Capítulo 1

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POV Sara

Hoy no es un día de los normales. Voy a poder ver otra vez a mi hermana después de muchos meses. Yo como trabajo en Donosti/San Sebastián y ella en Barcelona nos vemos poco. Ella es periodista y CM del equipo femenino del Barça y, como hoy juegan contra la Real, voy a poder verla.

Por desgracia, no la podré ver hasta la hora del partido, ya que yo tengo que ir a trabajar. Trabajo de fisio en una clínica en el centro de la ciudad. Adoro mi trabajo, pero siento que me falta algo más en la vida. Esto me pasa desde que no estoy con Nico. Me dejó hace un par de semanas, pero aún no lo he superado. Intento seguir adelante con mi vida de la mejor manera posible, aunque sin acierto.

Esta mañana, antes de salir hacia la clínica, he recibido una llamada.

- Hola, vamos a embarcar ahora, tengo muchas ganas de verte – dijo mi hermana con entusiasmo.

- Hola, yo también tengo ganas de verte, pero ¿por qué me llamas? Sí, nos vamos a ver en unas horas.

- Simplemente, me apetecía molestarte un rato – se empezó a reír – bueno, te dejo que tengo que coger un avión para ver a mi hermana pesada – dijo con un tono de burla.

- Muy graciosa, nos vemos luego.

Más tarde, quedé con un par de amigas para ir a las instalaciones de la Real para ver el partido. Yo al ser del Athletic Club, quería que ganase el Barça y estaba convencida de que lo harían. Al llegar a la puerta vi a Noa, mi hermana, hablando con una chica que salía del bus de las jugadoras del Barça.

- ¡¡¡SARA!!! – gritó mi hermana mientras corría hacia mí y me abrazo como si no nos hubiéramos visto en años. – Te he echado mucho de menos.

- Yo también.

- Me vas a perdonar, pero tengo que irme al campo para grabar unas cosas. Y una cosa, sé que no te entusiasman mucho estas cosas desde lo que te paso, pero intenta pasártelo bien, ¿nos vemos después del partido y nos vamos a cenar?

- Claro, tú escríbeme cuando termines y quedamos – ella asintió y se fue con el staff al campo.

Mis amigas y yo entramos al campo. Ellas estaban nerviosas porque iban a ver jugar a sus crushes por primera vez en directo. El partido finalizó con goleada del Barça con dos goles de Alexia, dos goles de Aitana y un gol de Mapi de falta. Bajamos a la parte de los banquillos porque mis amigas querían que Mapi les firmara la camiseta.

- ¡¡¡MAPIII!!! ¡¡Fírmanos las camisetas porfaaa!! - empezaron a gritar. Fue gracioso porque no les hizo caso. Mapi no se acercó, pero otra persona con el brazalete de capitana sí lo hizo.

- Hola, ¿queréis que os firme la camiseta? – preguntó Alexia al llegar hasta donde estábamos nosotras. Yo no pude evitar mirarla y me empecé a sentir un poco rara.

- Claro que sí – respondieron mis amigas con euforia.

- ¿Tú también quieres un una foto? – me preguntó sin apartar su mirada ni un segundo.

- No hace falta, gracias – al decir eso mis amigas se quedaron perplejas, le había dicho que no a Alexia.

- Tú eres tonta, ¿Cómo le puedes decir que no a Alexia Putellas?

- Pues diciéndole que no, no es difícil.

Me quedé un poco rayada. Las jugadoras nunca se acercaban a pedir fotos a los aficionados ¿Por qué lo hizo?

Después de esa interacción algo rara salimos de las instalaciones y me fui a cenar con mi hermana. Al llegar al restaurante empezó el famoso interrogatorio que siempre me hacía.

- ¿Y qué tal estás?

- Bien, a mi ritmo – le respondí mientras le daba un trago a mi vaso de agua mientras esperamos a que la comida llegara – no me puedo quejar; tengo trabajo, amigas...

- No has dicho novio. ¿Ha pasado algo? – no le dije nada sobre lo de Nico porque no quería preocuparla.

- Nico rompió conmigo hace un par de semanas – me sentí insegura, aún tenía sentimientos por él.

- ¿¿Qué dices?? Y porque no me lo dijiste, le voy a pegar una paliza la próxima vez que lo vea...

- Por esto no te dije nada – le corté – siempre que piensas que me han hecho daño te pones a la defensiva. Ya soy mayorcita y puedo cuidarme sola – respondí molesta.

- Sara aquí estas solas. Mama ya no está, yo estoy en Barcelona y nuestro padre... Es nuestro padre. Alguien debería de preocuparse por ti – exclamó con el mismo tono que utilizaba cuando éramos más pequeñas para enseñarme lecciones.

- Sola estoy bien. No necesito la ayuda de nadie – desvié la mirada e hice una mueca, ya que no quería hablar de sentimientos.

- Todos necesitamos a alguien en nuestra vida, aunque sintamos que no...

De repente mi móvil empezó a sonar, un número desconocido me llamaba. Acepté la llamada para no tener que seguir hablando del temita con Noa.

- Hola, ¿Quién eres?

- Hola Sara... - al escuchar su voz se me removió todo el cuerpo y me puse seria.

- ¿Qué quieres? – se me cambio totalmente el tono de voz y empecé a sentir impotencia en mi interior.

- Te necesito, sé que no me quieres ni ver, pero ha surgido algo y eres la persona correcta para este trabajo.

- En serio me quieres dar trabajo después de todo lo que me has hecho Andreu – le grité, Noa estaba sorprendida al escuchar que nuestro padre me había llamado.

- Solo escúchame durante dos minutos. Hay un miembro del staff del equipo femenino del Barça que no va a poder continuar lo que queda de temporada – cambio de tono y se puso aún más serio – Como parte de la junta del FCB tenemos que encontrar a un nuevo fisio para poder terminar la temporada y he pensado en ti.

- Te crees que voy a aceptar, llevas dejándome de lado toda mi vida y de repente necesitas a una fisio y me llamas. ¿Cómo te atreves? – estaba llena de rabia y se notaba en mi tono de voz.

- Tú solo piénsalo, háblalo con alguien y llama a este teléfono si al final quieres hacerlo. – me colgó y me quedé con una cara de enfado. Como se atrevía a ofrecerme trabajo después de todo lo que me hizo.

- ¿Estás bien? ¿Qué te ha dicho? – preguntó mi hermana al notar mi enfado en aumento.

- Me ha propuesto un trabajo en el Barça.

- Y piensas aceptar o...

- No – le dije segura.

- ¿Estás segura? Sara es una oportunidad para poder dejar en el pasado todo lo que te ha pasado aquí. Para pasar página con lo de Nico. Podrás conocer a nuevas personas y podrás pasar más tiempo conmigo... – me intentó convencer, pero yo intenté esquivar de tema.

- Ya veremos – terminé diciendo.

Te lo voy a volver a preguntar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora