Capitulo 77.

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Vamos en el carro de Allan, su mano entrelazada con la mía.

-me gusta tu vestido-

-en serio? Lo compre hoy- me felicito internamente por haber escogido este vestido.

-aunque no deberías habértelo puesto. Hoy hace mucho frío- me regaña.

-el abrigo me cubre- llegamos a una calle donde la gente no duerme.

Todos los locales están abiertos y varios jóvenes andan por allí, caminando, comiendo, bebiendo, sentados hablando o besándose.

-aquí AL!- señalo una cafetería donde hacen el mejor chocolate caliente del mundo.

Aparca a un lado y bajamos juntos del auto. Camina hasta mi y me abraza de lado. Entramos y pedimos dos chocolates calientes y dos croisant.

-me da gusto verte comer. Lo haces con un gusto que a cualquiera le provocaría comer lo mismo que tu- lo miro y le guiño un ojo.

-caminemos- propongo después de haber terminado mi croisant.

Me levanto y jalo de la mano a Allan. Salimos del local con los chocolates calientes en las manos. Caminamos uno al lado del otro, rozando nuestros cuerpos de vez en cuando.

-no te cansaras con esos zapatos?-

-no. Son cómodos- digo alzando mis hombros.

-sabes?- pregunta, tomándome de la mano para mantenerme a su lado. Tomo un sorbo de mi bebida.

-que?-

-no se si sea loco, pero últimamente estoy sintiendo celos del oso- me detengo parándome frente a él.

-estas celoso de AL osito?- digo burlándome de él.

Frunce el ceño y hace una mueca con sus labios, sin pensarlo dejo un beso en estos y él sonríe con suficiencia.

-pasa mas tiempo contigo, lo abrazas a él y duermes con él. Cuando será mi turno?- se queja.

-ya vendrá el tiempo en el que estemos juntos y te vas a aburrir de estar tanto tiempo conmigo-

-no es cierto. Jamas me aburriría de ti- su brazo pasa por mi cintura y su mano se posa en mi espalda haciendo presión para que me acerque a su cuerpo.

-contigo nunca se que esperar, siempre sales con un cuento diferente y me sorprendes- sus labios se acercan a los mios, y cuando nos unimos el sabor del chocolate hace que el beso sea muy dulce, y mas cuando su sonrisa aparece.

Me alejo de él y sigo caminando dejándolo atrás.

-algunas vez has jugado Rayuela?- pregunto divertida.

Boto mi vaso vacío en una caneca que esta a un lado.

-que es eso?- pregunta confundido.

-te enseñare. Solo déjame buscar algo..- miro por al rededor para ver si encuentro algo con lo que poder hacer la rayuela.

-ya vengo- corro hacia un señor que esta asando carne en un carrito a un lado de la calle.

-señor disculpe. Me puede regalar un trocito de carbón?- el viejito me mira y luego sonríe.

-aquí tiene niña- le sonrío de vuelta y tomo el trozo de carbón.

-gracias- doy la vuelta y regreso a donde esta Allan parado en la acera mirando atónito hacia mi.

Llego a su lado y miro hacia la calle que sigue a la de donde estamos.

-ahora, busquemos un lugar donde podamos jugar y la gente no se extrañe de ver al peligroso y serio señor Axel jugando a la rayuela- hablo dandole énfasis a sus características principales para molestarlo, sonrío mientras lo jalo de la mano y camino por un callejón donde no hay absolutamente nadie.

Ojos Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora