-arriba floja, despierta!- siento un gran peso encima, alguien corre las cortinas haciendo que la luz exterior me ciegue y después se tira a mi lado. Abro los ojos y encuentro a Eduardo sobre mi y a Joel acostado a mi lado.
-Eduardo levántate no me dejas respirar- forcejeo para que se quite, pero es tan pesado que no puedo ni moverlo.
-ves que eres débil y no puedes soportar peso encima porque te estas ahogando?-
-tu pesas demasiado, eres un gigante como voy a poder contigo?- me quejo.
-anda floja deja de quejarte y levántate a cambiar que ya Frank te esta esperando- habla Joel parándose de mi cama y quitando a Eduardo de encima de mi, ambos ya van vestidos con ropa de deporte.
Mis hermanos son unos grandulones, con cuerpos tonificados a causa de tanto ejercicio y entrenamiento de boxeo, papá a pesar de tener 53 años se mantiene en forma y fuerte.
Me cambio, hato mi cabello largo color castaño en una cola y bajo al gimnasio, ya los chicos han empezado con su rutina, me acerco a Frank y empiezo con una rutina suave que a los pocos días irá aumentando.
Soy un desastre en el boxeo y en las clases de defensa personal, mis reflejos son lentos y mis golpes muy suaves. De a poco voy a ir mejorando, mis hermanos me molestan pero papá les dice que dentro de poco yo estaré dándoles una paliza.
Los días pasan y no me olvido de Lucas, nos hemos encontrado dos veces más en la playa y cada que conozco más de él me parece un niño excelente e inteligente.
Hablo con su madre, la señora Blanca y le comento que pagaré los estudios de Lucas, les conseguiré un apartamento en una mejor zona de la cuidad, pero ella tiene que seguir trabajando. No me siento bien conmigo misma teniendo el suficiente dinero para poder darle estudios a un niño y hacerme la loca. Esa, no soy yo.
Lucas estuvo muy contento cuando lo lleve el primer día de clases, en la escuela se encargan de darle desayuno y almuerzo.
Los primeros días de clases fueron un poco difíciles para él,
-Lu, tienes que aprender a tener paciencia, de a poco iras aprendiendo y leerás mas fácil, toma lo con calma y verás como avanzas- siempre me encargo de alentarlo y ayudarlo cuando lo necesita.
No me había equivocado Lucas es un niño muy inteligente se ha adaptado a la escuela e hizo amigos.
Varias veces nos encontramos en la playa donde nos conocimos y ahí pasamos la tarde haciendo tareas las de él y las mías.
Con las clases de defensa personal me va genial, pero con el boxeo no tanto.
-¡papá!- entro a su oficina sin tocar, lo encuentro con Joel y Eduardo hablando, apenas me ven se callan.
-papi ya no quiero seguir con las clases de boxeo- digo haciendo pucheros.
-que pasa hija? por que no quieres seguir? en clases de defensa vas muy bien- me mira atento sentado en su silla detrás del escritorio.
-mira mis nudillos papá, aunque me ponga las cintas y los guantes terminan lastimados y me duelen- le muestro mis manos, él las toma y besa mis nudillos.
-esta bien, no practiques boxeo, pero las clases de defensa siguen hasta que Frank me diga ya puedes defenderte muy bien- ruedo los ojos, ¿por que tanta insistencia con esas clases?
-esta bien- salgo de la oficina y chateo en el grupo que tengo con mis amigas.
Esmeralda: *vamos a hacer algo hoy?
Natalia: *vamos a cenar a algún lado, muero de hambre :(
Sofia: *yo tambien, aprovechemos que no tengo que cuidar a mi hermanito hoy
Giselle: *me apunto, a las 8 en el nuevo restaurante que queda en la cima del cerro
Esmeralda: *listo, alguien quiere que pase a buscarla?
Sofia: *yo por favor :)
Aviso a papá que saldré a las 8 con las chicas, me baño y visto, me maquillo un poco y salgo a las 7:40 de casa para pasar por Sofia.
-hola amiga- me saluda Sofía con un beso en la mejilla cuando entra al carro.
- hola Sofi, que guapa estas-
-tu no te quedas atrás bella, me encantan tus accesorios, siempre tan delicados y elegantes, ya sabes cuando mi cumpleaños quiero que me regales algo hecho por ti- dice con una gran sonrisa.
Llegamos al restaurante al mismo tiempo que Giselle y Natalia.
Pasamos una agradable noche de chicas, ya que pocas veces nos vemos, todas estamos estudiando y muy concentradas en el estudio que poco tiempo nos da para vernos.
-estudiar derechos es muy complicado, me duele la cabeza de tantos libros y leyes que tengo que memorizar, trasnocho mucho estudiando- se queja Natalia.
-los números creo dan mas dolor de cabeza que las leyes, a veces tengo que sacar tantas cuentas y verificar que no hayan errores que cuando cierro los ojos solo veo números- Giselle, estudia finanzas.
-no puedo quejarme, a pesar que tambien trasnocho, y viajo mucho, fotografiar los mejores momentos que encuentro me encanta- Sofía estudia fotografía.
-bueno chicas a mi me va de maravilla, aunque a veces la inspiración desaparece un tiempo-
Así pasamos toda la noche riéndonos y llamando la atención de las pocas personas que hay en el lugar.
Al final de la noche nos despedimos y llevo a Sofia hasta su casa.
-¿como esta él?- pregunta por mi hermano Joel.
Ellos se han querido desde hace unos años pero Joel cree que la diferencia de edad es mucha y no se ha atrevido a pedirle a Sofía que sea su novia, se han llegado a distanciar hasta el punto de no hablarse ni verse.
-Sofi, él esta bien, aunque a veces lo encuentro un poco ido, muy pensativo, no se que pasó entre ustedes pero no pueden seguir así, ustedes se quieren-
-lo sé amiga, lo sigo amando pero no se qué sucede con él, la última vez que hablamos era como si quisiera decirme algo pero al final dijo que era lo mejor, alejarnos un poco y darnos tiempo- la voz se le quiebra pero trata de no llorar.
-tranquila amiga ya se dará cuenta de cuanto te ama y regresará, lo conozco y se que algo pasa con él, pero hay que darle tiempo a que piense y escuche sus sentimientos- me despido de mi amiga y voy a casa.
Cuando llego hay dos carros que nunca he visto parqueados enfrente de la casa. El patio de la casa es grande; la casa tiene tres pisos el primero a mano izquierda un pasillo que lleva a la cocina y a los cuartos de los empleados, sigue el gimnasio que queda en otro pasillo antes de llegar a las escaleras que quedan en la mitad de la casa, del otro lado de las escaleras, está otro pasillo que da a la oficina de papá y otro cuarto al que nunca he entrado porque permanece con llave y luego esta una sala.
-¡ya llegue!- grito para que me escuchen, es la costumbre.
-tu siempre de escandalosa, ¿por que llegas tarde? son casi las 12- Joel aparece por el pasillo que da a la oficina de papá, pasa un brazo por mis hombros y subimos hasta mi cuarto.
-se nos pasó el tiempo, nos divertimos tanto que ni cuenta nos dimos-
-¿quienes fueron?- pregunta.
-las de siempre- hago una pausa y lo miro, se que quiere preguntar por Sofi.
-que pasa Joel? Por que te empeñas en no seguir con ella? Están sufriendo los dos, no es justo; de cuando a ti te importa la diferencia de edades, y lo que diga la gente?- se acuesta en mi cama con un brazo cubriendo sus ojos, da un largo suspiro y se levanta de la cama a dar vueltas por el cuarto hasta detenerse cerca de la puerta.
-es lo mejor Esme, hay veces que toca sacrificar lo que mas quieres solo para protegerlo; no quiero volver a hablar del tema por favor. Buenas noches- y sale de la habitación.
Sacrificar? Proteger? De quién? Pienso en sus palabras hasta quedar dormida.
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Ojos Esmeralda.
AcciónEsmeralda Parker, 20 años. Los hombres de su vida: sus dos hermanos y papá. Consentida pero no malcriada. Lleva una vida tranquila, le encanta contemplar el mar. Su vida cambiará una tarde al llegar a casa, se entera de que los hombres de su famili...