Capítulo 44. Dominio

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***

El terror y la desesperanza era lo único que reinaba. No podía mover extremidad alguna, apenas se atrevía a respirar de manera entrecortada y con el corazón latiéndole a mil, en tanto sus manos sudaban como nunca apretando fuertemente su Katana. 

No había que ser lo suficientemente listo para saber que en una situación como ésta estabas completamente perdido, su única chance era  derrotar a la maldición para salir del dominio cuanto antes. Dada su condición actual y siendo sincera con sus propias capacidades dudaba el derrotar semejante oponente. 

-  Solo me queda pelear hasta el final..... lo siento Satoru.... justo ahora que recuerdo absolutamente todo...- Dijo en un hilo de voz en tanto la sangre que brotaba de su cabeza cubría casi por completo sus ojos. 

En cuanto se dio cuenta sus piernas estaban completamente inmovilizadas por una especie de telarañas que eran duras como el cemento y que cada vez más se ajustaban a su carne, a lo que un montón de arañas de tamaño descomunal comenzaban a rodearla seguidas de la maldición.  

Como pudo trato de filtrar su energía maldita en las telarañas a modo de tratar de romperlas, pero parecía ser inútil. Todo en aquel condenado dominio al cual la habían enviado parecía ser caso perdido ¿Que es lo que haría ahora? se preguntaría cualquier persona lógica en su situación, pero extrañamente no era esto lo que Utahime pensaba en estos momentos..

- Jajajajaj- Río con gracia en tanto mantenía con fuerzas su katana- No puedo creer que en mis últimos momentos solo piense en Satoru...

Recuerdos de aquel hombre peliblanco inundaban su mente, logrando que unas lágrimas adornasen sus ojos de inmediato. Imágenes de Gojo siguiéndola por toda la academia de hechicería con sus patéticas bromas, seguido de aquella vez que por primera vez la llamó senpai para luego entregarle una joya familiar.....

- ¡Dioses!....- Exclamó fuertemente para echar un vistazo a uno de sus dedos, en donde cuya joya resplandecía en todo su esplendor.

Para activar su poder solo debes filtrar tu energía maldita en cristal

Recordó aquellas palabras al rojo vivo, mientras su vida se decidía en tan solo segundos. Filtrando su energía maldita en el cristal, esperaba que el impacto fuese lo suficientemente fuerte para debilitar a la maldición y tal vez dar pelea para salvarse. 

De inmediato comenzó a sentir un cálido cosquilleo recorrer sus dedos, para hacerse presente una fuerte luz azul hielo que parecía estallar y arrasar con todo en cuestión de segundos. Tras esto una fuerte fuente de poder hizo que Utahime saliese disparada hacia el borde de aquel dominio en tanto el cristal se rompía en mil pedazos, dando como resultado una gran bola de energia mas resplandeciente que la misma luna. 

Algo aturdida pudo ver como aquel tumulto de energía dio de llano en la maldición y las demás arañas de tamaño descomunal, que de manera ágil y casi imposible de creer, trataban de evadir a todo dar la técnica ritual del clan Gojo, pero lastimosamente esto fue completamente inútil. 

Con cada músculo de su cuerpo entumecido, la pelinegra trataba de recomponerse para darle el golpe final al de clase especial. Desafortunadamente el impacto que recibió tras liberar el poder de aquella joya terminó por debilitarla. 

- ¡Vamos... solo un poco más por favor!- Se decia asi misma de manera desesperada, ya que no se podía permitir desperdiciar aquella chance. 

Para su desgracia pudo ver como el de categoría especial comenzaba a  regenerar cada parte de su horroroso y desagradable cuerpo, para luego lanzar grandes cantidades de telarañas más afiladas que un cuchillo en dirección de Utahime. Ésta dentro de lo posible las evadió girando en el lugar.

- ¡¡Mierda!!- Sentenció aguantando el dolor de sus heridas, sin contar que el veneno causada por las mordeduras de araña en su brazo, comenzaban a dañar sus órganos internos.

Sin siquiera esperárselo, pudo ver como algo externo comenzaba a hacerse presente en el dominio dejándola atónita, al igual que a la maldición que no parecía dar crédito a sus arácnidos ojos. 

- ¿Que tal debilucha? Siento la tardanza..... pero seré rápido...- Dijo Satoru haciendo presencia en aquel infernal dominio, mientras le dedicaba una cálida sonrisa. 

No sabía si se debía al hecho de ver a Satoru sacándola de esta acalorada situación o el hecho de que el veneno y sus heridas la habían llevado por fin a su límite, pero comenzó a sentir como todo su cuerpo perdía estabilidad para finalmente perder el conocimiento viendo como última imagen la espalda de Gojo. 

***

Sentía como unos fuertes brazos cargaban su cuerpo, en tanto unos acelerados latidos de corazón retumbaban en su oído pegado a lo que parecía ser un fuerte pecho. Al abrir sus ojos pudo comprobar que se trataba de Satoru.

- Toru.... - Balbuceó débilmente, notando como el peliblanco detenía su andar para centrar sus azules ojos en  ella. 

- Cariño... que alivio me das, dime que sientes ¿Te duele algo?- Le cuestiono preocupadamente poniendo una de sus manos sobre la mejilla de la pelinegra, cerrando sus ojos ante tal acto.

- Lo...lo siento.....yo no di lo suficiente....debí dar más- Respondió con sus ojos cubiertos en lágrimas, ya que el hecho de estar tan cerca de la muerte una vez más hizo que  se sintiera completamente inútil.

- Shhh.... basta de eso, luchaste tú sola contra un montón de maldiciones que Haruko lanzó sobre ti, sin contar que luego te enfrentaste al categoría especial ¿No crees que es algo extraordinario? jajajajaj - Dijo Gojo con una encantadora sonrisa en sus labios, logrando que el corazón de Utahime comenzase a latir con locura.

- Eres mi mayor orgullo mi debilucha...- Añadió para darle un suave beso en sus labios. 

- Qui....quien diria que me enamoraría de un idiota como tu- Sentenció tras recuperar el aliento del fuerte mareo y dolor que estaba sintiendo en este mismo instante.

Dado a que era primera vez que confesaba sus sentimientos al peliblanco, pudo notar como este quedaba pasmado seguido de que un adorable rubor cubrió sus mejillas por completo. 

- Tu.... ¿Me amas?....¿Utahime Iori me amas?- Le preguntó más emocionado que nunca  y a la vez incrédulo. 

- Creo que ya era hora que te lo dijera....después de todo yo.... - Respondió lentamente hasta que su vista comenzó a nublarse una vez más para no ver más que la oscuridad misma.......

Flores de Invierno/ Gojo x UtahimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora