Kelly no paraba de llorar, hoy su mamá había fallecido.José estaba destrozado, pero eso no fue todo, minutos después recibió una llamada de su tía, diciéndole que Julliany también había muerto.
-El estrés agudo era tan fuerte que le dio un derrame cerebral y murió- dijo Lilliam llorando desde el otro lado de la línea.
- ¿Por que le dio estrés agudo?- pregunto José
-Tu papá me dijo que tenía muchas deudas y que eso ocasionó el estrés, pero no se por qué no le creo...Tu papá está destrozado.
- El oculta algo mas... Dile que lo siento mucho... Yo hoy también perdí a mi verdadera madre.
-¡¿Qué?! José...
- No te preocupes estaré bien - carraspeó
-¿Qué piensas hacer? ¿Te quedarás ahí? Si quieres puedes venir conmigo.
- No, no me puedo quedar aquí, tendré que ir contigo.
-Si está bien, yo me regreso a Nicaragua después del funeral.
-Ok, pero Kelly irá conmigo, no la puedo dejar sola, ellas rentaban un apartamento aquí y ahora que mi mamá murió ella quedó sola
- No quedó sola, te tiene a ti, tienes que cuidarla...No te preocupes, ella es bienvenida.
La llamada finalizó
Todo lo que estaban viviendo era difícil para los dos, sin embargo Kelly tenía un consolador que estaba ahí para ayudarla y traer paz a su corazón, en cambio, José estaba sólo, no por que no había nadie para ayudarlo, si no por que el no le permitía al Espíritu Santo ser su amigo.
José salió a la calle, iba caminando, su cuerpo empezó a sentir un escalofrío.
Últimamente no se había inyectado, sólo había fumado por las noches, pero hoy su cuerpo le estaba pidiendo una inyección de heroína.
Cada vez que su cuerpo le pedía inyectarse, recordaba que Aurora había muerto en el proceso de desintoxicación Y eso hacía que no se inyectará, temía que le sucediera lo mismo.
Iba tan sumiso en sus pensamiento que no se dio cuenta cuando chocó con un adolescente de 13 o 14 años, su ropa estaba sucia, olía mal, el cabello lo tenía largo y enredado.
Al chico se le cayeron unas jeringas.
-¿Qué llevas ahí?- preguntó José.
El chico recogía rápido todo lo que se le había caído.
- Heroína viejo, estas sólo son las jeringas, pero aquí llevó el resto- dijo señalando el bolsito que cargaba.
El adolescente hablaba con arrogancia, como si fuera mayor que José.
El cuerpo de José empezó a sentir una corriente muy fuerte.
-Cuanto quieres por una- preguntó José
El chico sonrió con malicia al escucharlo.
José llegó al hotel donde estaba hospedándose. Iba dispuesto a inyectarse, quería olvidar todo el dolor y la angustia que lo estaba matando.
Ligó su brazo para luego introducir la aguja.
Su mente empezó a recordar a Aurora.
Las imágenes de ellos dos inyectándose por primera vez vinieron a su mente. Recordó cuando la fue a ver antes de que muriera, al mismo tiempo recordó que por la adicción a la heroína ella había muerto.
ESTÁS LEYENDO
EL CUARTO DE LOS SUEÑOS (Trilogía) [Los Sueños De Dios]
Teen FictionTrilogía: Los Sueños De Dios Libro I ☆ ☆ ☆ José es un adolescente de 17 años. Sus padres lo enviarán a vivir con su tía, lejos de su país. Haci...