la normalidad. Era hora de centrarse en los últimos partido de la temporada. La liga al final la terminamos con un empate y una derrota. No nos jugábamos nada, pero la verdad es que me dolió. Por lo menos pude marcar un gol que hizo que la derrota tuviera un sabor a dulce. Todo el equipo estaba centrado en el mismo objetivo: la final de Champions.

- Ale, ¿Qué tal estás?

- Alba, ¿Qué haces aquí? – el día que volábamos a Eindhoven apareció en mi casa sin previo aviso.

- Te quería dar una visitilla antes de que te vayas a las tierras holandesas. Voy a donde mama, así que he aprovechado para pasarme, ¿estabais haciendo algo, o qué?

- No, es que no te esperaba. Sara está echándose la siesta. Está intentando encontrar trabajo y eso la agota.

- ¿Pero no le iban a devolver el trabajo del Barça?

- Sí, pero lo rechazó – me miro con una cara rara – sí, yo también puse la misma cara, pero es su decisión, así que...

- Algún día le diré que venga conmigo al gimnasio para que me diga algún ejercicio.

- Buff... - resoplé – no se lo digas dos veces. Seguro que acepta, con lo que le encanta el gimnasio...

- Pues la verdad es que no lo parece.

- ¿A no? Pues con su cuerpo varias veces he pensado que parecía ella la futbolista y yo la novia – empezamos a reírnos.

- Bueno, te dejo hacer la maleta. ¿Sara viene con nosotras verdad?

- Sí, esta vez no la puedo colar. Así que tendrá que ir con la familia.

- Perfecto, dile que la escribiré – yo asentí – y tata, estate tranquila, esta vez la ganaremos seguro.

- Eso espero.

Nos abrazamos y se marchó. En el camino de ida, todas estábamos muy concentradas. Sabíamos que el partido iba a ser muy difícil, ya que el Wolfsburgo tenía uno de los mejores equipos de Europa, pero sabíamos que podíamos ganarlas. El último entrenamiento estuvo muy bien, todas utilizaban sus esfuerzos por luchar cada balón y poder sacar todo el ADN Barça que teníamos.

Y antes de lo esperado llegó. 3 de junio de 2023. Eindhoven. El estadio del PSV. Dos equipos: FCB VS Wolfsburgo. Una copa. Un título. El título para proclamarse el mejor equipo de Europa y, seguramente, del mundo. Dos aficiones. El blaugrana, por un lado, y el verde, por el otro. Un sueño y una teoría. La teoría del 2. El numerín que nos hacía soñar. Y un único objetivo. Levantar la UWCL.

Al llegar al estadio, en el vestuario se notaba que había tensión. Era una tensión habitual para ser una final. La concentración de las titulares era muy visible. Cuando Jona terminó de dar su charla nos juntamos en corro. Mis compañeras empezaron a gritar, pero era mi turno.

- Chicas, escuchar, si salimos como salimos siempre contra el último de la liga, no me puedo imaginar como saldremos hoy. Imaginar como estarán ellas. Somos eternas por como jugamos, que eso no se os olvide del 0 al 90. Hasta que no acabemos no pensamos en la copa, solo en el partido. El partido empieza aquí y ahora. A jugar como lo hacemos nosotras y hasta el final Barça.

- 1, 2, 3... Juguem juntes, guanyem juntes (Jugamos juntas, ganamos juntas)

Yo me senté en el banquillo para ver por lo menos los primeros minutos del encuentro. En el minuto 4 aparecieron los fantasmas del pasado, los fantasmas de Turín. Pajor marcó el primer gol que adelantaba a las alemanas. Fue tras un error de la defensa. Pero yo estaba tranquila, aún faltaban muchos minutos. En general, el partido fue nuestro. Teníamos la posesión, pero no llegábamos a la portería. En el minuto 37, todas nuestras esperanzas se fueron. Popp marcó el segundo para el Wolfsburgo. Ya no estaba tan tranquila. Pude notar exactamente la misma sensación que tuvimos hace un año contra el Lyon. Estábamos perdiendo el partido más importante de la temporada, por segundo año consecutivo. Se me aguaron los ojos, fue inevitable.

Llegó el descanso. No estábamos jugando mal, pero el Wolfsburgo cuando tuvo dos oportunidades y no las desperdicio. Jona decía que se podía remontar y que era justamente lo que íbamos a hacer. Nos dio una charla motivadora que hizo que todas tuviéramos la esperanza de remontar.

Justo al empezar la segunda parte, me mandaron a calentar. Sabía que no iba a jugar muchos minutos, pero los iba a disfrutar como una bestia. En el minuto 48, Patri marcó. Empecé a agitar el banderín del córner con mucha fuerza para poder soltar toda la rabia que tenía. Pero no tardó mucho en marcar el segundo. Exactamente, tardo 2 minutos. Patri volvió a marcar un golazo que hacía que el estadio cayera por completo. Habíamos remontado un 0-2 en 2 minutos. Fue espectacular. Seguimos luchando hasta el final. Pero lo mejor vino a los 20 minutos. Un error de la defensa del equipo alemán permitió que Mariona le diera un balón milagroso a Rolfö. Frido metió el tercero que nos permitía acariciar el título europeo. Se acercó a la zona donde seguíamos calentando y me fui a celebrar con ella. El partido siguió con el mismo rumbo. Manteníamos el control, pero había veces que el otro equipo se acercaba a nuestra área. En el minuto 90 entré para poder jugar mis primeros y últimos minutos de la temporada en Champions.

Cuando la árbitra pitó el final empecé a correr sin ningún rumbo fijo. Las chicas nos juntamos e hicimos un corro y empezamos a llorar emocionadas. Acabábamos de ganar la Champions League después de una espectacular remontada.

-Patri, te lo dije... - me acerqué donde la MVP del encuentro llorando – SOMOS CAMPEONAS DE EUROPA.

En el momento de coger la copa, la miré. Después de haber luchado, volvía estar en nuestras manos. Fue un momento que no desaproveché. Besé la copa como si no hubiera pasado ni un día desde la última vez que la levanté. Después de dar una vuelta por el estadio para enseñarla ante nuestra afición. Las otras se acercaron a un córner.

Yo no lo pensé dos veces y empecé a buscar a mi familia. Al principio solo vi a mi madre y a Alba. Fui a abrazarlas y me dijeron que Sara estaba más hacia el lateral donde estaban todas. Después de un rato la encontré. Lo primero que hice fue abrazarla.

- Te lo dije, rubia – me dijo con los ojos llenos de lágrimas – eres la reina de la Champions.

- No lo habría logrado sin ti, te quiero.

- Yo también te quiero, pero ahora vete a celebrar que eres una puta campeona de Europa.

- Luego lo celebramos, ¿vale? – ella asintió y yo me fui con las otras hacia el vestuario.

4 finales en 5 años. 2 Champions. Este equipo lo era todo. Después de luchar contra un millón de lesiones durante la temporada, un montón de escándalos en el club, después de las teorías locas de la afición... La copa de la Champions volvería a Barcelona después de 2 años. Volvería a casa.

Te lo voy a volver a preguntar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora