Capítulo 5. Confusión

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Utahime permaneció apoyada en aquella puerta mientras su corazón no podía parar de latir de manera acelerada. No podía entender la actitud de Gojo ¿De que se trataba todo esto? ¿Acaso era una clase de apuesta o un mal chiste?, pero de lo único que estaba segura es que aquel hombre le estaba provocando ciertas sensaciones que no le gustaban para nada.

- ¡Ay! No se que demonios me pasa- Dijo poniendo ambas manos sobre su cabeza sintiendo su suave y liso cabello escurrirse entre sus dedos- ¿Y que fue esa actitud de idiota engreído?... de seguro era una de sus bromas de siempre....... no para de confundirme...- Se dijo más frustrada que nunca para luego recostarse en su cama, a lo que sentía como algo le molestaba en una de sus piernas, por lo cual dirigió su vista hacia allí, encontrándose con lo que parecía ser un anillo bastante hermoso con una especie de diamante que le recordaba bastante a los ojos del peliblanco.

- ¿Se le habra caido al idiota?- Se preguntó Utahime examinando aquel anillo entre sus manos- No lo creo....¿Por que andaria con este anillo de mujer?,  tal vez se le cayó a Shoko cuando vino a mi habitación. 

Luego de examinar aquella preciosa joya decidió dejarla en su aparador y dormirse de una vez. Mañana pensaba devolvérselo a Shoko, de seguro estaba como loca buscandolo, ya que su amiga se convertía en una maniática cuando daba por perdida alguna de sus posesiones. 

*****

 La pelinegra se dirigía hacia las canchas de la academia para realizar los entrenamientos que tenía planificados con Nanami. Debía admitir que estaba nerviosa, ya que era terrible en combate cuerpo a cuerpo, pero esperaba que el rubio la ayudase a mejorar. 

Al llegar pudo divisar a Nanami practicando con armas malditas junto a Yu. Tenia entendido que ambos eran amigos, aunque entre si fuesen muy distintos. 

- Hola chicos...- Dijo Utahime al aproximarse a ambos. 

- Oh hola Utahime senpai- Le saludó felizmente el rubio seguido Yu que para sorpresa de la Miko observaba a este con mirada cómplice. 

- Que bueno que llegas senpai, Nanami ya estaba hartándome con sus preguntas de cuando ibas a .... ¡Ay!- Dijo Yu con su característica simpatía, hasta que un golpe de Nanami le interrumpió a mitad de frase- Bien.. bien me largo.... no es necesario que recurras a la violencia Nami- Añadió frotándose la cabeza con una de sus manos.

- Deja de decirme Nami ....Yu- Contesto el rubio cruzándose de brazos, mientras Utahime veía aquella divertida escena con una sonrisa.

- Jajajajaj ni creas, te queda bastante... bueno adios Utahime senpai

- ¿No te quedaras Yu? 

- No... yo...este.. tengo unas cosas que hacer, hasta luego..

- Bueno, creo que seria bueno que comencemos con esto- Dijo Nanami mostrándole una de sus armas malditas. 

- Pero yo.... no uso armas malditas...- Contesto Utahime perpleja mirando aquella arma que era bastante pesada. 

- Siempre hay una primera vez..... consideralo como un az bajo la manga.

Durante los siguientes minutos Nanami le estuvo explicando como utilizar aquella arma y cómo utilizar su poca fuerza física a su favor.

- ¿Y ahora qué hago?- Le pregunto Utahime mientras veía como el rubio la mantenía acorralada con su cuerpo, haciendo que el calor se le subiese hasta las mejillas debido a que no estaba acostumbrada  a tenerlo tan cerca. 

- Si yo estuviese en tu lugar golpearía mi abdomen y luego trataría de contratacar con el arma. 

- Entiendo- Contestó la pelinegra con determinación para golpearlo en un sector de su abdomen tal como le dijo, logrando que este se moviera levemente dándole chances de contratacar pero para su pesar fue demasiado lenta quedando nuevamente arrinconada entre sus tonificados brazos. 

Sin darse cuenta ambos se quedaron mirando el uno al otro, mientras sentia la respiracion agitada del rubio muy cerca de sus labios. Podría jurar que sus latidos podrían ser escuchados en cualquier momento, en tanto apoyaba ambas manos sobre el pecho de este sintiendo el alocado corazón de Nanami latiendo sin descanso.  

De improviso vio como este comenzaba a acercarse peligrosamente hacia sus labios, logrando que el nerviosismo de Utahime fuese cada vez mayor. 

- Yo... creo que es mejor que me vaya... - Dijo la Miko acortando distancia con sus manos que parecían minúsculas sobre el pecho de éste, en tanto Nanami se alejaba de ella sonrojado. 

- Yo..lo..lo siento mucho Utahime....

- Descuida.... yo... debo ir con Shoko, necesita mi ayuda en algo... gracias por el entrenamiento Nanami.

- De nada Utahime senpai... te espero para el próximo entrenamiento- Sentenció el rubio pasando una mano por su cabello. 

- Si, nos vemos Nanami.

Tan rápido como pudo se fue de las canchas de entrenamiento con el corazón en la mano, hace tan solo unos segundos estuvo a punto de besarse con Nanami y su cerebro aún no lo procesaba del todo. Hace unas semanas estaba más que emocionada con las salidas que tenía con Nanami y era claro que ambos se atraían, pero había algo que le estaba molestando y hacía que el rubio no fuese el único en su mente. 

- Utahime.... - Escucho una voz bastante conocida a sus espaldas, pero esta vez no con su característico tono seductor o burlesco. 

- Gojo..... ¿Estás bien?- Le pregunto extrañada al verlo tan serio. 

- Si solo.... quería disculparme por lo de ayer, me porté como un verdadero idiota y... prometo nunca más molestarte..- Sentenció el peliblanco cabizbajo dejando a Utahime atónita. 

- Este.... esta bien Gojo.. yo..

- Descuida...- Dijo para marcharse con las manos en los bolsillos- Ah.. de casualidad viste algún anillo en tu habitación.... creo que se me cayó anoche.

- ¡¿Que?! ¿El anillo era tuyo?.. pense que era de Shoko...

- No... es mío...- Dijo poniéndose en frente de Utahime.

- Ah entonces tenlo..- Añadió la chica entregándoselo dándose cuenta que aquel cristal lucia diferente que anoche, ahora era de un color celeste intenso hasta que vio como las grandes manos de Satoru entrelazaban la suya.

- Puedes conservarlo.... después de todo pensaba dártelo anoche, pero lo arruine...

- ¿Que?- Pregunto fuera de sí, no podía entender qué le pasaba a Satoru nunca antes había mantenido una conversación seria con el peliblanco y mucho menos se esperaba que este tuviese en mente regalarle algo como eso. 

- Si... cuidalo bien, perteneció a mi abuela.... es una joya del clan Gojo.

- Eso explicaría el color del diamante- Dijo Utahime mas para si misma. 

- Tan lista como siempre debilucha- Sentenció con un tono afectuoso mientras acariciaba su cabello- Bueno adios Utahime senpai.... Suguro debe estar buscándome.  

- ¡Espera! No puedo aceptarlo...- Exclamó viendo como Gojo ni siquiera se digno a voltear.

- Descuida senpai... quiero que lo conserves. 

Vio como aquel peliblanco se marchaba a paso lento pero seguro, en tanto observaba aquel anillo en sus manos. 

- ¿Senpai? acaba de decirme senpai...... 

Flores de Invierno/ Gojo x UtahimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora